Alyssa está enamorada del increíble hombre araña.
Alexis está enamorada del inteligente Peter Parker.
Peter está deseando ser el loser invisible otra vez.
Esta historia está basada en SPIDERMAN: HOMECOMING.
No tiene relación con los cómics.
Las idea...
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El hombre araña iba columpiándose por toda la ciudad a la espera de un crimen que podría detener. Observaba cada rincón de New York, descubriendo nuevos sitios donde Ned y él podían ir a perder el tiempo y restaurantes donde probablemente visitaría junto a su tía May.
Aterrizó en el tejado de una casa y analizó las deslumbrantes calles de Queens. Miró al horizonte y pudo ver la ex torre "Avengers" pero ésta ya no brillaba como antes. Ahora se encontraba apagada y obscura, ya que la estaban desmantelando.
Ya casi un mes de la última vez que habló con Happy y con el señor Stark. Al parecer ambos estaban demasiado ocupados como para atender a Peter. En realidad, ya era costumbre para él.
Trataba de tener paciencia.
Estaba divagando en su mente, cuando recordó la pintura que se encontraba dentro de la bolsa con sus ricas bolitas de queso.
¿Quién habría sido la persona que le regaló eso anónimamente?
¿Acaso iba a tener su propia historia con una "admiradora secreta"?
No le cabía en la cabeza que al parecer le agradaba... o tal vez gustaba a una chica... o chico. Era algo súper nuevo en su vida. Nunca había tenido una novia. Ni siquiera una cita, nadie lo encontraba suficientemente atractivo, o eso creía.
Después de darle más de mil vueltas al asunto, vio a una chica entrar a una tienda, chica que obviamente conocía. Alyssa. Podía reconocerla rápidamente. Esa forma de caminar y sus hebras casi blancas eran dignas de reconocer por dónde sea que estuviera.
Peter apuntó su muñeca a un poste de luz que se encontraba a escasos metros de aquella tienda. Saltó y se balanceó hasta caer sobre la lámpara, ahora estaba en la espera de su nueva amiga.
Peter bufó para sí mismo, ya que le parecía gracioso encontrarse a esta mujer tan seguido. ¿Creen en el destino?
Al pasar cuatro minutos, Alyssa salió de aquel pequeño súper con una bolsa de plástico en una mano y una bolsa de caramelos en la otra. Cuando pasó por debajo de la lámpara, Peter lanzó una telaraña, tomando los dulces, haciendo que se desprendieran de la mano de la rubia. La bolsita subió rápidamente y terminaron en la mano del hombre arácnido. Alyssa confusa, levantó su cabeza y se encontró con el chico araña, rebuscando en el empaque de los caramelos.
Ella soltó una gran carcajada y le gritó: — ¿No se supone que debes evitar los robos?
Él saltó hasta caer en cuclillas al piso.
— Al parecer ahora yo soy quien los comete. — se puso de pie y rió.
— ¿Acaso me está siguiendo el maravilloso Hombre Araña? — alzó una ceja e hizo una voz grave.
