50. El nuevo secretario- Segunda parte-Larry Stylinson💘(terminada)

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Louis se despertó nuevamente en la habitación del lujoso hotel de Miami, tenía muchos sentimientos encontrados y ya tan solo quedaban dos días de vacaciones.

Por un lado estaba ese Louis que quería volver y seguir trabajando y disfrutando del poder y los beneficios en la empresa de Harry y por otro estaba ese otro Louis que quería quedarse en el paraíso para siempre, junto con su esposo.

En cualquiera de los casos estaba él, Harry Styles, ese precioso hombre de ojos verdes y gran porte señorial, que yacía dormido a su lado, tranquilo y agotado después de otra noche de pasión y desenfreno.

De pronto el ojiazul sintió un dolor muy fuerte y extraño en su cabeza, se levantó y corriendo fue al baño, se puso delante del espejo pero entonces no vio su reflejo, sino que en vez de éste había un hombre que se parecía él pero su expresión era otra.

Tras un minuto observandolo fijamente con oscuros ojos, este le sonrió burlón mientras lo señalaba, entonces Louis se estremeció pues sintió un gran escalofrío.

Se mojó la cara pues creía estar soñando y tras volver al espejo, esa imagen ya no estaba, en su lugar estaba su reflejo normal, sin extraños ojos, ni sonrisa diabólica.

Volvió a la habitación y al sentir moverse el colchón, Harry se despertó.

-Buenos días, amor.

El ojiazul lo miró y sonrió.

-Hola Harry, ¿va-vamos a desayunar?-rió feliz.

-Si, claro... nos duchamos y nos vamos.

-¡Yo primero!-gritó Louis de repente echando a correr hacia el baño de nuevo.

-Vaya... si que tienes mucha energía hoy, amor-dijo el empresario riéndose pues el estaba algo cansado.

Louis se duchó rápidamente y luego entró Harry, mientas él ya comenzó a vestirse.

-Salgo en un minuto, cielo.

Poco después el ojiverde salió pero su esposo ya no estaba, entonces salió al pasillo pero no había rastro de él.

-¿A dónde habrá ido?- se preguntó confuso.

Se vistió a toda prisa y fue su busca pues pensó que realmente Louis debía estar muy hambriento para no haberle esperado.

Al llegar al restaurante lo vio sentado en una mesa desayunando tranquilamente y entonces sonrió negando con su cabeza.

-Amor, ¿cómo no me has esperado?-le preguntó sentándose en la silla de enfrente.

-Hola Harry, ¿ya estás aquí?.

El ojiverde lo miró confuso pues este tenía el plato lleno de bollos y varios vasos con zumo y café, además de que estaba comiendo con las dos manos.

-Cariño, ¿Estás bien?... ¿P-Por qué no me esperaste?.

Louis lo miró extrañado y luego sonrió.

-Es que tenía mucha hambre.

-Ya...ya lo veo. Bueno está bien, no pasa nada, cielo. Venga desayunemos entonces.

Al terminar fueron de compras pues el ojiazul se empeñó en comprarse un bañador nuevo y unas gafas de sol, por lo que cogieron un taxi y este los dejó en la zona de tiendas.

Durante horas recorrieron las boutiques donde Louis se probó miles de bañadores y miles de gafas pero ninguno le gustaba, Harry ya harto decidió dejarlo solo y se quedó en una cafetería al lado de la última tienda de complementos en la que habían entrado.