Capitulo Siete - La Snitch Escurridiza

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7. La Snitch Escurridiza.

Escuchó los gritos ahogados antes incluso de darse cuenta qué estaba ocurriendo. No estaban muy alto, así que Harry y Draco estuvieron cayendo durante un par de segundos y después tocaron el duro suelo. El rubio cayó encima de Potter, sacándole un grito de dolor, y rodó por el suelo para quitarse de encima.

El golpe le había dejado sin aliento durante unos instantes, y lo único que quería ahora era quedarse allí y cerrar los ojos. La espalda la tenía paralizada del dolor. Se movió hasta quedar tumbado boca abajo y plantó las rodillas y las manos en el césped con dificultad.

Escuchó a Harry maldecirle y a la profesora Hooch llegar hasta ellos.

Draco hizo un gran esfuerzo y se levantó. Se mareó ligeramente, casi perdió el equilibrio y se llevó una mano a la cabeza.

Si Harry no hubiera frenado...

Miró a su lado y vio que Harry estaba sentado en el suelo y se intentaba levantar, pero Hooch le obligaba a quedarse en el sitio por el rastro de sangre que tenía en la nariz.

El rubio se acercó a Harry y se arrodilló a su lado.

—¿Estás bien?— le preguntó.

Harry apartó sus manos del rostro al oír su voz. Se quedó mirando su expresión preocupada durante unos largos dos segundos, hasta que emitió un gruñido, con los ojos aún llenos de lagrimas, le cogió del cuello de la túnica y le lanzó hacia un lado. Draco cayó al suelo y se golpeó el hombro derecho. Ni siquiera le dio tiempo a decir nada, porque Harry se había abalanzado sobre él y rodaban por el suelo librando una batalla.

—¡Por qué coño me has tirado de la escoba, Malfoy! ¿En qué estás pensando? —bramó Harry antes de pegarle un puñetazo en la cara. Draco echó la cabeza a un lado y Harry aprovechó para rodar y quedar encima de él.

 —¡Yo no te he tirado! —contestó éste también gritando, esquivando otro golpe y agarrando las muñecas a Potter—. Por si no te has dado cuenta... eres tú... el que ha frenado... bruscamente —le costaba gran esfuerzo retener a Harry por las muñecas.

El pelinegro se zafó de su agarre y le volvió a pegar.

  —¡¿Por qué me quieres quitar del medio, eh?! ¿Acaso quieres matarme, joder? —Dijo Harry.

Draco le empujó hacia un lado y rodó hasta quedarse fuera de su alcance. Se levantó rápidamente.

—¿De qué estás hablando?

—¡Como si hiciera falta explicártelo! —exclamó.

Volvió a lanzarse hacia el rubio y le llevó al suelo. Forcejearon durante unos segundos hasta que alguien tiró de Harry por la cintura y le separó de Draco. Potter intentó zafarse, pero ese Weasley tenía una gran fuerza. Draco se arrastró hacia atrás  y se levantó también.

  —¡Nunca he visto nada semejante! —replicó la entrenadora Hooch, que se encontraba entre los dos jóvenes—. ¡Nunca!

Draco miró a Harry y Harry a Draco. El pelinegro tenía las mejillas rojas de rabia, el cabello despeinado y las gafas torcidas sobre su nariz, y seguía siendo sujetado por Weasley.

—¡Me ha tirado de la escoba! —exclamó Harry.

—¡Te has frenado y no me ha dado tiempo a parar! —contestó Draco.

—Potter, Malfoy tiene razón. No te ha tirado adrede. Tenías la snitch en la punta de la escoba —dijo McGonagall, que no parecía muy contenta de darle la razón a un Slytherin.

A Por Él || Drarry || TERMINADA y EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora