Adoptada Por Cinco Idiotas - {un pequeño secreto}

Capitulo 26.

-¿Qué quieres decir con que se ha ido? -pregunte, al borde de un mar de lágrimas-

-Dijo que se iba, que no quería seguir formando parte de esto. -dijo Liam

-Sin dejar que dijera nada más, subí corriendo las escaleras hasta llegar a mi habitación, de un gran portazo me encerré en ella

poniendo seguro para que nadie pudiera entrar. Los minutos pasaban y yo seguía llorando sin parar.

Pienso, que des de que he llegado a esta casa, lo único que hago es crear problemas, peleas, y más problemas. Ellos eran felices antes de que yo llegara.

Ellos cumplieron su sueño, y yo lo arruine.

Sin esperar más, me cambie de ropa y como pude salí por la ventana de mi habitación tratando de hacer el mínimo ruido posible.

No se ellos, pero no dejaría que mi rulitos de cafe se fuera.

Gracias a dios tenía experiencia en correr con tacones.

Cuando ya estuve lo bastante alejada de casa, saque mi telefono y marque el número de Harry. 1...2...3...4.. va Harry, por favor contesta.

Pi-pi-pi

... oh bien, con que vamos con esta. Espero que se divirtiera dándole al botón de finalizar llamada, por qué lo va a estar haciendo un buen rato.

Estuve como diez minutos llamándole, ya no sabía que hacer, hasta que en mi última llamada respondió, y antes de que el comenzara a hablar, lo hice yo.

-Hola Harry . Estoy en medio de Londres, perdida, hace frío y yo no llevo chaqueta ni dinero para ir a casa, así que tu elijes, o salvas a tu hija de morirse congelada y quedarte con nosotros, o te vas y no me vuelves a ver más, tu decides. O mejor, dime donde estás, así caminando entro en calor. -le dije, divertidamente-

-Eres... -escuche desde el otro lado de la línea como maldecía- No, tus jueguitos ya no me afectan Nina. Me voy a ir, y tu no lo vas a impedir -pude escuchar el sonido de un tren, entonces supe obviamente, que estaba en la estación de tren, sin dejarlo terminar, le colgué, y calcule que más o menos serían quince minutos corriendo con tacones hasta la estación.-

Comencé mi pequeña maratón, la gente me miraba divertida, y algunas me decían que estaba loca, mi teleono no paraba de sonar en todo el rato, ya no sabía si era Harry o los chicos habían descubierto que no estaba. Podía notar como cada vez me iba faltando el aire, y no me había acordado de traer mi inhalador. Íbamos bien, pensé sarcásticamente.

Vamos Nina por Harry.