Destino Inevitable

LA ENTREGA

  Prologo: Capítulo para mayores de 18. Se sugiere discreción.  Espero comentarios!

CAPITULO 16

LA ENTREGA

Ji Hoo no preguntó. Simplemente asintió. Casarse con JanDi era su deseo más grande. Estaba a punto de lograrlo, pero a costa de su mejor amigo. ¿Que debía hacer? No mencionó a JanDi que ya sabía que había recuperado la memoria, tampoco ella. Ambos se miraron con profunda tristeza y se abrazaron.

*
Gu Jun Pyo estaba aturdido. Se sentía muy herido y a la vez molesto. Herido por lo que su amigo le había hecho y molesto por la situación en que ahora estaba. Le incomodaba terriblemente que JanDi pensara que estaba casada con Ji Hoo. Imágenes de ella con Ji Hoo en situaciones románticas flotaban por su mente. Sentía enloquecer de celos. Al llegar a su hotel, todo su mal humor salió a flote con el personal del hotel, inclusive con el director Jung.

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Tae In quiso hablar con él, pero no la aceptó. No quería verla. En ese momento, odiaba a todos y lo que menos quería era que le recordaran la situación en la que se encontraba. Necesitaba hablar con JanDi a solas... a eso había ido a su casa y no lo había podido hacer. Pero al día siguiente lo haría, había mucho que aclarar.

*
Al día siguiente, Ji Hoo se encontraba muy adolorido. No había podido dormir en toda la noche. Había bajado a la cocina a prepararse un café. Vio la hora en el reloj de la cocina. Ya eran las siete de la mañana. De repente, llamaron a su puerta. Él ya sabía quién era. Gu Jun Pyo se encontraba ahí. JanDi aparentemente dormía.

Gu Jun Pyo al verlo, no sintió remordimiento alguno de haberle golpeado. Entró a la casa sin que lo invitaran.

-Vengo por JanDi – dijo mientras buscaba a JanDi en la casa.

Ji Hoo lo miró asombrado. Con calma, tomó asiento para escuchar lo que tenía que decir Gu Jun Pyo. Se notaba que no había dormido en toda la noche. Llevaba puesta inclusive la misma ropa de ayer. Una incipiente barba se dejaba ver. Gu Jun Pyo era un desastre.

-Es lo menos que puedes hacer Ji Hoo. – continuó Jun Pyo. -El lugar de JanDi es a mi lado.. siempre lo ha sido.- dijo mientras observaba a Ji Hoo con frialdad.

-Si ella quiere irse contigo, adelante – el doctor dijo esto no muy seguro, pero tenía que hacerlo así. No había otra opción.

Para Jun Pyo solo había una respuesta. O se iba con él o se la llevaba a la fuerza.

-En dónde está? –preguntó.

-Dormida probablemente –contestó Ji Hoo aunque sabía perfectamente que JanDi no había dormido tampoco.

-Ji Hoo –continuó Jun Pyo– eso de la mentira del matrimonio - tragó saliva – no lo habrás llevado a sus últimas consecuencias, verdad? – Jun Pyo lo miró expectante y listo para volver a golpearlo si era preciso.

Ji Hoo sonrió. Podría hacerlo sufrir más... pero ya no podía. Bastante daño ya le había causado a su amigo. Ex-amigo ahora.

-Lo intenté –le dijo Ji Hoo con una mueca– pero no. No podía hacerle eso a JanDi.

Gu Jun Pyo volvió a respirar. Sintió alivio, aunque los celos permanecían. Ji Hoo había vivido con JanDi por dos años. ¿Realmente no había pasado nada?

-Jun Pyo –volvió a hablar Ji Hoo, notando que Jun Pyo no creía en él, con justa razón–. No pasó nada. No hay nada físico entre yo y JanDi. Sin embargo... aún pienso casarme con ella.

Hubo un silencio entre los dos.

Jun Pyo ardía de rabia y celos.

-No lo permitiré, te lo dije. Ella no es para ti -concluyó.