Esta es la segunda parte de «El nuevo secretario». Te aconsejo que antes de leer esta parte, te leas la primera, la cual encontrarás en mi perfil.
Harry tops.
Louis bottoms.
(Septiembre 2017)
# 396puesto (10/5/18)
Después ese primer beso vinieron algunos más, hasta que Louis algo mareado sacó fuerzas y alejó a un acalorado Harry.
-Lo siento, no pude contenerme- se disculpó el empresario.
El ojiazul caminó por el pasillo intentando recuperar el aliento pues extrañamente esos besos lo habían turbado bastante pero era momento de mantener la cabeza fría.
-A-Aún no he a-aceptado y ust....tú ya te e-estás tomando demasiadas a-atribuciones-dijo Louis dejando atrás las formalidades.
-Tienes razón, Louis pero es que ya no aguantaba más sin besarte. He querido hacerlo desde que te conocí-Harry sonrió rascando su nuca.
Las mejillas del ojiazul en un acto involuntario se sonrojaron, algo qie no pasó desapercibido para el ojiverde, el cual se derritió ante lo tierno que éste se veía.
-Emm...volvamos a tu despacho, yo aún no he aceptado, ni he firmado nada. Además, aún falta acordar mi sueldo y mi obligaciones—habló el ojiazul con seriedad.
El empresario asintió conforme.
-De acuerdo. Tienes razón.
Ya en el lugar, se volvieron a sentar y Louis esperó a que Harry comenzase.
-Bien pues el puesto como te he dicho sería de Ayudante Consejero de dirección, eso quiere decir que trabajaremos codo con codo. Tomaremos decisiones juntos, tendrás voto en las juntas e incluso dejaré la empresa a tu cargo cuando tenga que viajar a las sucursales. Además podrás viajar tú también, si lo deseas.
-Todo eso está realmente muy bien—habló Louis— es muy generoso de tu parte pero ...¿Quién ocupará mi puesto?.
Harry rió.
-No tendremos secretario....He pensado que en un principio los dos nos repartiremos el trabajo y si más adelante vemos que no podemos, entonces contrataremos a alguien más.
Louis asintió.
—Está bien.
-¿Algo más que quieras saber?-preguntó Harry.
-Si bueno, está lo de mi sueldo.
El ojiverde sonrió ampliamente.
-Creo que se te olvida que serás mi esposo y por lo que dispondrás de las ganancias ...pero si tú prefieres un sueldo, sería éste—dijo el empresario cogiendo un bolígrafo y un papel y escribiendo una cantidad con cinco cifras.
—Wow, ¿es en serio?.
-¿Aceptas entonces, Louis?
Los preciosos ojos azules del chico se llenaron de lágrimas, jamás pensó que obtendría todo lo que soñaba tan de golpe, era como estar un sueño.
Louis soltó el papel con la cantidad, luego cogió el contrato y un bolígrafo y sonriendo como nunca en su vida, firmó sin pensárselo dos veces.
El ojiverde que siguió todos sus movimientos con mucha atención, suspiró satisfecho pues por fin conseguiría su mayor tesoro, a Louis.
-Bien...entonces cuando puedo empezar-preguntó el nuevo Ayudante de Dirección muy ansioso.
El empresario cogió el documento y lo guardó bajo llave, luego se levantó y caminó hacía Louis rodeando la mesa.
-Debes saber algo más- habló misterioso.
-¿No serás un psicópata que va a amordazarme a la cama y luego a azotarme, verdad?.
Harry rió.
-Nooo..., no soy un psicópata pero la idea de atarte a la cama y azotar tu lindo trasero, me gusta-dijo mirando fijamente a su futuro esposo.
Louis frunció el ceño con molestia.
-Entonces, ¿qué es lo que debo saber?.
El ojiverde lo agarró de la cintura y lo acercó a su cuerpo.
-Tienes que saber que este fin de semana nos casaremos. Ya tengo la fecha y la hora. Debes hacer tus maletas en cuanto salgas de aquí porque te mudarás a nuestra casa.
-P-Pero... ya...hoy...pe-pero... ¿no p-por qué mejor no es-es-esperaremos a la bo-boda?.
Harry sonrió de lado.
-No cariño, si tu quieres empezar ya cpn el trabajo y disfrutar de tu parte, yo también quiero disfrutar de la mía-dijo comenzando a besarlo por el cuello.
Louis cerró sus ojos ante las sensaciones que esos besos le daban, sentía sus piernas aflojarse pero no podía dejarse llevar tam fácilmente, así que se removió intentando zafarse del agarre pero no pudo pues su futuro esposo era mucho más grande y fuerte.
-¿Por qué amor?, ¿Acaso no te gusta?.—preguntó el ojiverde sin parar.
-¡No!, ¡no me gusta!... ¡me repugnas!-soltó Louis histérico.
El empresario lo soltó inmediatamente y con su cara entristecida volvió a su sillón.
-Así que te repugno...bien entonces cierra la puerta al salir-dijo cambiando su semblante a una total seriedad.
Louis se sintió mal al momento pues lo había dicho sin pensar, realmente Harry tenía razón y estaba tomando lo que era suyo pero él estaba abrumado, las muestras de amor lo asustaba...temía a sus propios sentimientos.
Cabizbajo salió por la puerta del ojiverde y suspiró profundo, luego caminó y entró en su nuevo despacho, donde muy contento empezó a besar y abrazar todos los muebles.
Luego de eso se dejó caer en su cómodo sillón de ejecutivo y entonces marcó el teléfono de su rubio amigo pues no podía esperar a contarle lo feliz que estaba pues por fin había conseguido su sueño.
Mientras en el otro despacho, el ojiverde miraba preocupado por el ventanal, había dado todo lo deseado a Louis pero este lo rechazaba, incluso le había dicho que lo repugnaba.
De pronto la idea de casarse con él ya no le pareció tan buena pues no quería hacerlo infeliz a éste, ni tampoco sentir su rechazo día tras día, había pensado que podría hacerlo pero no.
Las palabras de Louis le habían dolido en el alma y quizás era mejor romper el contrato y dar otro lugar a Louis en la empresa, otro ascenso con otro despacho en otra planta, no quería un matrimonio que se conviertiese en un infierno para ambos.
Tenía constancia de que Louis no lo amaba como él lo hacía pero tenía la esperanza que al menos este si sentía simpatía o cariño hacia su persona pero jamás creyó que lo que su ayudante sentía por el era asco.
—Eres un tonto, Harry—Se dijo a sí mismo—...el corazón de Louis tan solo alberga amor para dos cosas y estas son el dinero y el poder. No hay lugar para ti y nunca lo habrá.
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