LA SORPRESA

227 15 4
                                    

  CAPITULO 14

LA SORPRESA

Gu Jun Pyo toma a Tae In de los brazos fuertemente.

–¿Qué es lo que estás diciendo? – pregunta exasperado.

Tae In se trata de liberar de Jun Pyo sin éxito.

– Lo que escuchaste. – Alcanza a decir - JanDi está casada. Ella misma me lo dijo.-

Jun Pyo no puede creerlo. ¿Es que la maldita pesadilla no se iba a acabar jamás? Se resiste a creerlo. 

-- Mientes – le dice a Tae In soltándola. – JanDi no se pudo haber casado... - un asomo de duda se refleja en su voz.

-- ¿Por qué no se lo preguntas directamente? – le pide Tae In. Gu Jun Pyo la mira con enfado y le contesta. 

– Por supuesto que lo haré. Si lo que dices es mentira, lo pagarás caro, Tae In. -- 

Tae In esboza una sonrisa y suelta la última estocada muy segura. – Si lo que digo es cierto, creo que ya va siendo hora que olvides a JanDi como ella lo hizo de ti. --

Gu Jun Pyo sale de la habitación dando un portazo.

*

*

JanDi ha tenido que detenerse en su lugar habitual en el parque. Los recuerdos siguen fluyendo. Con lágrimas en los ojos, empieza a recordar todo. La primera vez que vio a Gu Jun Pyo de estudiante, los F4 y las maldades de Gu Jun Pyo, como poco a poco se fue enamorando de él, su primera cita, sus separaciones... todo fluye, hasta el día del accidente. Ahora recuerda bien que sucedió. Sin poder evitar llorar con fuerza, recuerda a Ji Hoo, las pláticas que sostuvo con él cuando convalecía, todo va cayendo en su lugar. No entiende el por qué Ji Hoo le haya dicho que estaba casada con él. No entiende el por qué no la ayudó a reunirse con Gu Jun Pyo nuevamente.

En ese momento, quería ver a Ji Hoo y preguntarle todo, reprocharle. Pero de repente recuerda que no fue Ji Hoo quien le dijo que estaba casada con él, sino la señora Chan, la mujer que la cuidaba en el pueblo de Chibuk. También recuerda que JI Hoo no le contaba detalles de su matrimonio y que jamás trató de tomar ventaja física de esa relación. Respirando profundo, JanDi tiene que aceptar que esos dos años con JI Hoo no habían sido malos, sino todo lo contrario. Había vivido en paz como nunca lo había hecho desde el momento en que conoció a Jun Pyo. 

También tenía que reconocer que le debía la vida a Ji Hoo. 

Este la había cuidado y protegido desde el momento del accidente, nunca fue su intención hacerle daño. Ahora, el solo hecho de separarse de él le causaba cierta incomodidad. Ya se había acostumbrado a su presencia.

JanDi se preguntó a sí misma que sentía por Ji Hoo y qué sentía por Gu Jun Pyo. Se sentía confundida. También, por otro lado, estaba la prometida de Jun Pyo, Tae In. Recordó que desde el principio esa mujer no le había gustado. Ahora ya sabía por qué.

Aún permaneció una hora más en el parque analizando la situación hasta que la tarde empezó a caer. Un poco más calmada, decidió regresar a su casa. Necesitaba hablar con Ji Hoo, necesitaba calmarse. Necesitaba tomar una decisión.

*

*
Gu Jun Pyo estaba enfurecido. Salió del hotel rápidamente y decidido a enfrentar a JanDi sobre lo que Tae In le había expuesto. Si estaba casada, ¿qué haría? , pensó en matar al esposo de JanDi, pero eso sería demasiado fácil. Los celos lo carcomían. Si estaba casada eso significaba besos, abrazos y mucho más. El tan solo imaginar a JanDi con otro hombre lo hacía enloquecer. Necesitaba calmarse para poder enfrentarla, de lo contrario, podría resultar contraproducente. 

Nuevamente se enfiló hacia la Galería.

*
*

JanDi llamó a Ji Hoo por el celular y le preguntó si podría llegar a la casa temprano ya que necesitaba hablar con él. Este notó la preocupación en la voz de JanDi y confirmó llegar antes de la cena. Mientras tanto, caminando, JanDi volvió a analizar la situación. Al entrar a su casa, fue como entrar a un mundo nuevo. Observó todo, vio los muebles que habían comprado juntos, las fotos que se habían tomado, ambos sonrientes... los recuerdos que juntos, en esos dos años, habían formado.

