Dare to dream || Harry Styles

Capitulo 29

Sentía el corazón entumecido por completo. Por dos meses intenté convencerme a mí misma de que, si bien había sufrido como NUNCA en mi vida, este sufrimiento me serviría para crecer, aprender, y todas esas estupideces que la gente dice en situaciones como estas. No puedo negarles su cuota de verdad, pero cuando estas herido no puedes apreciarlo sin haber padecido una pena un tiempo largo y haberla superado al fin.

Si luego de la primera noche de habernos reunido con ellos me sentía hasta bendecida e iluminada por alguna fuerza extraña, en esos días posteriores luego del episodio final, me sentí maldita. Desteste haber llegado a pensar y concebir que algo maravilloso pudiera pasarme. Sentí el corazón helado ante la conclusión de los hechos.

Durante esos 60 días había soportado como si se tratará de una total tortura el noviazgo oficial de Jackeline con Liam, que aunque me hacía feliz porque yo la amaba como si fuera mi hermana, no dejaba de recordarme que no había sido lo suficientemente buena o inteligente para conseguir algo ni remotamente parecido con Harry. Además de que gracias a Liam, Harry volvía a mi mente por asociación y con ellos los recuerdos que cada vez que encontraban espacio golpeaban mi corazón con furia. Recuerdos que me azotaban aún más cuando nos reuníamos con él resto de los chicos ya que se alimentaban de la ausencia de harry haciendo más palpable la falta y el daño.

Kevin había sido un gran apoyo para mí en ese tiempo, mientras Jack estaba concentrada todo el tiempo en Liam y en cómo hacer para que, a causa de su complicado calendario su relación no se viera afectada, él había sido mi apoyo. No podía culpar a Jack por eso, de hecho no podía sentirme más feliz por su felicidad, pero la necesitaba más de lo que jamás había necesitado a alguien. Ella era con la única que yo podía volcar mis sentimientos por completo, aunque Kev era un amigo maravilloso que, a pesar de tener otro tipo de intenciones conmigo, había soportado horas de llanto y arrepentimiento.

Mi verdugo personal, luego del altercado en su departamento, había llamado y mandado sms durante una semana. Llamadas y mensajes que se convirtieron en esporádicos para desaparecer por completo tres semanas después, debido a que me rehusé a contestar, aunque me desangraba por hacerlo. Sabía que flaquearía de solo oír su voz y ya dejaría de preocuparme todo lo mal que la estaba pasando en ese momento y haría todo lo posible por recuperarlo.

Pero a pesar de todo lo malo, algo bueno trajo toda esa situación: mi nueva personalidad se había afianzado. Si bien, muchas veces me asustaba, había cosas que rescataba de la nueva yo. Como por ejemplo, ella no se compadecía ante el gigantesco dolor, no sentía pena, todo lo contrario, se asqueaba cada vez que me daba por vencida y dejaba que los recuerdos hermosamente dolorosos inundaran mi mente rebalsando mis ojos, era ella la que los detenía. Era quien se encargaba de que yo hiciera las cosas cotidianas, por lo menos las dos primeras semanas, las cuales fueron las peores. Y, también era, quién cada vez que ese estúpido teléfono sonaba, adormecía mis ansias y me convencía por completo de que era una pésima idea contestarle.

Debo admitir que las cosas mejoraron cuando toda la familia se puso en marcha para organizarle su fiesta de cumpleaños a Jackeline. Obviamente, todos los cumpleaños suyos habían sido todo un evento pero este año era diferente. Si, con el anunció del noviazgo de Jackeline con Liam Payne, era obvio suponer que 1D iba a asistir a la fiesta. Todos estaban muy emocionados por ese detalle, menos Kevin y yo, que aunque él se llevaba bien con el resto de los chicos, no soportaba la idea de que Harry estuviera presente.

El día de la fiesta, todos nos levantamos muy temprano para ir a decorar el inmenso salón que mi familia adoptiva había alquilado para el evento. James condujo al centro de la cuidad donde frente a  un hotel lujoso aparco el vehículo.

En su interior, luego de sobrepasar la entrada, llegamos al imponente salón que era una de las cosas más bellas y elegantes que alguna vez había visto.