La gracia del remordimiento

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Había pasado un año y la pregunta que me hacía todos los días era ¿cómo estoy? Sin embargo, nunca llegaba a una respuesta concreta, porque como podría estar, desde aquel día mi mundo se fue derrumbado poco a poco y así mismo todo mi ser se fue muriendo cada vez mas.

Diariamente desde aquel incidente, mi mente reprodujo una y otra vez la misma escena, que a diario no me dejo dormir y lo mas caótico no fue aquello, sino el desprecio en la mirada de cada uno de mis supuestos "familiares" todas ellas igual de acusadoras y asqueadas de mi, esto evidentemente incluye a mis propios padres.

Ese año fue el mas desolado de mi vida, donde por mi mente rondaron mil preguntas y cada una sin respuestas. Ademas el remordimiento y la culpa fueron los dos puñales que atentaron contra mi humanidad, haciéndome sentir cada vez mas deteriorada y miserable; contrariando mi propia perspectiva de las personas, ya que, si bien odie a mi prima durante la mitad de mi vida, en la otra mitad lo único que deseaba era verla despertar.

Si se que fue bastante hipócrita de mi parte sentirme de esa manera, después de todo lo malo que pensé sobre ella y los deseos que tenia de no verla mas. Pero como dicen las situaciones complejas cambian a las personas y aquella vez me toco a mi cambiar mi perspectiva, aunque sentía que había algo mas, algo que no recordaba con claridad que me hacía sentirme de manera extraña y me revolvía el corazón.

Aun no recuerdo como sucedieron las cosas, lo único que tenia claro en ese momento es que todo había sido mi culpa, aunque al principio me resistía a creer tal cosa, después de un tiempo comencé a dudar de mi propia inocencia.

Lo primero que paso y aquello que se acentuó mas dentro de los recuerdos tormentosos de mi patética y penosa vida, fue verla, creo que fue lo mas impactante a lo que me tuve que enfrentar, en ese instante solo pensé que "dormía" plácidamente en la cama blanca de hospital, sin embargo, poco a poco me fui dando cuenta de muchos detalles que me dejaron cavilando. Se veía pálida, lo recuerdo claramente, sus mejillas ya no tenían la misma rojez que antes, sus párpados se veían de un ligero tono purpura y sus brazos, por Dios sus brazos, verlos fue como un balde de agua fría en mi interior, tenían moretones marcados intensamente. Pensé que había sido culpa mía el haberla dejado sola, el no haberle contado a sus padres donde estaba en realidad, aunque ni siquiera yo sabia donde había estado toda la noche.
Quise entrar a su habitación para abrazarla y susurrarle que todo saldría bien que ya parara de fingir, que todos estaban preocupados por ella, que raramente hasta yo lo estaba, pero una mano en mi hombro me lo impidió; y sus palabras confirmaron lo que ya había empezado a sospechar.

-Ella ha entrado en coma y, no sabemos si va a despertar algún día o se morirá dentro de un sueño profundo.

Y fue entonces que mi mundo se vino abajo.

***

Jamás creí que las personas pudieran ser tan crueles solo conmigo, jamás pensé que mi vida se quebraría tan pronto y de golpe. Aunque a decir verdad siempre me sentía como una verdadera miseria, solo que ahora todos se encargaron de hacérmelo saber.

Desde que el incidente pasó, no había día en el que no estuviese en el hospital pues tan grande era mi culpa y tan inmensa mi tortura.
Siempre era lo mismo; mirar a través del gran cristal que nos separaba y darme cuenta de que todo seguía tal cual como estaba el día anterior, avanzar por los largos pasillos del lúgubre hospital "VIP" y finalmente volver al infierno en el que mi vida se había convertido.

Como resumiría mi vida en aquel entonces, partiré contándoles que mi padre había perdido el puesto de gerente general de la empresa en la cual trabajaba, es mas hasta había perdido también su puesto de trabajo.
Mi madre por su parte había tenido un déficit en las ventas que involucraban a su negocio haciendo que éste quebrara. Conclusión: "padres cesantes" que se la pasaban en casa criticándome todo ya que según ellos (y todos) yo había sido la causante.

En Mil PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora