CASELAEL

CAPITULO II

Un día fresco como siempre en Valtaria con el odioso sonido del crujir de las ruedas de la carreta y el galopar de los caballos acompañaban a tres silenciosos viajeros. Caselael miró hacia arriba y sobre él un cielo azul se comenzaba a esconder entre las grandes copas de gruesos y frondosos árboles.

Caselael miró su tarro de leche que ya estaba fría y decidió beberla de un sorbo. Al lado del niño se encontraba el señor Ezdiel y al lado de este Porti. Caselael sentía que se aburría por lo tranquilo y lo monótono del viaje mientras se empezaban a adentrar al bosque.

Cerca de las copas de los árboles se apreciaban los puestos de avanzada de los arqueros a cargo de cuidar los alrededores del bosque.

Rompiendo el hielo Ezdiel cuestionó a Caselael: -Dime niño ¿Estás seguro de querer ser un espadachín? - ¡Desde luego! –Respondió orgulloso y seguro el pequeño, más el silencio volvió a ser el rey de la conversación. Pronto el viejo se sonrió y, volteando a ver a Porti, agregó: -Ves hijo, deberías cargar ese entusiasmo contigo, Valtaria seguirá ahí cuando regreses. –Porti, inmutado por las palabras de su padre, se quedó mirando al lado opuesto de Ezdiel quien continuó con Caselael: -No te preocupes por él, esta triste por dejar su hogar, pero está más entusiasmado de lo que parece por pertenecer al gremio de los espadachines. Quizá sea el destino o el dios Quetzalel quien decidió unirlos en esta aventura porque les esperan grandes aventuras que tendrán que compartir.

No pasó mucho tiempo después de aquella plática para que una voz fuerte y autoritaria les interrumpiera el viaje: - ¡Alto ahí! –Se escuchó. La voz pertenecía a un comandante del gremio de los arqueros. Ezdiel detuvo la carreta y entonces el comandante prosiguió: -Revisaremos su carga. –Ezdiel sonriente bajó de la carreta y le mostró al escuadrón las piedras de hierro que llevaba cubiertas bajo un manto blanco un tanto empolvado y desgastado. El comandante entonces cuestionó: - ¿A dónde se dirigen? –Entonces el viejo le dio razones de su viaje al arquero amable y cortésmente, pero la sonrisa amable que mostraba pronto se tornó en una cara seria mientras el comandante le hizo un gesto de que había que pagar la cuota del viaje. Entonces el viejo sacó una bolsita de cuero y de ella un par de monedas, el comandante las tomó y prosiguió: - ¡Pero hombre si llevas contigo niños, ya sabes que debemos de ser más cuidadosos ahora que recién se ha perdido uno! Sea usted amable y coopere con dos monedas más de oro. –Ezdiel de muy mala gana le dio al arquero dos monedas más mientras este último daba la señal de retirada.

Ezdiel volvió a la carreta y el viaje continuó. Caselael intrigado por lo ocurrido le preguntó al viejo sobre la situación obteniendo su respuesta: -Eran los guardias del camino, su trabajo es protegernos hasta los confines del bosque, pero no son más que un bonche de perezosos arqueros que solo saben exprimir el bolsillo de un buen empresario. Lo cierto es que no podemos simplemente negarles el pago, se han oído muchos rumores de que aquellos que se negaron fueron extrañamente atacados por bandidos, siendo despojados de sus mercancías, pertenencias e incluso ropas.

Ezdiel entonces, para hacer menos tedioso el viaje empezó a hablarle a los niños un poco acerca de la estructura de los reinos de estos tiempos.

***

En total son cinco los reinos. El primero en fundarse fue Terranova, esto no está registrado en ninguna parte, pero el idioma que hablamos es una mezcla de lenguas antiguas conocidas como esperanto y latín, así como algunas palabras de otras tantas de las que su nombre fue sepultado con el tiempo. Bien, volviendo la estructura de los reinos, Terranova, debido a la gran cantidad de metales que en ella abundan, los otros reinos la conocen como Terraferum (El reino de acero).

Muy al Este de Terranova se encuentra Terraqua (El reino que está más allá del mar), para poder visitar esta tierra normalmente la gente viaja en imponentes barcos llamados cruzavientos, capaces de navegar sobre el mar y sobre el cielo. Principalmente se dedican al entrenamiento de soldados de clase avanzada, la pesca, la fabricación textil y la ciencia.