Alyssa está enamorada del increíble hombre araña.
Alexis está enamorada del inteligente Peter Parker.
Peter está deseando ser el loser invisible otra vez.
Esta historia está basada en SPIDERMAN: HOMECOMING.
No tiene relación con los cómics.
Las idea...
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Peter entró por la gran puerta de cristal en busca de un capuchino y probablemente un sándwich para devorar, ya que este día tía May estaría ausente y nadie cocinaría. Él lo haría, si tan solo supiera hacer algo más que un huevo frito y hot cakes.
— Un capuchino con crema batida y un sándwich con jamón de pavo y verdura, por favor — La chica tecleó en su computadora para después repetirle su orden y él confirmó que era correcto.
— Son diez dólares — Peter sacó un par de billetes arrugados de los bolsillos de su pantalón y le entregó el dinero. La chica cobró y después le dio un ticket junto a una ficha con el número "4" para cuando el pedido estuviera listo se lo llevase a su lugar.
Caminó entre las mesas y personas para buscar un buen sitio para perder la tarde. A pesar de que había poca gente, a Peter le gustaba escoger algunas de las últimas mesas para así estar más cómodo consigo mismo. Tomó asiento para la espera de sus alimentos.
Recargó su barbilla sobre su mano, mientras recordaba una de las peleas que había vivido noches anteriores con unos ladrones de casas. Habían entrado por la ventana de una habitación, robando lo primero que encontraron de ahí. Ya saben, joyería, dinero, ropa y casi se llevaban un televisor nuevo. Lo bueno fue que el Hombre Araña llegó a tiempo, dándoles su merecido.
Levantó un poco la manga de su suéter y miro su artefacto, dándose cuenta que ya necesitaba recargar las municiones de telarañas que había creado él mismo desde aquel día que descubrió sus habilidades. Aunque llevaba tiempo con ellas, aún le parecía increíble lo que podía lograr gracias a ellas. Ya no recordaba al Peter inhábil y debilucho.
Estaba demasiado ocupado en sus pensamientos, recuerdos e ideas, cuando sintió una mirada penetrante sobre él. Incomodo, comenzó a fijarse a su al rededor con discreción, hasta que notó a una chica tres mesas de él. Chica que lo estaba observando desde hace unos minutos.
Peter no supo cómo reaccionar y sólo le dedicó una nerviosa sonrisa, ella se la regresó sonriendo de lado y bajó la mirada al instante. Se podía apostar que sus mejillas estaban igual de rojas que un jitomate.
— Hmmm... — Le parecía familiar. Era un rostro que ya había visto, un rostro conocido e inmediatamente supuso que era alguna niña de la escuela, así que mejor volteó a otro lado para evitar un cruce de miradas incómodas. El contacto visual no era para Peter. Sentía que a través de los ojos podían descubrir todos sus secretos, saber lo que pensaba y ver sus pecados. Sabía que era bastante exagerado, pero bueno, así se sentía.
Treinta minutos después y Peter ya había acabado con su comida. Limpió su boca y sus manos con una servilleta de papel, también sacudió las migajas de su playera para luego sacar su celular y mandarle un mensaje a Ned.
Peter bufó y bloqueó su dispositivo, en espera de que Ned le diera indicaciones de a dónde debería ir. Cuando puso el celular en la mesa, notó que aquella chica seguía ahí. Al parecer estaba escribiendo o dibujando en un cuaderno.
El castaño se detuvo a observarla.
Cabello rubio y ondulado, labios gruesos y el color de sus ojos no podía verlos. A decir verdad, ni siquiera podía ver sus ojos porque ella estaba viendo aquel cuadernillo y el cabello que caía por su frente le tapaba parte de la cara. Cuando terminó de analizar cada movimiento que realizaba, optó por seguir usando su celular, pero ahora sería ella quien decidiera verlo.
Al parecer algo de Peter le interesaba. Tanto que no quería irse de la cafetería hasta que él lo hiciera. Quería sentir su presencia y tener a dónde mirar en momentos. Algo como una pequeña y bonita distracción.
Por otro lado, Ned volvió a enviar un texto a Peter. Explicándole sobre un robo de auto a unas ocho cuadras de su estancia y fue señal de que era hora de marcharse.
Se levantó de su silla rápidamente y salió corriendo del lugar, tenía que detener a esas personas.
La chica lo siguió con la mirada hasta que desapareció del panorama. Ella suspiró y cerró su cuaderno para después echarlo a su mochila. Se puso de pie y salió de la cafetería "Shadows" para ahora encaminarse a su casa.
