5. Las apariencias engañan

1.2K 149 58
                                    

— Hoseok

Suspiré. Estaba cansado muy cansado, sin embargo tenía que esperar a que la jornada terminara. Odiaba trabajar aquí. Respiré profundamente y esperé a que los putos segundos pasarán rápido.

— ¡Hey Hoseok! —rodé los ojos.

— ¿Qué quieres papá? —pregunte cansado. Hoy en la mañana había ido a la universidad y después me pasé a la empresa de papá para trabajar. Era muy difícil no sentirme cansado y fastidiado de todo.

— No vengo a pedirte nada —él sonrió mostrando su perfecta dentadura. Lo mire sin entender.

Mi papá era, bueno yo lo amaba, él siempre sería mi padre y aunque a veces pareciera que no nos lleváramos bien, lo hacemos pero hay veces en las que no, y ahí comienza el tormento de mamá. Por lo menos ya no vivo en la misma casa que ellos y eso es mucho mejor, tanto para ellos como para mí.

— En realidad venía a decirte que te fueras —dijo y rodé los ojos. ¿Acaso está tratando de jugar conmigo?

— Salgo en cinco minutos papá —era ilógico. Bufé. Él rió.

— Sí, lo sé. Sólo que venía a decirte que te tomarás estos días para descansar, ya sabes, se acerca la navidad y bueno quiero que estés relajado, sólo quiero que te preocupes de la universidad. Hablé con tu mamá y ella me convenció —dijo y sonreí muy grande, casi como cuando estoy hablando con Min.

— ¡Gracias papá! —dije sonriendo tomando mis cosas.

— Bueno, por cierto acuérdate que no tendrás vacaciones después de navidad, hasta el verano, ya sabes verano de adolescentes, esa es tu recompensa. ¿Ya sabes a dónde quieres ir está vez? —Se dio la vuelta para verme—

— Canadá —dije sin pensarlo. Él me miró sin entender.

— Siempre vamos a Canadá Hoseok —frunció el ceño.

— Bueno, está vez me gustaría estar más tiempo allá, además ahí está Changkyun, ya sabes —me encogí de hombros. Changkyun era uno de mis mejores amigos en todo el mundo.

— Bien, si así lo prefieres está bien —él sonrió pero se podía ver la confusión en su rostro.

No soy de los que va al mismo lugar en los viajes en el mismo año.

                                   […]

— No puedo creer que tu papá haya hecho eso —dijo Minhyuk aún con la sorpresa en su rostro. Reí, hablando sinceramente yo tampoco. Mi papá es muy estricto.

— Ni yo, pero al parecer le gusta el trabajo que estoy haciendo —me encogí de hombros. Hablar con él, era como hablar con alguien en quien puedes confiarle cada uno de tus logros, problemas, tristezas y en fin; Todo. Él sonrió más.

— Entonces tendremos más tiempo para hablar —dijo él, al parecer desbordando alegría. Volví a reír. Él se veía tan hermoso cuando sonreía así y se le veía tan contento. Luego observé cuando se sonrojó. — ¿Lo pensé en voz alta verdad? —dijo él totalmente rojo. Reí.

— Sí, sí que lo hiciste —le guiñé un ojo. Este se cubrió su cara con sus manos.

— ¡Idiota! —dijo cubriéndose aún más. Reí. Él era realmente encantador.

Había llegado hace más de tres horas a mi departamento, me había conectado de inmediato y lo vi en línea, no dudé en hablarle. Él era tan pequeño, pequeño, inocente y pervertido. Nuestra diferencia de edad no era tan grande. Pero dos años, igual era una diferencia.

Él tenía una bufanda roja alrededor de su cuello, su cabello, que ahora estaba teñido de color rubio, caía sobre su frente y más allá de eso, su nariz estaba roja por el frío, aunque él dijera que tenía calefacción, no entendía cómo aun así seguía teniendo frío. Tenía una chaqueta negra y tal vez unas cien sudaderas debajo de ésta. Él era muy friolento.

— Tal vez si estuviera a tu lado y te abrazara, dejarías de temblar como lo estás haciendo ahora —dije yo con una sonrisa. Él volvió a sonrojarse mucho más de lo que ya estabas —reí —te vez tan tierno con ese sonrojo me dan ganas de comerte a besos —él rió nerviosamente mirando hacia otro lado. Lo mire más detalladamente hasta que reaccione y me di cuenta lo que había dicho. Joder, debería de dejar de pensar las cosas en voz alta.

Sabía que tal vez, lo que estaba haciendo estaba mal. Mirarle, sonreírle, decirle esas palabras, que a cualquiera, tal vez pondría nervioso y se ilusionaría. No quiero que él lo haga. Es muy especial como para estar y esperar a un chico como yo. Se merecía a alguien mejor. Ya bastante daño le hice a un chico. No quiero volver a repetir la historia y mucho menos con alguien como él. No me lo perdonaría jamás. Tal vez, por eso era mi miedo, mi miedo de perder a Minhyuk como lo hice con Jeonghan, un chico que al principio era mi mejor amigo, amigos de la infancia.

No digo que vaya a tener algo con Minhyuk, él es demasiado tierno y pervertido a la vez, pero también sé lo sensible qué es. Pero tal vez, sólo un poco, debería de parar mi juego del coqueteo con él, no quiero darle ilusiones. Tal vez él se estaba creando una imagen de mí, de un chico tierno y que lo hace sentir especial. Pero tierno es lo que menos soy. Un poco con él, sí. Pero es mi parte de ser ''galán''. Parte que él no conoce. No quiero lastimarlo.

                                    […]

— Hey bro! —dijo NamJoon saludándome mientras me pasaba un poco de cerveza.

— ¿Cómo estás? —le dije mientras nos introducíamos más en el club.

— Mejor que nunca —dijo él. Tal vez lo decía porque seguro se folló a Hansol, pobre chica.

Era el club al que íbamos todos los viernes, sábados y unos pocos de los domingos. Con NamJoon éramos amigos desde la infancia junto con Jimin y Jungkook. Entramos y ahí estaba. Lo había visto el domingo pasado. Me quedé con las ganas por supuesto, dijeron que era muy difícil acostarse con él, tal vez para ellos, pero no para Hoseok alias “El rompe todo”.

Pero ya me hice conocido así. Aquí todos me conocían, todos. Y como no, las mujeres también, tal vez, una más que la otra o una más que la otra de la otra.

Yo era un jodido coqueto

Un jodido hombre sexy

Un jodido rompe coños

Un jodido rompecorazones.

Un jodido idiota.

Un jodido bisexual.

Me han llamado peores o me han llamado mejores.

Pero Minhyuk no tenía que enterarse de esto. Es mejor para él. Pensé mientras me acercaba a mi próxima presa. Eran siempre los mismos chicos, no putos, no perras. Sólo pequeños chicos que irradiaban timidez.

Eran mis favoritos.

Al terminar la noche, siempre me decían ''imbécil'' ''que te jodan'' o miles de maldiciones así. A veces no las tomaba en cuenta, pero cuando la relación iba mucho más allá de una noche, sí. Porque me encariñaba. Pero eran mis reglas y yo las seguía al pie de la letra.

1- Conquista con palabras de cariño eso los/as ilusionan.

2- Sólo una noche.

3- Si no resulta, ten una cita con él o ella.

4- Te lo/a follas y sales de su vida.

5- No lo/a recuerdes.

Eran cinco simples reglas, simple por cómo se leen, pero difíciles de cumplirlas.

Muchas veces rompí corazones, eso es algo de mí y nadie lo cambiará. Aunque hubo uno que lo intentó y salió roto también.

Yoon Jeonghan.

[TERMINADA]   Omegle                                         WonhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora