En el momento que nuestros ojos se encontraron, el miró
hacia otro lado, casi como si estuviera avergonzado
acerca de algo. De hecho fue… lindo, una palabra que
nunca pensé usar para describir a Derek Novak. Mientras caminábamos de
regreso al Pabellón, se mantuvo en silencio, sumido en sus pensamientos, ni
siquiera miraba hacia mí.
—Dijiste que querías enseñarme a defenderme —dije finalmente,
rompiendo el silencio, detestando la pared que parecía estar construyendo
entre nosotros.
—Sí. —Él asintió. Hizo una pausa como para recomponerse a sí
mismo—. Pero si no quieres…
Fruncí el ceño. ¿Desde cuándo le importalo que yo quiero?Decidí no
hacer un alboroto sobre eso.
—Quiero.
La pesadez de nuestra conversación recayó sobre mí. Quería volver a
lo cómodas, ligeras y casuales que nuestras interacciones eran antes de que las
cosas tomaran un giro peor. Antes de que apareciera Lucas. Todavía estaba
conmocionada, aún tenía miedo de lo que Lucas era capaz, pero insistir en los
problemas no era realmente uno de mis fuertes. Fue una de las principales
influencias de Ben sobre mí. Él nunca me permitió la autocompasión. Así que
puse mis manos en Derek, acostumbrándome a lo frio que era, con la
esperanza de dejarle saber que lo que había pasado no había cambiado mi
opinión de él.
— Me gustaría si dejases que las otras chicas se nos unieran también
— le sugerí, apretándole la mano.
El gesto pareció aclarar un poco su estado de ánimo. Sus hombros se
relajaron mientras me daba una mirada cariñosa.
— Por supuesto. — Él asintió.
Luego se detuvo y tomó mis manos entre las suyas. Dejó escapar un
suspiro. Parecía como si estuviera sopesando cuidadosamente cada palabra que
diría.
— Estoy pensando que deberías de comenzar a dormir en mi despacho
de ahora en adelante.
Estaba sorprendida. Entonces una sonrisa burlona se apoderó de mis
labios.
— ¿No crees que nos estamos moviendo un poco demasiado rápido?
Bromeé, guiñándole un ojo. Me estaba burlando de su propuesta, pero
la verdad es que tenía un puñado de reservas acerca de estar en el mismo
dormitorio, mucho más de estar en la misma cama, con un vampiro
chupasangre.
Él me dio una mirada divertida, quizás preguntándose si me debería
tomar en serio o no.
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A la sombra de la sangre. 1.
VampireLa noche del decimoséptimo cumpleaños de Sofía Claremont, ella se adentra en una pesadilla de la que no podrá despertar. Un tranquilo paseo nocturno por de la playa la lleva cara a cara con una criatura pálida y peligrosa que anhela mucho más que su...