All the angels.

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No paraba de caminar de un lado a otro, Ed se encontraba en las sillas de la sala de espera de cabeza observando con aburrimiento, varias veces una enfermera al pasar le dedicaba una fea mirada que el por supuesto ignoro después de una hora, Colin era el único que observaba su eterna "caminata" desesperada una y otra vez en el mismo lugar. Parecía un león enjaulado y no era para menos.

—Ya basta, le harás un hoyo al suelo. —objeto el mayor en la sala con un café en las manos, Jonny se giró a mirarlo y se sentó en la fría silla del hospital.

—Es que ya paso mucho y aun nada. Me estoy volviendo paranoico. —murmuro cepillando sus cabellos una y otra vez, Colin rodo los ojos dando un sorbo a su café.

Recientemente el rubio sufría de pequeños no tan graves accidentes o su suerte ya era un desperdicio de por sí, el punto es que tuvo que ser llevado a urgencias debido a su estado y después de dos horas aun no había nada nuevo solo observaban enfermaras pasar, familias marcharse y ellos seguían ahí.

Todos estaban aburridos, hartos y las sillas no eran un lecho de rosas; pero de todas formas se encontraban preocupados ya era bastante tiempo el que habían desperdiciado, no era que se quejaran o bueno tal vez sí, es decir, los hospitales son aburridos y tienen un ambiente triste o bien huelen a medicamentos y hule.

Cuando Jonny había perdido la esperanza de ver a algún doctor salir, bajo su cabeza, sus largos cabellos opacaban su vista periférica hasta que sintió como sus amigos se incorporaban a la velocidad de la luz de sus asientos cuando lo hizo sintió sus músculos contraerse ante la mala postura en la que había estado.

—¿Son familiares de Edward Yorke? —cuestiono aquel hombre que acomodaba una bata a su alrededor y les obsequiaba una sonrisa al notar a los cuatro chicos de pie.

—Sí, ¿Esta bien?

— ¿Sobrevivió?

— ¿Podemos verlo?

Ante las preguntas se sintió algo bombardeado, hasta que asintiendo miro al azabache el cual parecía "afectado" pues la expresión en su rostro le delataba consideradamente.

—Él está bien, sobrevivió...fue complicado pero no nada que ya hayamos hecho antes y si pueden verlo. Aunque aún tiene ciertos rastros de anestesia.

Después de una pequeña recomendación y explicar con delicadeza el asunto el doctor les dejo entrar, Jonny quiso que su hermano le acompañara y este no se pudo negar, al traspasar el umbral el menor se acercó lentamente con pasos temblorosos hasta donde un chico de cabellos rubios y despeinados que se alzaban como un nido de pájaros observaba a la nada, parecía centrado en el punto blanco en la pared.

Colin se mantuvo al margen recargándose contra la pared atento a los movimientos de su hermano que ya se encontraba a un lado de Thom sentado en una silla de madera.

—Hola.

Musito muy bajo y con dulzura, el chico en la camilla se giró hacia el lentamente y lo contemplo en silencio para después obsequiarle una pequeña sonrisa.

— ¿Tú quién eres? —Rio jugando con un mechón oscuro—eres muy guapo.

— ¡Colin, no me recuerda!

—Es por la anestesia, no lo asustes y cállate.

Jonny volvió a tomar asiento pues en sus acciones inconscientes se había incorporado y casi volvía a sus paranoias, fijo la vista en el ojiazul que al notar su mirada sonrió inclinando su cabeza; el pelinegro correspondió a su sonrisa con ternura.

—Me llamo Jonny.

—Jonny eres hermoso, como un ángel. —dijo el rubio acomodándose en la cama para obtener una mejor vista al rostro del lindo chico pelinegro,

—Y tú eres muy bonito.

Quizá el azabache había dicho el mejor de los chistes por que el ojiazul soltó una risita tonta que se transformó en muchas risas incontrolables, cuando se tranquilizó se sentó sobre sus piernas frente al pelinegro.

— ¿Me conoces?

—Sí, te conozco muy bien. —murmuro y tomo las manos del ojiazul entre las suyas, no mentiría pero ese momento bien podía transformarse en su favorito era como volver a enamorarse de la misma persona y eso hacía que su corazón tuviera un pequeño vuelco era como estar rodeado de risas y una presencia dulce; aunque los tonos fueran neutrales a su alrededor él lograba sentirse en vuelto en colores pastel.

— ¿Y me quieres?

Sonrió ante la pregunta jugando con los dedos pálidos con pequeños rastros de cortadas, suspiro alzando su mirada.

—Te amo, estamos casados.

— ¿En serio? —Exclamo emocionado acercándose más al azabache, su sonrisa no se desvanecía y Colin solo seguía observando con una tierna expresión en su rostro— ¿Y te hago feliz, eres feliz conmigo?

—Muy feliz, somos muy felices al lado del otro.

Thom rio, la anestesia adormecía su cerebro por completo por lo que envolvió sus brazos alrededor del menor ocultando su rostro en su cuello de repente se sentía terriblemente cansado.

— ¿Eres real?

Colin rio por lo bajo y el menor de la habitación sonrió ante la pregunta correspondiendo ante el abrazo y acariciando los cabellos rubios despeinados.

—Eso creo, —sonrió alejando el cuerpo del mayor del suyo para ayudarle a recostarse con cuidado— ¿crees poder dormir o me quedo contigo?

Y aunque él sabía perfectamente la respuesta pregunto queriendo escuchar la petición de los labios del adormecido chico, sonrió cuando sintió un tímido agarre en su muñeca.

— ¿Puedes quedarte conmigo?

—Sí, pero espera un momento debo salir. Volveré lo prometo.

Thom asintió sonriendo suavemente y el azabache salió de la habitación junto a Colin, se mantuvieron en silencio hasta que el mayor rodeo a su hermano con fuerza.

— ¿Crees que recuerde algo de lo que paso?

—No, espero que no. Vayan a casa Cozzie descansen un poco, yo lo cuidare.

El mayor asintió besando la mejilla del menor y caminando a donde Ed discutía con Phil sobre gelatinas, Jonny suspiro entrando a la habitación había tomado asiento en la incómoda silla hasta que Thom se removió en la cama mirándolo.

—Ven, duerme conmigo. —musito haciendo espacio en la reducida cama, el azabache se negó unas cuantas veces hasta que admitió interiormente que no era mala idea.

El rubio le había abrazado entre sueños y Jonny escuchaba los ruidos amortiguados de fuera acariciando la pálida piel expuesta y frunció el ceño cuando sus dedos rozaron las costuras que estorbaban en el trayecto de sus manos, su vista se nublo y apretó delicadamente el cuerpo ajeno contra el suyo sollozando en silencio.

No había de que preocuparse ahora, el rubio no recordaría nada de lo que había sucedido tres meses antes o quizá sí y eso le aterraba, pero por ahora disfrutaría de sentirlo cerca y tranquilo. Sonrió con su corazón en espera del amanecer.

El tiempo los había traicionado en el pasado pero esta vez pareció detenerse por lo que pareció ser una eternidad dejando libres a los amantes escondidos ante la luz de la luna.

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N:/Se que tengo muy abandonado esto, y lo lamento. No he tenido nada en mi cabeza últimamente o al menos una buena trama o buenos diálogos bien si lo llamamos así: no tengo nada. Ademas de que mi cerebro se consumirá en unos días...quiero aprovechar! (Solo trato de no llenar de drama todo, espero no haberlo hecho totalmente(? ).




RADIOHEAD/ONE SHOTS/Thom Yorke & Jonny GreenwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora