Destino Inevitable

EL ENCUENTRO

  CAPITULO 12

EL ENCUENTRO

Gu Jun Pyo sale corriendo de la oficina y pregunta desesperadamente a la recepcionista quien ha llevado el cuadro. La recepcionista se queda muda de los nervios y Jun Pyo repite la pregunta a gritos. Ella le contesta que fue una mujer la que lo llevó. Jun Pyo le pide la descripción de la mujer y ella le dice que es una joven de cabello largo oscuro, tez muy blanca... Jun Pyo no escucha más, sale corriendo hacia afuera del edificio. No lleva abrigo, no le importa el frío que hace ni nada, solo tiene en mente buscarla. Y el primer lugar que se le ocurre es la Galería.

Se recrimina el hecho de no haber revisado a los expositores, en lugar de checar a los invitados. --¡Estúpido que fui! --piensa.

Jan Di va de regreso a la galería, va caminando pensando en su pintura, y también en la persona que ahora la tendrá. Por alguna razón, siente mucho tener que despegarse del cuadro y por otra, tiene curiosidad por ese hombre. Desde que lo vio en la fiesta le llamó la atención, y luego está su pareja de baile... de repente, Jan Di relaciona a los dos y se da cuenta. Se detiene. Son la misma persona.

Jun Pyo avanza con velocidad, no se fija si empuja, o si es grosero con la gente a su alrededor. Solo tiene un objetivo en la mira.

Jan Di necesita ordenar sus pensamientos. Cerca de ahí se encuentra su cafetería preferida. Decide entrar y tomarse un café. Hace muchísimo frío. Pide el café y se sienta en una mesa pegada a la ventana. Ahí puede observar a la gente pasar. De repente, ve pasar a gran velocidad al hombre de sus pensamientos. Se sorprende. ¿Por qué llevará tanta prisa? ¿A dónde irá? Se pregunta. Por un momento quisiera seguirlo. Pero luego desiste de la idea – es una locura,-- piensa. Gu Jun Pyo. Repite su nombre en la mente, lo pronuncia y lo escribe en el cuaderno de dibujo que siempre trae. Gu Jun Pyo,. ¿quién eres?

Gu Jun Pyo llega a la galería, casi sin aliento. Entra como una tromba y se dirige a la recepcionista. Pregunta por la pintora Dijan, si se encuentra, si la puede ver. Su corazón está a punto de salirse de su cuerpo. La recepcionista le dice que Dijan no se encuentra, que había salido desde temprano a llevar un paquete y aún no regresaba. Gu Jun Pyo pregunta si regresará y si puede esperarla en la galería. La recepcionista le confirma que debe regresar, y le dice que puede esperar, mientras la galería esté abierta al público. Jun Pyo asiente y mientras comienza la espera, decide volver a ver sus obras. Inmediatamente nota el sello de Jan Di en ellas. Vuelve a recriminarse el no haberse dado cuenta. Ya con mayor tranquilidad, empieza a recrear los hechos en el baile... cierra los ojos y únicamente utilizando sus sentidos, puede percibir y saber que con quien bailó fue con Jan Di. Su corazón se lo decía, pero él no quiso escucharlo. Volteó a ver por enésima vez la puerta de entrada, solo esperaba el momento en que entrara. Enloquecería si no lo hacía pronto.

Jan Di decide ir a ver su vestido de novia. Contenta, está decidida a pasar la tarde buscando y probando diferentes trajes de novia. Busca algo sencillo, no caro. Tiene la idea de tener una boda al aire libre, así que será algo muy natural. Ya después pasaría a la galería a terminar sus pendientes. Afortunadamente, tenía llave del lugar y podía entrar y salir cuando quisiera. Se cubrió nuevamente con abrigo, boina y guantes y salió. No llevaba prisa alguna, sin embargo, algo la tenía inquieta.

En el edificio del grupo Shinhwa, Tae In aún se encuentra extrañada de la actitud de Jun Pyo. Observa el cuadro con atención y ve el nombre del pintor. Dijan. No se explica que pudo haber ocasionado tal consternación. Le pregunta a la recepcionista lo que le dijo Jun Pyo y ésta le explica que únicamente quería saber quién había llevado el cuadro. Tae In quisiera averiguar más, pero no hay tiempo. Su vuelo de regreso a Seúl está programado para la noche. Necesita encontrar a Jun Pyo urgentemente por lo que empieza a marcarle al celular.