Extraños

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Aquí y ahora, es el único lugar donde puedo escribir todos aquellos textos que quise escribirte, todos aquellos que me daban miedo a enviar, porque sabes que? Sí, tenías razón, soy una pesada.

Recuerdas? Aquellas tardes de invierno, sentados en un banco, mirándonos, el uno al otro, admirando la anatomía de la persona que teníamos al lado, riendo sin ningún motivo, cuando te contaba mi vida como unas cuarenta veces, o jugaba con tu pelo, o te daba besos por toda la cara, o contaba chistes sin sentido, o cantaba como si estuviera en un concurso de estos de talentos...

Aquellas noches solitarias, cada uno en su habitación, hablando hasta las tantas de la madrugada sin importarnos el hecho de que al día siguiente te tenías que despertar a las 7am para ir a dar un examen a las 8:30am, hablábamos y hablábamos hasta quedarnos dormidos, reíamos, y nos escuchábamos el uno al otro.

Aquellas tardes aburridas en las cuales estaba haciendo tareas de mates y tu en clase jugando con tus cables o escuchando al profe... Perdona, esto me supera, recordar todo, duele, y seguirá doliendo...

Éramos dos completos gilipollas enamorados, unos adolescentes que no tenían ni puta idea de la vida... A ti jamás te rompieron el corazón y a mi miles de veces, y sabia que iba a doler, que iba a ser duro, y no estaba equivocada...aquí me tienes, llorando a cántaros como una estúpida...

Sabes que te amo y creo que ese fue mi error, el amarte y lo peor de todo no es eso, sino que te sigo amando... Que todo por lo que luché se marchó, que un tío me jodió la relación más bonita de mi vida, que a partir de ese momento me lamento y arrepiento de lo que hice, que un calentón de mierda me jugó la relación, que desde ese momento me has hecho la vida imposible... Donde están esos 'Val te amo'.

Recuerdas cuando cogí esa cuchilla? El bullying que provocó mi destrucción? Te prometí que jamás volvería hacerlo, y aquí me tienes, con una cantidad de cicatrices en el brazo increíbles, pero mira el lado bueno, ya están cicatrizadas, pero esta herida que causaste en mi corazón sigue abierta, y no se como podré cerrarla. No prescindiré de tu ayuda, siempre he estado sola, y me las he podido arreglar bien, no hace falta que un gilipollas como tu venga a sanar lo que rompió. Si, te engañé, una vez, y esa fue la ultima vez que te hice daño, y todo el dolor que no me causaste en los 8 meses de relación me la causaste en 2. Han sido los dos peores meses por los que he pasado, es tan doloroso que prefiero pasar por otro año de abusos a volver a seguir con ese dolor que me proporcionas.

Quizás me lo tengo merecido, quizás esto me pasa por zorra, no lo se... A veces te extraño, y luego me pongo a pensar... y enserio... tanto rencor me guardas? Tanto odio me tienes? Tan poco me quieres...

Me da miedo pensar que ya nunca volveré a probar el dulce sabor de tus labios, a esnifar esa fragancia que me vuelve tan loca, a quedarme sin aire cada vez que me tocas y se eriza la piel, a que me empañes las gafas...tengo miedo.

Pero alguna vez, nos volveremos a mirar, en algún lugar, callados. Tal vez sea en un semáforo en rojo esperando ambos a que cambie de color, uno en frente del otro, o tal vez una calle muy transitada, de esas en las que parece que todo el mundo tiene prisa porque pasan todos muy rápido, tal vez sea en un bar, en un parque, una plaza o un paseo, o tal vez sea en un sueño compartido. Alguna vez, no sé dónde, que nos miraremos un instante, corto en momento pero largo en esencia, y estaremos los dos, callados.

Porque no hay nada que decir que no duela un poco ante el ya sinsentido e insignificante momento, muerto de melancolía, en el que dos almas se vieron, y se sintieron, y se tocaron y no supieron amarse por miedo a quererse tanto, se vuelven a encontrar.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora