CAPITULO XVII

1 0 0
                                    

El cielo nocturno se iluminaba de un intenso rojo por un gran incendio que cubría impetuosamente el bosque fronterizo alumbrando a la gran horda de monstruos que se acercaban a toda velocidad hacia la base de los magos.

Los expertos en telequinesis se organizaron rápidamente. La muestra de su dominio de los cuatro elementos empezó. Sobre toda la muralla se colocaron decenas de magos. Unos aprovecharon el fuego del bosque y lo utilizaron para crear proyectiles de llamas que explotaban al chocar en el suelo o contra una criatura expandiendo el daño.

Otros magos utilizaban pequeñas piedras que eran impulsadas por su mente viajando tan rápido que perforaban a una criatura y a las que estuviesen detrás de esta. Otros magos extraían agua de barriles y la congelaban para que los magos que lanzaban rocas, lanzaran también estacas de hielo macizo.

A pesar de lo magnifico de los ataques de los magos, las criaturas, los superaban enormemente en número.

Caselael y su grupo de espadachines de elite estaban listos en la entrada para el combate. Mientras que Maru y Ani se habían resguardado junto a los demás sobrevivientes.

Junto al grupo de Caselael se unió un grupo de telequineticos conocidos como "Monjes", que hacían uso de esta habilidad para el combate con armas y cuerpo a cuerpo.

Las criaturas por fin llegaron hasta la entrada de la base y libraron una feroz batalla contra los guerreros.

Caselael y Porti lucieron todas sus virtudes de combate moviéndose ágilmente para atacar con sus espadas, puños y pies, matando a más de un enemigo con sus combinaciones.

Los monjes tampoco se quedaban atrás. Había algunos que controlaban espadas, el más diestro manejaba seis espadas, atacando con cuatro y cubriéndose con dos, donde este mago ponía la vista, las criaturas perdían sus extremidades o su cabeza.

Otros magos utilizaban artes marciales combinadas con trozos de tierra que levantaban del suelo y la compactaban hasta volverla una roca sólida en cuestión de décimas de segundo y a base de estilizadas patadas y puñetazos las destrozaban contra sus enemigos.

Había solo un mago que poseía un curioso poder que, incluso hizo a Caselael descuidarse un poco por admirar su técnica. Comprimía el aire a su alrededor encerrándolo entre sus manos y mientras más juntaba sus manos más se compactaba el aire hasta empezar a crear una bola que, por el calor, empezaba a brillar y en cuanto estaba lista la arrojaba contra las criaturas creando una fuerte explosión. Caselael no tardó en notar que la gran desventaja de esta habilidad era que, aquel que la llevase a cabo debía de ser protegido por otros ya que tomaba al menos diez segundos lograr completar una bola de aire decente en ese tiempo.

Caselael seguía peleando contra criaturas. Algunas eran una especie de cocodrilo capaz de andar en dos patas, llamado "Marsakrokon", peleaba también contra minotauros, unas plantas carnívoras que se movían gracias a que usaban sus raíces como tentáculos que se arrastraban por el suelo conocidas como "Belamorto", entre otras tantas criaturas que sucumbían ante la descomunal fuerza de Caselael y su afilada espada.

Yahara, Iktor y Meso también cumplían su parte por defenderse usando un estilo de pelea muy similar al de sus dos amigos más poderosos, pero con la desventaja de no tener sus capacidades sobrehumanas.

A pesar de la gran batalla que libraban los guerreros, las criaturas los hacían retroceder rápido dentro de la fortaleza donde ya había magos levantando una gran barrera de piedra que empezaba a cubrir como un domo toda la base.

El grupo de espadachines y magos poco a poco fue volviendo a la base para resguardarse mientras los refuerzos llegaban desde Vivantero.

Cuando todos estuvieron dentro. Cada mago que tenía la capacidad apoyó para mantener la barrera fuerte. Aun así, no pasó mucho tiempo antes de que las criaturas hicieran temblar la barrera a raíz de los constantes ataques para derrumbarla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CASELAELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora