Capitulo 23 Sofía

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Escalofríos corrían por mi espalda mientras me relajaba

con facilidad en los fuertes brazos de Ben que me

apretaban fuertemente. Había muchas preguntas

corriendo por mi mente, mucha ansiedad sobre lo que le había pasado. No

sabía si debía estar contenta u horrorizada de poder verlo en un lugar como la

Sombra de Sangre.

—Con todo el debido respeto, mi querido príncipe… —La invitada de

Derek puso un tono que me hizo pensar en ninguna otra palabra

que seducción—. No me gusta que otras chicas estén tocando lo que es mío, y

por la mirada en tu rostro, dudo que estés disfrutando de esta vista.

Pude sentir que el cuerpo de Ben se tensó cuando ella habló. Era

enfermo pensar en las posibilidades que rodeaban su presencia en la Sombra.

Quería hablar, decirle algo, preguntarle al menos una de las preguntas que

rondaban mi mente, pero sabía que en el momento que lo intentara, no sería

capaz de aguantar los sollozos. Quería sostenerlo, pero ambos sabíamos que

teníamos que irnos. Sostener no era otra cosa que problemas… para ambos, así

que con reticencia nos soltamos y nos paramos quietos en frente de la mujer y

el hombre que nos mantenían cautivos.

—¿Quién es él, Sofía? —preguntó Derek.

No perdí la tensión en su voz.

—Un amigo.

La maravillosa invitada rubia arrugó la nariz preguntando:

—¡¿Solo un amigo?!

—El mejor que he tenido —contesté, mi voz rompiéndose en el

proceso en que una lágrima corría por mi mejilla.

—Concédeme una petición, ¿lo harás, Claudia? —habló Derek, sus

ojos estaban en los míos.

No podía averiguar qué expresión tenía en el rostro. No estaba segura

de si lo había molestado. Por alguna razón, mi corazón se fue a él. Sentía como

si quisiera asegurarle que Ben estando aquí no cambiaría nada entre nosotros,

pero era una mentira. Cambiaba todo. Recordé lo que le dije anoche… que él

había comenzado a sentirse como mí hogar. Nunca olvidaré la forma que me

miró después… como si yo fuera el mundo para él. Estaba tan perturbada por

cómo este hombre fuerte y poderoso podía verme de esa manera. Era extraño,

porque en ese momento, se sintió como si yo tuviera el poder y él fuera el que

era vulnerable y estaba bajo mi merced.

Mientras me paraba junto a Ben, teniendo miedo por él, miré de

nuevo al amo por el que me había empezado a preocupar profundamente y

comencé a preguntarme. ¿Seráposible que yo puedaromper a Derek?

Salí de golpe de mi monólogo interno cuando me di cuenta lo enojada

A la sombra de la sangre. 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora