Quería llevar a las chicas conmigo e insistí en eso. Derek
no quería oír hablar de ello. De hecho, simplemente me
ignoró. Ni siquiera me miraba. Pero miró a Ben y le dijo:
-Protégela.
Ben lo miró con incredulidad, como diciendo que él no necesitaba que
le dijeran que hiciera eso. Era fácil ver que a Ben no le gustaba Derek y no vio
motivos para estar agradecido por lo que estaba haciendo.
Yo lo vi de diferente manera. Sabía lo mucho que Derek estaba
arriesgando al ayudarnos a escapar. Estaba comprometiendo gravemente la
seguridad de todo el mundo en la Sombra al dejarnos ir. Le estaba dando a su
especie una razón para cuestionar su gobierno. Temía por él, tanto así que me
encontré debatiéndome en si aún quería irme.
Lo siguiente que le dijo a Ben, me desgarró por dentro:
-Asegúrate de que vuelva a su hogar a salvo.
Hogar. Le dije que él había empezado a sentirse como mi hogar, y en
ese momento, sabía que me estaba mintiendo a mí misma si trataba de
convencerme que al salir de la Sombra de Sangre, volvería a mi hogar. En ese
momento, ya no estaba segura de dónde estaba mi hogar, pero no cambiaba el
hecho de que tanto mi vida como la de Ben estaban en grave peligro por estar
allí. La mía debido a la determinación de Lucas en tenerme. Y la de Ben
debido a su conexión conmigo... y Claudia.
Por lo tanto, la fuga continuó como estaba prevista.
Se hizo evidente que Derek conocía la Sombra de Sangre bastante
bien. Sabía a dónde ir y qué hacer con el fin de permanecer oculto.
Considerando cómo Corrine ya le había hablado sobre mi BIL, también era un
riesgo. Sabía que iba a recordar cada detalle de mi escape. Significaba que si
alguna vez volvía a la Sombra de Sangre, estaría muy familiarizada con la ruta
para escapar, incluso en la oscuridad. Con cada paso que daba más cerca del
puerto, donde Derek ya había asegurado un viaje para nosotros que nos
devolvería a la playa desde donde fuimos capturados en primer lugar, me di
cuenta de lo mucho que no quería irme. No porque de repente encontrara un
lugar especial en mi corazón para la Sombra de Sangre, sino porque no quería
estar en ningún lugar en el que él no estuviera.
Odiaba que ni siquiera me mirara. Cuando el puerto apareció a la
vista, ya había tenido suficiente. Ben estaba sosteniendo mi mano y Derek se
perdía detrás de nosotros, asegurándose de que nadie nos seguía. Dejé de
caminar, con la esperanza de que Derek se golpeara contra mí. No lo hizo.
Como siempre, él estaba al tanto de todos mis movimientos.
Ben tiró de mi mano. Su rostro cayó cuando deslicé mi mano lejos de
su alcance.
-Necesito hablar con Derek -fue toda la explicación que le di.
Ben no parecía contento con eso, pero asintió con la cabeza, dando a
Derek una mirada antes de seguir adelante, a una distancia segura lejos de
nosotros.
Me di la vuelta para mirar a Derek. Quería que me mirara. Él miró
hacia otro lado.
-No seas de esa manera, Derek.
-¿De qué manera?
-Distante.
-¿Por qué no? Eso es lo que va a ser una vez que salgas de la Sombra.
Era la primera vez que me daba cuenta de que una vez que me fuera,
era un adiós para siempre. No era como si pudiera ir y chatear en línea y video
con él.
-Eso es exactamente por lo que no puedo soportar esto, Derek.
-Contuve un sollozo-. Hemos pasado por mucho... Me gustaría pensar que
significamos mucho el uno para el otro.
Este era un eufemismo. Y odiaba la forma en que yo sonaba tan
formal. En ese momento, me sentí como si él significara todopara mí y con
todo mi corazón, deseaba que él sintiera lo mismo. Traté de contener las
lágrimas mientras seguía con mi intento de decir en voz alta lo que me estaba
carcomiendo por dentro.
-Irme de esta manera... casi sin hablar, apenas sin mirarnos... no sé
cómo manejarlo. No puedo soportarlo.
Me atraganté antes de que pudiera decir las palabras que sabía que
siempre me perseguirían. Te amo demasiado como paradejar todocolgando de
estamanera.
Mi columna se estremeció cuando me alcanzó, sus dedos acariciando
mi mejilla y cepillando mi cabello. Antes de que pudiera darle sentido a lo que
estaba sucediendo, sus labios se apretaron contra los míos, hambrientos,
apasionados, exigentes. Su lengua empujó entre mis labios, alegando,
explorando, probando. Me encontré tensándome contra su toque, luego
aliviándome con ello. Yo lo quería. Estaba tan hambrienta como él lo estaba,
tan apasionada. Me sacudió el darme cuenta de lo mucho que quería esto, lo
mucho que lo quería. Cada segundo que duró ese beso era otro segundo para
asimilar la verdad.
Yahe dejado de pensar osiquierasoñar conunavidaenlaque no se
encuentreDerekNovak.
Cuando nuestros labios se separaron, me encontré sin aliento, pero
desesperada por más.
Me abrazó fuertemente.
Sentí su necesidad, su deseo de que me quedara cuando me susurró al
oído:
-No quieres irte.
Ante eso, rompí a llorar. Estaba en lo cierto. Si, me gustara o no, mi
hogar se había vuelto en donde quiera que Derek Novak estuviese.
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A la sombra de la sangre. 1.
VampiroLa noche del decimoséptimo cumpleaños de Sofía Claremont, ella se adentra en una pesadilla de la que no podrá despertar. Un tranquilo paseo nocturno por de la playa la lleva cara a cara con una criatura pálida y peligrosa que anhela mucho más que su...