Costumbre

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Despertaba por las noches.
Cada noche, sin excepción. Sabía que estaba ahí.
En alguna parte, mirándome, detrás de la puerta, dentro del espejo, en el poyete de la ventana...
A veces me parecía oírle respirar pausadamente.
Sabía que esperaba algo de mí, que de algún modo me estaba decepcionando. Sabía que sólo era cuestión de tiempo.
Que volvería, porque no se había ido.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora