V I O L A C I O N

6 1 0
                                    

Muchísimas veces he escuchado eso de que después de la tempestad, siempre llega la calma, pero hoy, justo cuando pensé que mi tormenta había pasado, cuando pude asomarme a mi interior y creí todo tranquilo, justo cuanto pensé que había encontrado mi calma, resultó ser que solo era el ojo del huracán.

Les ha pasado que en lugar de ver un rayo de sol al amanecer, solo ven más, y más nubes que enturbian la vista, que hacen que todo se vea oscuro, gris, triste, tratas de mover esas nubes, tratas, según tú de alejarlas, para seguir con tu vida "normal" con tu vida "feliz", pero resulta que cada nube, cada viento frío es provocado por las lágrimas de tu interior, o sea, tú misma estas propiciando tu frío y hostil contexto, pero aunque lo intentas, no puede evitarlo, simplemente no puedes.

Hoy es uno de esos días para mí, esos días en que respirar te duele, y el alma te pesa, esos días en que fácilmente podrías tener una nubecita lloviéndote encima todo el tiempo, aun así traté de levantar la cabeza para continuar, pero al hacerlo me di cuenta que estaba empapada en llanto, de nuevo el recuerdo de mi pasado "perfecto" me persigue, de nuevo lo veo en la sonrisa de Leo, en la mirada del chofer, en mis manos, de nuevo me tocó recordar a ese amor perfecto el cual me rompió en cuerpo y alma.

Una tormenta de bellos recuerdos siempre terminan convertidos en llanto, comienzas a desmenuzar el futuro que habías soñado a su lado, comienzas a desbaratar, las promesas que quedaron sin cumplir, y aquí viene otro dicho falso, eso que dicen que el tiempo lo cura todo, hoy tampoco me sirve, pues ya hace mucho qué pasó y hoy me a vuelto a lastimar el alma.

Sin embargo mi rutina sigue, y cada persona que me conoce trata de hacerme sonreír, hago una mueca torcida para que no se sientan mal por su fallido intento, pero no puedo esbozar una sonrisa aunque lo intente, hoy es de esos días que ni mil palabras por segundo podrían hacerme sentir mejor, a veces quisieras decir que cerraran la boca y solo te abrazaran, pero no lo dices, pues temes romper en llanto incontenible, pues de muy buena fe tratan de hacerte sentir bien, pero solo quiero ese abrazo, el único que hoy puede juntar todos tus pedacitos y reconstruirte el alma derrotada que estas cargando.

El peor sabor del día es que debes seguir con tu vida, como si nada pasara, como si tu sonrisa fuera sincera, debes seguir tu día con la melancolía rasgándote las entrañas, con el mounstro del recuerdo alimentándose de cada lágrima que te tragas, pues estas cansada de que te juzguen por llorar, estas harta de que no comprendan que estas hecha pedazos, ya no quieres ir por la vida explicándole al mundo lo que se siente que te duela el alma.

Y así es el día , solo para darte cuenta que al caer el sol, el alma pesa más, y que será una larga noche en donde tendrás que exprimir tus sentimientos para dejarlos en tu almohada en forma de lágrimas, lo malo, no dormirás nada, lo bueno, sabes perfecto que no es un estado recurrente de ánimo simplemente te invadió hoy la melancolía pero mañana estarás bien.

Es válido soltar lágrimas hasta inundar la almohada, pues el dolor del alma no es cualquier cosa, y es la única forma que conozco de sobar y eliminar el dolor que produce un corazón y una alma roto.

...

Les contaré una historia...

En mi vida he tocado muchas veces frente a un gran escenario, he competido todos los años de mi vida. He sido una persona muy importante para esta generación de la música. Hay chicos con los que he competido desde mis primeras veces. Ese es William Kaenes. Un chico alto, con piel bronceada, ojos verdes y cabello oro. Con manos frías y corazón grande. Competía junto a mi desde los 4 años, su cabello era chino y yo era más alta que el. El decía...

Tu,Minna de no sé qué, eres mi rival.Señalaba. Mientras sus pequeños chinos rubios se movían de lado a lado.

Las nubes blancas después de la lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora