Diario de una adolescente

Personas

Y quién lo iba a decir, con lo bonito que era todo, con nuestros piques y nuestros vaciles, con las noches quedándonos hasta las tantas hablando por el WhatsApp o en una llamada, con esos besos en los que te cogía la carita y terminaban en una sonrisa, la verdad es que perdía los nervios por verte, por dar una vuelta contigo y fardar de ti, de estar a tu lado...Pasaron los meses, y al octavo todo se iba enfriando, te relajaste y llegó otra persona que me dio aquello que tu tenías pero no me dabas, era época de exámenes y aunque supieras que iba a aprobar, necesitaba ese empujoncito, ese venga que tú puedes o ese ánimo mi vida rollos así, no lo se. Y todo se acabó, pero a raíz de eso, querido Diego, no me merezco esto, que me trates así, que si yo no te hablo tu no me hablas, y pasas de mi como de la mierda porque cada vez que te hablo es como si estuviera molestando.

Estoy tragando y tragando, aguantando que flipas, porque me importas, porque eres la única persona que me está sacando sonrisas de verdad, aunque esté echa una mierda. Eres la única persona que consigue que no saque una sonrisa falsa.

Cada vez me estás rompiendo más, y te la suda, no te das cuenta o no quieres hacerlo, que te quiero, pero no voy a comer de tu mano, porque me has enseñado que en mi vida primero voy yo, y mira que estoy luchando a contracorriente, contra viento y marea, pero hay batallas que solo se ganan alejándote de ellas, que ya no vale la pena seguir luchando y al final, ese día llegará, y te darás cuenta de todo lo que has perdido, pero ya será tarde, y sé que si no soy yo, será otra persona.

Pero te juro que nadie te va a mirar como yo, ni nadie te va a querer como yo, ni te va a echar tanto de menos, y enserio, no te preocupes, que yo me sé cuidar, que si algo tengo claro es que me merezco lo mejor y no lo dudes, que acabará llegando...

Llegarán otras personas, si. Volverás a ilusionarte. Volverás a creer en la gente y a saber que se siente cuando alguien te importa, cuando alguien te mira y te hace feliz, y te hace sentir querido.

Pero no.

No serán esa persona, ni serán ese momento, ni serán mi olor, ni serán mi risa. No serás cuando me viste por primera vez y algo en ti susurró dentro: esto va a ser grande.

Serán otros, serán importantes, sí. Pero tú nunca jamás serás lo que fuiste aquella vez, cuando todo era de colores.