JanDi fue a su habitación y trató con todas sus fuerzas odiar a Ji Hoo, pero no pudo. Algo en su mano le llamó la atención: el anillo de compromiso. Con la otra mano se propuso quitárselo, pero al empezar a hacerlo se detuvo. Se dio cuenta que no podía. Ji Hoo solo le había dado amor, amistad, cariño en todo ese tiempo... mucho más que Jun Pyo en todo el tiempo de conocerla. No fue casualidad que Ji Hoo la encontrara. Recordó a la lectora de cartas del pueblo de Nueva Caledonia. Le dijo que se casaría, pero no con su alma gemela. ¿Podría haberse equivocado la adivina? ¿Podría ser Ji Hoo su destino inevitable? Porque tal pareciera que siempre JI Hoo aparecía cuando más lo necesitaba. Inclusive, en sucesos tan graves como el accidente. 

Finalmente, decidió no decir nada de la recuperación de su memoria. Ji Hoo ya le había dado mucho, era tiempo de corresponder. A pesar de que sus sentimientos aún no eran muy claros, había decidido no volver a ver a Gu Jun Pyo y empezar una nueva vida. Hasta ahorita, verlo sin saber quién era le había activado los sentidos y la memoria. Si lo volvía a ver, no sabía que pasaría y quizá no sería tan valiente para seguir con su decisión. Verlo significaba remover sus sentimientos y la verdad, recordando su pasado, Gu Jun Pyo si se lo proponía era irresistible. Era necesario marcharse y alejarse de Jun Pyo cuanto antes. 

*
*

Gu Jun Pyo regresa a la galería y pregunta por JanDi. La recepcionista le informó que desde que había salido en la mañana no había regresado. Jun Pyo pidió que le informaran su dirección personal, a lo que la recepcionista se negó. Jun Pyo entonces le dio una tarjeta suya y le dijo que como patrocinador de la galería tenía el derecho de conocer y saber quiénes eran los expositores. Lo dijo con tal autoridad y seguridad que la señorita dudó por un momento. Aparte el hombre era demasiado atractivo para decirle que no. Finalmente cedió y le dio la dirección. Jun Pyo sale corriendo del lugar y le pide a su chofer que lo lleve a la dirección escrita.

*
*
Ji Hoo se dirige a su hogar con algo de preocupación, no sabe lo que JanDi quiere y le preocupa. ¿Quizá tenía dudas acerca de su matrimonio? Se pregunta. Ji Hoo está decidido a hablar con JanDi y decirle la verdad. Después de haber visto y hablado con Jun Pyo, ya no puede continuar con la mentira. Por mucho que ame a JanDi, ocultarle la verdad no era correcto. El amor no justificaba todos los actos. Solo esperaba poder decírselo antes de viajar a Corea. Así, ella tendría que tomar una decisión: si seguir con él o buscar a Jun Pyo. 

Ji Hoo llega a su casa y una JanDi relativamente tranquila lo recibe. Ji Hoo le pregunta que era lo que necesitaba y ella le contesta que solo quería que llegara temprano a casa para comer juntos. JanDi lo observa detenidamente y confirma nuevamente su decisión. No puede enojarse con este hombre que no ha hecho mayor cosa que quererla. No puede. Ji Hoo con el paso del tiempo era un hombre muy atractivo, sin embargo, JanDi estaba consciente que no le causaba el mismo efecto que Jun Pyo. Se lamentó de este hecho. Como quisiera poder sentir lo mismo que con él.

En ese momento, constata lo que ya sabía pero se negaba a reconocer. Seguía enamorada de Jun Pyo. Su amor no había cambiado, seguía latente como antes. Que difícil situación.

JanDi le dice a Ji Hoo que espere un momento por la comida, que en unos momentos estará lista por lo que se marcha a la cocina para revisarla. Ji Hoo se sienta en la sala que comparten y prende la chimenea, ya que el frío prevalece. En ese momento el timbre de su casa apartamento suena y JI Hoo mira a la puerta extrañado. Le pregunta a JanDi si ella espera a alguien y ella le contesta que no.

JanDi se encuentra preparando la comida y cuando escucha que JI Hoo se dirige a la puerta para abrir, ella de da cuenta de quién se trata. Lo puede presentir. Su corazón ha empezado a latir a mil. Deja todo y corre a impedir que JI Hoo abra la puerta. Es demasiado tarde.

Ahí, en el marco de la puerta, se encuentra Gu Jun Pyo, observando a JI Hoo con sorpresa y conmoción.  

Destino InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora