Everybody Hurts...

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Enamorarse de la persona equivocada, enamorarse de quien crees será el amor de tu vida...enamorarse de alguien imposible.

Ciertas veces él podría decir que la vida confabulaba en su contra; entraría en un estado absurdo de teorías conspirativas y entonces no pararía de hablar, hasta que Phil llegara o quizá Colin y alguno le diría que se callara un momento.

Pero en este momento de su vida se sentía realmente como el mayor idiota en la tierra y quizá lo era no hay que rebajar su ilusión a serlo, se enamoró de la persona equivocada en el momento más típico y ridículo de su vida.

Podríamos decir que se enamoró tal como en una mala y barata película de Hollywood; miro esos bellos ojos y su linda cara en una tarde de otoño; el cielo era decorado por nubes grises y al horizonte el purpura amenazaba con atiborrar el cielo con tormentas mientras la lluvia lo empapaba y él ni siquiera se inmutaba y como si de una damisela en peligro se tratara el chico se acercó y le cubrió bajo su paraguas.

¡Como si eso ocurriera en la vida real!

Por supuesto que no, el lindo chico del que ni siquiera llego a ver sus ojos se ocultó tras la abrumadora masa de personas que caminaban rápidamente maldiciendo a las perladas aguas saladas; y el con su cabeza baja ocultando su rostro tras su cabello húmedo y emprendió un camino contrario por quien pudo ser el amor de su vida.

Ahora se lamentaba haberlo saludado, haber llegado como un perdedor con mejillas rojas y empezar esa ridícula charla.

-¡Hola! ¿Cómo va todo?, ¡escuche que tocas la guitarra!- Oh, ¿no podía callarse un segundo?

El chico giro hacia él con una sonrisa ladina adornando sus suaves facciones, bien no lo arruino todo.

-Si adoro la música, ¡incluso tengo una banda!

-Fantástico, también yo...- de inmediato se sonrojo, ¿había sonado como un engreído o algo parecido? Esperaba que no.

-Si Colin me lo dijo...- murmuro con una suave sonrisa, mentalmente se abofeteo por olvidar a Colin, es obvio que le habla de él, ¿no?

La clave de su amistad fue principalmente la música, era la pasión que drenaba todo el amor en su ser, la que los unía al universo de la manera más trágica y hermosa...aunque nunca lograron progresar lo suficiente en el mundo musical, eran demasiado jóvenes e inexpertos, pero que se podría hacer, tenían un trabajo miserable y aburrido...su única salida momentánea a su pasión era reunirse los viernes por la tarde y ensayar un poco; pero...aun no llegamos a la historia de amor.

Todo empezó cuando el chico de cabellos oscuros apareció en aquel lugar, era hermoso...como una bella pieza para pulir, capaz de absorber las exquisitas y esplendidas armonías y partituras que se expandían por el aire, demasiado joven para la música quien diría que luego se convertiría en un multiinstrumentista demente...

Bueno el amor es irremediable, una locura confinada a destrozar tu corazón sin razones, eso sucede a pobres desafortunados como a nuestro personaje enamorado, atormentado por la música abrió su corazón a la persona equivocada...en quien confió.

-Es una carta...

-Sí, me escribió una carta- una sonrisa petulante adorno aquellas facciones que en un tiempo fueron dulces.

-¿No la leerás?

Una risa casi sarcástica abandono sus labios y continúo caminando.

-El amor te vuelve patético, seguro que esa carta lo es.

RADIOHEAD/ONE SHOTS/Thom Yorke & Jonny GreenwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora