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Louis estuvo toda la tarde trabajando en el ordenador durante, el ayudante puso en orden todo los antiguos archivos y cambió algunas cosas, estuvo tan entretenido que casi ni se dio cuenta de que pasaba de la hora de irse.

No le quedaba nada dinero pues lo último lo había gastado en el taxi hasta allí pero confiaba en que Harry lo llevase a recoger sus cosas para irse a su mansión como habían acordado.

El ojiazul salió de su despacho apagándolo todo, luego cerró la puerta, entonces fue al despacho de Harry y vio que este estaba abierto, entró tras tocar con los nudillos pero no lo vio, luego fue al baño y tampoco lo encontró, al parecer este se había ido.

Louis regresó al despacho del ojiverde y allí sobre su mesa vio una nota.

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Disfruta de tu sueño, Louis y de todo lo que tanto deseas. De veras me alegro por ti, al menos esto habrá servido para que alguien sea dichoso.
Me iré a Londres por unos días, adiós.

Harry.

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Louis estaba confuso.

—¿Se fue?, ¿Y la boda?, ¿Por qué se ha ido sin decirme nada?, ¡Oh mierda!, ¿Y qué haré yo ahora?, ¿cómo demonios regresaré a casa?.

Muy preocupado se sentó en el sillón de Harry para así poder coger aire.

—Todo es mi culpa...Soy un gilipollas.—dijo dándose un golpe en la frente.—Tenía que haberme callado y aguantar sus muestras de cariño al menos hasta la boda.

Unos minutos después bajó en el ascensor resoplando resignado pues tendría que caminar un largo trecho hasta casa.

—¡Louis!,...¡Espere señor!... ¡espere!—Lo llamó una de las recepcionistas.

El ojiazul se detuvo extrañado pues ésta lo había llamado señor.

—Señor Tomlinson... El señor Styles dejó algo para cuando usted bajase.

—¿Por qué me tratas de usted, Sara?, soy yo, Louis—dijo acercándose al mostrador.

—Si, ya lo sé pero el señor Styles nos comunicó lo de su nuevo ascenso y ordenó tratarlo como a cualquier otro ejecutivo de esta empresa.

El ojiazul hizo una mueca pues Harry no dejaba de sorprenderlo gratamente, cumpliendo con todos los detalles del contrato y mientras él, solo lo había rechazarlo una y otra vez.

Sara le entregó un sobre cerrado y este no tardo en abrirlo, con sorpresa vio que había otro papel y unas llaves de un coche, entonces abrió la nota en la que tan solo había una palabra,  «Disfrútalo».

—¿Q-Qué diablos si-significa esto?—preguntó casi en shock.


—Como ejecutivo dispone de un coche de empresa. Éste está en la primera planta del garaje subterráneo. Si coge el ascensor, éste lo llevará directamente allí. Introduzca el código impreso en la llave. Con este mando podrá usted accionar el portal en las entradas y salidas.

—Ok, gra-gracias.

El ojiazul cogió el mando, caminó al ascensor e introdujo la clave como la chica le había dicho, acto seguido las puertas se cerraron y comenzó a descender.

Al salir del ascensor se topó con una multitud de coches, no sabía cual era exactamente el suyo, así que pulsó el botón del llavero y las luces del coche que estaba en la plaza 28, se encendieron.

—¡Oh joder!...¡Oh mierda!... ¡esto es impresionante!, ¡Wow!...¡Wow ¿este coche es para mí?— exclamó eufórico.

No esperó para subirse y ver su interior, el diseño del Mercedes era magnífico y debía de costar una fortuna, realmente era mucho más de lo que podría haber soñado jamás.

Rápidamente encendió el motor y este sonaba genial, acto seguido lo condujo hasta la salida y tras apretar el botón del mando que Sara le había dado, salió de edificio camino a su casa

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Rápidamente encendió el motor y este sonaba genial, acto seguido lo condujo hasta la salida y tras apretar el botón del mando que Sara le había dado, salió de edificio camino a su casa.

Se sentía importante, poderoso, era una sensación única, la de conducir una joya así, cuando llegó a su barrio y preocupado lo aparcó pues ese no era un lugar, aunque pronto se mudaría a la casa de su futuro esposo, así que no sería por mucho tiempo.

Le preocupaba la vida en común pues sería un cambio muy grande, ya que sería completamente diferente a vibir con Niall, entonces cayó en la cuenta de que Harry se había ido pero no le había dejado ni la dirección ni llaves de la casa para poder instalarse.

Ese había sido el trato y aunque él se había asustado un poco al principio, ahora veía que era lo justo pues Harry había sobrepasado gratamente su parte y por lo tanto él también debía efectuar la suya.

Subió rápidamente a piso donde se pasó un rato mirando su coche desde la ventana y sonriendo orgulloso cada vez que algún vecino se paraba a contemplarlo.

Cuando ya se aburrió, fue a su habitación y se puso ropa más cómoda y acto seguido empezó a empaquetar sus cosas pues pensaba que en cualquier momento Harry lo llamaría y le diría que podía irse ya a su casa.

Tras un tiempo empezó a pensar que quizás a Sara se le había olvidado darle las llaves de la casa y también la dirección.

—Bueno no importa, pasaré la moche aquí y mañana se las pediré.

Despreocupado decidió dar una sorpresa a su amigo Niall, así que cuando estaba próxima la hora de la salida de éste, fue al restaurante y lo esperó para llevarlo a casa.

El rubio se quedó boquiabierto al ver a su amigo junto a tan estupendo coche.

—¡Joder!, ¡No me digas te lo ha regalado esa maravilla!.

—Así es querido amigo.

Niall rió a carcajadas

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Niall rió a carcajadas.

—Eres el mejor Tommo...siempre te sales con la tuya. Al fin eres un pez gordo.

Los dos chicos se subieron al coche entre risas y bromas, estaban eufóricos pues realmente las cosas estaban cambiando y a una velocidad vertiginosa.

50. El nuevo secretario- Segunda parte-Larry Stylinson💘(terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora