25. Mama.

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Suspire, rendida y arroje mi maleta en el piso de la puerta. Tyler dejó el trofeo de primer lugar en la mesa del pasillo de la entrada y los chicos me miraron.

— ¿Nos dirás que tienes? —espeto Tobías, se notaba que estaba irritado.

En toda la estancia en Cali, no me acerque a ellos, gritaba cada vez que uno de ellos me abrazaba y ni siquiera los quería cerca.

— Estoy bien —intente dar un paso.

— ¿Todo en orden? —bajo Travis las escaleras.— ¿ganaron? Los felicito.

— Francesca, mírame —Trent se agacho a mi altura y me hizo mirarlo a los ojos, giré mi rostro para no verlo.— Rayo de sol ...

Mis lagrimas salían por si solas. No podía evitarlo, me sentía traicionada, me sentía engañada, sentía que mi vida no era mi vida y que solo vivía en una mentira.

— Hermanita —habló Taylor.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

— No me llames así —solté y me fui corriendo.

Subí las escaleras lo más rápido que pude y me encerré en mi habitación.

— Francesca —sentí la voz de Travis.— ábreme.

Siempre debían mandar al más sensato, no a Tobías ya que es el más impulsivo, no Trent ya que es el más cariñoso, no Tate ya que es el más cerrado, no los gemelos porque son los más inoportunos, debía ser Travis, porque el chico siempre tiene algo que decir y sabe a la perfección que.

No me moví de mi cama, pero escuché la puerta moverse con el sonido de unas llaves.

— Déjenme a mi solo —la vos de Travis sonó.

El cerró la puerta u se sentó alado de mi cama.

— ¿Lo descubriste, no? —preguntó.— creo que era demasiado obvio.

— No puedo creer que me lo ocultarán, ustedes que según siempre dijeron que serían mis leales príncipes guardianes —dije sin levantar mi rostro.

— Papá nos obligó a ocultártelo —dije triste.— pero eso no significa que-

— ¡Pero como me ocultaron que soy adoptada! —grite molesta levantándome.

Note su mirada, estaba confundido.

— Yo no me refería a eso, y-Yo decía del viaje a Disneyland —dijo confundido.— ¿quien te dijo eso?

— Lisa Hudson —hable mirándolo. Tome mi mochila que había arrojado antes de acostarme, saqué la carpeta que Lisa me había entregado. — mi nombre es Jane Charlotte, me robaron al tercer día de nacida, me abandonaron en un orfanato y me adoptó Tanner F. Thompson.

— Francesca —Travis intenta tomar mi mano, la aleje. — ¿porque no me lo dijeron?

Casi grite, note como la puerta se abrió, ahí estaban todos los chicos.

— Ustedes son mis mejores amigos —me limpié las lagrimas.— fueron mis mejores amigos cuando Anthony rompió conmigo, fueron mis mejores amigos cuando James hizo lo que hizo, fueron mis mejores amigos cuando mamá nos abandonó, fueron mis mejores amigos cuando me llevaron al internado... ¿porque no lo fueron para decirme que era adoptada? no solo eso, si no para decirme que mis hermanos intentaban contarse conmigo.

— Francesca...

— No Tobías. Tu eres el peor de todos, tu golpeaste a Samuel, te peleaste con Dustin incluso empujaste a Lisa —negué mirándolo.— y ustedes, ¿quien les da el derecho de decidir si quiero conocer a mi hermanos biológicos?

— Papá. —la voz de Tyler resonó fuerte.— El siempre decidió eso, siempre lo quiso.

— No entiendo porque habrá querido eso —murmure enfadada.

— ¡Por esta misma razón, Francesca! —gritó ahora Taylor.— porque sabemos como eres, en el primer momento que los hubieras conocido hubieras... hubieras querido ir con ellos.

— No es así, Taylor.

— Ellos son ricos, jodidamente ricos, tan ricos que pueden hacer lo que les plazca con tan solo tenerte, pero no lo hacen porque te quieren tener bien —habló Tate.— ofrecieron dinero primero por ti, papá lo negó desde el principio. Ahora él está en Nueva York con el tío Dave, los juicios están por comenzar.

Veía la mirada de mis hermanos.

— Pronto ellos pelearán por ti, Fran, y no estamos seguros de ganar —mire a Tate, quien estaba de brazos cruzados mirando a todos. — No queremos perderte.

— Está es la razón... —no quería preguntarlo, pero debía saber.— ¿por la que mamá nos abandonó?

Note como todos quedaron palidoz un momento.

— Solo Tobías sabe bien la historia —dijo Travis.

Tobías entró más y se sentó a mi lado. Suspiro.

— Después de que mamá tuvo a los gemelos, se dio por vencida. Su búsqueda de tener alguna niña le había dejado a un chico, un par de mellizos, otro bebé y unos gemelos —suspiro mirando a los chicos.— era tanta su desesperación, que naciendo el primer bebé ya estaba buscando tener al otro-

— Por eso no nos llevamos más de un año —dijo Travis.

— El punto es que papá ya no podía, se mataba en la constructora para mantener a 6 bebés, así que después de que los gemelos él habló con mamá y pidió que la ligaran —dijo el, no entendía a donde quería llegar, pero seguía escuchando.— ella entró en una depresión post parto, hasta que después de unos 3 o 4 años, se fueron una tarde y nos dejaron con el Tío Dave y recuerdo que regresaron contigo, ya tenías unos 2 o 3 años de edad, no recuerdo muy bien pero caminabas. Mamá te amo, eras su pequeño rayo de sol, a nosotros nos cayó súper bien, queríamos tener una hermana para poder cuidarla así que para eso nos entreno papá, esa era nuestra misión como hermanos mayores-;

— Proteger a la menor —hablan todos.

— Hasta que la primera carta llegó, tenías 10 años, mamá fue la primera en leerla, decía que querían conocerte. Papá se negó rotundamente, luego mamá comenzó a tener muchas crisis nerviosas, decía que veía personas inventándote robar, gente que quería hacernos daño, gritaba en la noche porque alguien había entrado —dice, yo lo miro confundió. Jamás vi esas facetas de mamá, porque siempre tuve el sueño pesado y porque papa siempre cerraba mi puerta al dormir. — la diagnosticaron con depresión.

Mi mandíbula cae al suelo, no puedo creer, mi madre, la que siempre estaba alegre, motivada, entusiasmada ¿pudo tener depresión sin que yo lo supiera?

— Sus ataques se hicieron más fuertes cuando citaron a Papá en la corte la primera ves, fue ahí donde ella nos abandonó —sigue hablando.— ella escapó, no sábelos donde, pero un día simplemente sus cosas no estaban. Nos destrozó a todos, desde entonces papá ha estado más presionado a mantenerte junto a nosotros, ha pedido muchas prórrogas, a gastado demasiado en abogados, te mando al internado catolico para que no te vieran los Hudson.

— No puedo creerlo.

— Es muy doloroso todo esto, más para nosotros —mencionó Tobías.—pero todo lo que hacemos es para protegerte.

Los Hermanos T©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora