Oneself » Peter Parker

TRES

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SEASONS

Eran 3:12 pm, Peter ya había salido de la escuela desde hace un par de minutos, así que para matar tiempo, decidió ir a la cafetería Seasons.

Llegó al mostrador y observó las tablas que estaban sobre la pared con el menú escrito.
Después de tres minutos decretó que comería.

— Buenas tardes — quitó los auriculares de sus oídos y le dedicó una leve sonrisa a la cajera —. Será un Frappé mediano sabor vainilla y una orden de bolitas de queso, por favor.

— Son ocho dólares. — respondió la chica mientras registraba el pedido de Peter en su computadora.

— Okay. — rebuscó en sus bolsillos para sacar los billetes verdes y dárselos.

— En seguida se lo llevan. — la mujer de cabello morado, de no más veintitrés años, le dio la ficha y Peter la tomó para irse en busca de su lugar.
Llegó a la misma mesa del otro día y se sentó a esperar.

Hoy no había sido uno de esos días atareados. Sólo un par de actividades e incluso unas horas libres y por supuesto, la mañana no podía acabar sin algún insulto de Flash y su grupo de idiotas.
Desde hace ya unos meses no lo habían vuelto a golpear, ya que la última vez que Kyle trató de darle un puñetazo en la cara, Peter lo esquivó con excito, dejando a todos boquiabiertos. Cuando Elizabeth vio el fallo, intentó tirarle encima su malteada de chocolate, la cual también fue esquivada por el castaño y terminó cayéndole a Kyle en toda la ropa y rostro. Sin mencionar que Flash y ella terminaron resbalándose y cayendo de espaldas. Peter lo único que hizo en un estado de shock fue correr hacia la salida con más de cien ojos viéndolo y cuestionándose como pudo hacer eso y porque no lo había hecho antes.

Estaba observando a la gente del lugar cuando vio entrar a la chica del otro día, pero esta vez pudo verle mejor la cara e inmediatamente recordó de donde la conocía.
Claro, sí era de Midtown, por eso su rostro le era algo familiar. Pero también lo salvó de los golpes de Flash hace un tiempo. Se sentía bastante tonto por haberlo olvidado.
Hablando de eso, Alexis desde ese día estuvo al pendiente de Peter. Incluso esa última vez corrió como correcaminos para llegar a la multitud e interponerse si iniciaban los golpes. Cuando el puño de Kyle estaba apunto de estamparse en Parker, ella dió un pasó al frente, no pensaba esperar a que todo llegara a mayores. Cuando estaba por dar el segundo, él se quitó, dejándola congelada.
Desde ahí supo que no necesitaría más su ayuda, pero se todas formas nunca estaba lejos.

Después de haber pedido lo que iba a consumir, la rubia caminó hasta llegar a una de las primeras mesas que están junto a la ventana. Peter tenía sus ojos clavados en ella.
Se sentó y sacó de su mochila un cuaderno junto con su celular para después notar que estaba siendo observada por Peter. Ella alzó la cabeza para chocar miradas con él y le dedicó una sonrisa apenada. Él levantó un poco su mano y la agitó con lentitud en forma de saludo mientras fruncía la boca.