No mucho después de que Sofía nos dejó para discutir lo
que fuera que Vivienne había considerado demasiado
confidencial como para que ella lo escuchara, mis
hermanos me dieron un recorrido por la isla, principalmente en la Fortaleza
Carmesí para ver cómo la habían fortificado a lo largo de los siglos pasados. Lo
que solía ser justo lo que era —un muro rodeando la isla—
era ahora el hogar
de trescientos guardianes vampiros y exploradores que buscaron refugio en la
Sombra de Sangre y juraron defenderla.
En ciertas áreas clave de la fortaleza, había largas casas de madera con
distintivas torrecillas puntiagudas frente a los edificios que alineaban el muro
Me habían dicho que varios hombres y mujeres pertenecían a la Élite
entrenada para pelar y eran llamados Caballeros. Las casas eran para ellos para
los tiempos en que eran llamados para servir en la fortaleza.
La Élite consistía en los veinte clanes originales que juraron lealtad a
nuestra familia. Había aquellos que pelearon y sangraron con nosotros, que
fueron perseguidos por los Cazadores de la Oscuridad hasta que finalmente
encontramos refugio en la Sombra de Sangre. Los demás —guardias,
exploradores, y los inquilinos—
vinieron justo después de que la fortaleza fue
construida y de que el hechizo de Cora fue capaz de proveernos una
protección permanente en la Sombra de Sangre.
—¿En dónde se quedan la mayoría de los esclavos humanos?
—Aparte de las bellezas que mantenemos en nuestras casas para
nuestro entretenimiento, todos los humanos están en las Alturas Negras.
—Los ojos de Lucas brillaron ante la mención de “las bellezas”. Mi hermano
siempre había tenido bastante inclinación por las mujeres hermosas y jóvenes.
Enarqué una ceja.
—¿Las montañas?
—Dividimos la red de cuevas que encontramos ahí en celdas y los
cuartos de los esclavos. Prisioneros y nuevos humanos cautivos —antes de ser
asignados—
son enviados a las Celdas. Los humanos viven en las viviendas de
los esclavos, a las que llaman las Catacumbas —explicó Vivienne.
—¿Las Catacumbas? —pregunté curioso.
—Se supone que sea una ironía. —Lucas rodó los ojos—. En la
Sombra, son los vivos quienes residen en las Catacumbas.
Lo dejé pasar y miré la altura del muro que nos protegía.
—Todo parece estar bien. No entiendo por qué es necesario que me
haya levantado de mi sueño.
—Las cosas no siempre están bien, Derek —dijo Vivienne
entusiasmada—. Los Cazadores de la Oscuridad son más poderosos que nunca.
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A la sombra de la sangre. 1.
VampiriLa noche del decimoséptimo cumpleaños de Sofía Claremont, ella se adentra en una pesadilla de la que no podrá despertar. Un tranquilo paseo nocturno por de la playa la lleva cara a cara con una criatura pálida y peligrosa que anhela mucho más que su...