¿Cuál era la probabilidad de que en las pruebas de animadoras se encontraran los deportistas? Mínima.
Suficiente para que le ocurriera a Damian. Y más que suficiente para conseguir tensarlo durante el acto restante. Y es que podía apreciar a lo lejos el rostro idéntico de ambos gemelos; uno de ellos lo había visualizado al instante, pero el otro, conversaba animadamente con sus compañeros.
— ¿Me vas a decir qué cojones te pasa hoy, Damian?
El aludido bufó rodando los ojos, pasándose sus largos dedos tatuados por el cabello oscuro, apartando la mirada de los hermanos.
— Me pone nervioso tener a los Grey cerca. — afirmó, ladeándose para observar a su amigo.
— ¿Por qué? que yo sepa no te han hecho nada.
— No, no hicieron nada. Con Hunter ni cruzo la mirada, pero desde hace un par de días, tengo a Noah rondándome.
— ¿Noah? ¿El menor de los gemelos?
— Tío, por qué se dicen mayor o menor, si son gemelos. — Damian le miró con el ceño fruncido, notablemente molesto.
— Porque alguno de los dos nació antes. No creo que su madre diera a luz a ambos a la vez. — Drake sonrió de forma burlona, riéndose así del comentario ajeno.
— Que te jodan.
Volvió a mirar al frente, captando así la atención completa del contrario, el cual le golpeó en el hombro con el puño cerrado.
— ¿Me vas a contar lo de Noah o te lo tendré que sonsacar con una cucharilla?
— El lunes por la tarde nos encontramos en la calle al anochecer. No me preguntes como, ni yo aún lo sé. Quiso hablar conmigo, sacándome el tema del hermano. ¿No es un poco sin sentido, teniendo en cuenta que seguro se lo contó? ¿No es un poco obvio viendo cómo nunca le dejó acercarse a nosotros?
— Creo que Noah ya es suficientemente mayor como para conocer a quien quiera, Damian. Además, tú nunca te has preocupado de que alguien quisiera o no saber de ti. — mostró su confusión, inclinándose hacia delante para apoyarse con los codos en sus rodillas.
El moreno se mantuvo en silencio, paseando la mirada por la fila de chicas que postulaban para entrar en el equipo de las animadoras. El gimnasio era bastante amplio y luminoso, de paredes color beige claro y techo blanco. Las gradas se podían catalogar como azules eléctrico, aunque algo desgastadas. Los alumnos más morbosos acudieron para ver a las jóvenes adolescentes danzar, saltar y por qué no, enseñar más de lo que ellas mismas pensarían. Así funcionaban los institutos; chicos deseosos de que se levantasen las faldas de todas las estudiantes.
Entre ellas estaba Madison, que se recogía el largo cabello rojizo planchado en una coleta en lo alto de su coronilla. ¿Era afortunado de estar con ella? Mucho.
¿Lo disfrutaba? No.
Debía hablar con ella y abrirse, dejarle ver lo que ocurría. Con suerte, le entendería.
Las pruebas fueron pasando con bastante rapidez. La capitana quería un físico en concreto, lo que convertía aquellas muchachas en puros objetos para el entretenimiento y placer masculino. Y que lo dijera el propio Damian, era algo increíble, puesto que era el primero que desde el principio de llegar a América, utilizó a las chicas para su propio querer. Algo, lo más mínimo, había cambiado en aquellos años.
— Eh, ¿has visto cómo Hunter está hablando con Madison?
En aquel momento, el alemán alzó la vista al escuchar a su amigo, buscando a su novia con la misma. Y efectivamente, ambos estaban hablando apartados a un lado del resto. ¿Qué hacía? ¿Acaso no recordaba todo lo que habían pasado por su culpa?
Sin más, se levantó y caminó dejando atrás murmullos que iban creciendo; todos recordaban la última vez que esos dos muchachos se vieron las caras.
— Mad, nos vamos. — la voz del moreno sonó más ronca y con el acento más marcado de lo que usualmente dejaba ver, muestra de su molestia.
— ¿Qué? — la pelirroja juntó sus labios en una delgada línea, negando con la cabeza.
— No acepto un no por respuesta, vamos.
— Eh, si no se quiere ir, no la obligues. Ella no es tuya para mandar sobre ella.
— Hunter, no creo qu-...
— Tú. — Damian avanzó un paso, apartando a su novia agarrándola con el brazo izquierdo.— ¿Tengo que recordarte cómo acabaste la última vez que intentaste ponerte a mi nivel?
Hunter entrecerró los ojos, sin retroceder el mismo paso que el contrario había dado. Observó al joven con el que parecía que, nuevamente, iba a pelearse; sus ojos azules brillaban bajo los focos, los hombros dibujaban cada músculo que los formaba amenazando con romper la camiseta de manga corta que vestía y su mandíbula marcada, en conjunto con sus gruñidos, le daban un aura a la cual, nadie quisiera enfrentarse.
— No quiero bajar a tu nivel de nuevo, se está mejor aquí arriba.
— ¿Eres imbécil?
— ¡Damian, no!
Brazos en alto, puños cerrados, miradas que se encontraban y golpes que llegaban. Gritos, abucheos y aplausos. Gente corriendo, sonidos de cámaras de fotos y manos de por medio intentando pararlos.
Madison sostuvo a Damian con sus delgados antebrazos, viendo como ambos gemelos se enzarzaban entre sí, discutiendo por lo bajo. El aleman se soltó con suavidad, intentando no hacerle daño al hacerlo, girándose para dejar un corto beso en sus labios.
— Ustedes dos... vengan conmigo al despacho del director. Todos los demás, a sus clases.
El silencio se hizo entre los presentes, incluso por parte del tatuado, que aún movía sus nudillos mosqueado.
Lo que no se esperaba era lo que sucedería minutos más tarde.
A su derecha, uno de los gemelos le dedicó una suave mirada, mientras que alzaba algo parecido a maquillaje, tomando una gota y colocándola sobre las pecas que cubrían su nariz.
El asombro en el alemán era más que notorio, incluso dejó de caminar; no era Hunter el que caminaba a su lado, sino, Noah. Se estaba haciendo pasar por el otro para que no le expulsaran debido a la pelea pasada que tuvo con Damian.
Por su parte, el más pequeño de los dos hermanos, le hizo el gesto de que siguiera andando con una sonrisa, logrando que le alcanzara de nuevo.
— Creo que ahora tenemos un secreto en común... ¿Me contarás lo que pasó entre mi gemelo y tú?
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Seré lo que quieras. (gay)
Genç Kurgu¿Qué ocurriría si unes a un alemán y a un americano para ser los populares del instituto? ¿Qué pasaría si un hetero se enamora en silencio de un homosexual teniendo novia y viviendo con una familia homófoba? ¿Y si se enamora de un chico que tiene un...