¿Realmente puedo amarte? [One Piece]

CAPITULO 11 VERDADES A LA LUZ

A la mañana siguiente ella se levantó muy temprano sin despertar a doflamingo tomando  una bolsa de ropa al azar y se dirigió al baño, se tomó una ducha rápido para después salir con vestido blanco de manga larga. 

Salió al balcón más alejado de todo mundo para después sacar su den den mushi y llamar al almirante de la flota.

Marineford...

Puru puru puru...

____: Soy yo. -Dijo desanimada-

¿?: ____ ¿Algún detalle acerca de los planes de doflamingo?

____: Sí, sobre eso... +Trago saliva+ Ya no quiero hacer esto.

¿?: ¿Qué? -Dijo sorprendido-

____: Lo que estas escuchando. -Dijo algo molesta -. Ya no quiero hacer está misión, quiero hacer mi vida sin que tengas que decirme que hacer.

El almirante se quedó callado por un buen rato mientras procesaba las palabras que le decía su hija, la hija que decidió criar solo, desde que su madre murió.

¿?: sabes lo que estás diciendo ¿verdad?

____: Sí, gracias por todo, pero es momento de buscar lo que quiero.

¿?: Y ¿Qué es lo que quieres?

____: +silencio incomodo+ Amor y libertad.

Esas palabras hicieron que el almirante se quedara petrificado mientras recordaba los duros momentos en los que su hija quería algo de amor que él nunca le dio, y ahora que estaba con el enemigo encontró lo que tanto buscaba.

¿?:  Y ¿Quién puede darte ese amor que tanto deseas? -Dijo molesto.

Doflamingo: Yo seré quien le de ese amor que anhela. -Dijo con una sonrisa.

Al escuchar su voz ____ se quedo petrificada al no haber notado su presencia, antes de que pudiera reaccionar él la tomo por la cintura y dándole un suave beso mientras le quitaba el den den mushi de sus manos.

¿?: ¡Doflamingo, no te atrevas a tocar a mi hija! -Dijo molesto.

Doflamingo: +Risa+ Si tanto quieres ver a tu hija ven por ella. -Dijo colgando la llamada.

____: * ¡¿Este en el fin?! ¡Estoy acabada!*

Mientras ella se hundía en sus pensamientos sintió un cálido abrazo por parte del rubio quien se encontraba algo preocupado por ella.

____: ¿Q-Qué harás conmigo? -Dijo nerviosa.

Toda su valentía y rudeza se habían desvanecido ante la imponente figura del rubio, ahora ya no estaba en jugo su vida sino la de su padre también, tenía que asesinar a doflamingo o tratar de hacerlo, pero sus pensamientos se desvanecieron al escuchar su voz.

Doflamingo: Sabes... desde el momento en que llegaste a dressrosa tenía planeado utilizarte para acabar con akainu, pero al conocerte más y más me olvide de todo ese rencor. -Dijo tratando de tranquilizar a la joven quien no dejaba de temblar.

____: Mi padre llegara pronto, debo irme. -Dijo apartándose de él y adentrándose en el palacio-

No tuvo tiempo de tomar sus cosas y salió lo más pronto posible, corrió por toda la isla hasta llegar a la costa, donde un buque de la marina se estaba aproximando y en la proa se encontraba su padre, quien a primera vista no se mostraba contento. Cuando llego el buque a tierra ella se encontraba cabizbaja esperando a que su padre estuviera frente a ella.

Akainu: Y bien ¿Dónde está el que te iba a dar amor y libertad?

____ se mantenía callada al saber las consecuencias de responder de esa manera a su padre. Akainu suspiro mientras alzaba una de sus manos, ella tenía miedo a que pasaría después, pero solo sintió la cálida mano de su padre en su cabeza y después ser abrazada por él.

Akainu: Lo siento... siento no poder ser el padre que tanto querías, pero era mi deber hacerte alguien fuerte.

____: Padre... -Dijo sorprendida.

Después de unos minutos doflamingo apareció más serio de lo normal observado la escena en la que ellos estaban disfrutando de la playa y conversando alegremente, hasta que se dio cuenta akainu y cambio su actitud de seriedad mientras que doflamingo se acercaba a ellos.

Akainu: no puedo dejar a un shichibukai suelto, por lo que te ordeno vigilarlo todo el tiempo.

____: ¡Sí!

Doflamingo: Oye, oye, eso ya es mucho para mí. -Dijo con una sonrisa.

Akainu: Silencio pirata, porque también tengo una orden para ti, quiero que la protejas y la cuides con tu propia vida.

Doflamingo: Sí, no tienes que decírmelo.

Akainu: Si algo llega a pasarle a mi hija, no te la acabas conmigo.

Doflamingo: +Pequeña risa+ Dalo por seguro.

Akainu se despidió de su hija para regresar a marineford dejándola en manos de doflamingo, esto a él no le daba buena espina, pero tenía que confiar en ella. Así pasaron los días mientras que la reciente pareja paseaba por dressrosa. Los mismos habitantes se sorprendieron y se alegraron de que su rey tenía a alguien con quien compartir su vida. Al igual que la familia donquixote estuvieron felices por su amo. El la llevaba a los lugares más visitados de la isla y eso la alegraba, por otro lado, ella le mandaba postales a su padre de cómo iban las cosas con ellos y eso hacia que en el mostrara una gran sonrisa de alegría, hasta que un día llego lo impensable.