A G A I N

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Abrí mis ojos y... el ya no estaba.
Como el silencio al entrar por mis oídos. El sol y la pequeña picazón de mis ojos.
Un desayunar dulce y el silencio de acompañante...


20 años antes...


—Bien hecho Min.—Dijo saltando de emoción.

—Creo que falle como una o dos veces.—relamí mis labios y retire las pequeñas gotas de agua de sudor.

—Yo no lo escuche.—Alzó sus dos brazos.

—¡Pero yo si!...

Dijo una voz entrando a la sala.

—¡Padre!—Corrí a sus brazos con la emoción de no verlo durante 5 meses.

—¡Mi niña!.—Inhalo muy fuerte.

—Escucha la nueva melodía.—Salí corriendo al piano.

Respire ondo y comencé a tocar...














10 años después...












(MULTIMEDIA).
Ese día, aquel día en que comencé a escribir y tocar esa canción la desesperación de perderme era más fuerte que yo.

Toda mi vida estaba escrita en ella.

Era como si narraba mis altos y bajos, mis recuerdos y mis alientos.

¿Que es la música para mí? Es...vida, es amor, es todo. ¿Que es este sentimiento? ¿Esta sensación? Se que conozco una manera de expresarlo todo, y es aquí... en el Piano.

Y entonces...

Comencé de nuevo.

Tras verlo ahí, en ese rincón, lleno de polvo y hojas de cosas viejas. Como si me observara... como si me llamara, su voz, la escucho en mi cabeza. Aquellos años sentí lo mismo. Afligida y triste en un mismo instante. Melancolía.

Mis pies caminaron... Todos mis dedos se acercaron a las teclas con miedo al rechazo.

Pero como si me hubiera extrañado, el reaccionó inmediatamente con una melodía, no podía escucharla. Al parecer no me había aceptado del todo. Te entiendo. No sé si sea lógico o raro. No sé si tan siquiera pueda sentirme.

Decidí darle más amor, más delicadeza

Mis dedos empezaron...

Mis oídos empezaron...

Mi cabeza... como si realmente lo escuchara y mi imaginación loca creando los sonidos. Sintiendo un festejo en mi mano, Con tenue y sutil armonía,Proyecto gentilmente la melodía. Ya empezaba a escuchar. El compás de las teclas o incluso el silencio, volviendo a mi como un rayo de luz.

Entre más avanzó, entre más mi corazón se abre... más escucho.

Esto... ¿Podría ser un sueño?

Y de repente, mi piano ya era parte de mi . ¿Me había estado esperando?
De alguna manera nunca me había abandonado y ahora, cuando lo necesitaba, estaba dispuesto a darme todo sin pedirme nada a cambio. Si, tal vez no lo hubiese dejado.

Las nubes blancas después de la lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora