Después de todo

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Después de tanto fracasar fue que entendí que el éxito nace si haces formas de tus cenizas, si consigues llorar un mar y luego te haces experta navegando en él. Porque no importa cuántas veces me caiga, tengo un objetivo claro y no me rendiré. Porque la vida me ha enseñado a despedirme, a reinventarme, a no vivir del ayer y ahora Sé que el viaje no será fácil, pero tengo la certeza de que lo lograré.

Después de todo, los errores son fundamentales. El caerme y analizar la caída, que me fallen una y otra vez hasta tener el coraje de retirarme. Porque lo que no funciona, ni aunque lo intentes mil veces va a dar resultado.

Tanto me ha dolido el alma, que he aprendido a llevarme bien con el dolor. He echado de menos a alguien que no puede regresar, y he aprendido a amar en libertad. Me han dicho que lo que quiero lograr es imposible. Que soy una soñadora, que es demasiado, y de tantas negativas, he aprendido a tener confianza y a no abandonar el sueño que me llama.

Me hice adicta a creer que los sueños se cumplen con esfuerzo, y es la única de mis adicciones que no me mata. Algunos días sigo sin tener ganas de más, pero un buen libro sacia mi sed. La noche sigue siendo mi amiga y soborné al insomnio para que se pusiera de mi lado. Porque si lloras, lloras.

Si tienes que dejar ir, tarde o temprano terminas despidiéndote. Cuando tuve que perder el miedo a la soledad fue cuando huí más de mi compañía. Ya ves, no estuvo tan mal. Ahora es de lo que más disfruto.

Pero a veces pensamos que los problemas se quedarán para siempre. Nos ahogamos en la autocompasión, que para mí, es el dolor de los males.

Quedarse esperando a que la oportunidad toque, es la excusa perfecta para los apáticos. Los que sueñan demasiado pero no creen que son capaces de alcanzar sus metas. Los que se esconden esperando a alguien los busque, los que no se atreven a demostrar el afecto, los que no creen en el perdón. Yo, por mi parte, creo en las segundas oportunidades y hasta en las terceras. Pero recuerden: No podemos ayudar a quienes no tienen la capacidad de ayudarse a sugerir.

No creo en imposibles y por eso, te digo: Hay que parar, no podemos creernos incapaces. No aceptes ser un inútil social; hay demasiadxs. No aceptes no contribuir con nada ni con nadie así es muy fácil avanzar en círculos y abandonar tu vida.

Es fuerte dejar que todo fluya y no tener decisión. Hay que tener carácter para superar despedidas, para cerrar ciclos, para prepararse del fracaso, para afrontar la desidia y hacer algo por ti.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora