3. "Primer secreto"

3K 221 116
                                    

"Porque eres digna de admirar. Eres preciosa, Karol, la chica más fascinante que nunca he visto"
- Ruggero

Ruggero.

No negaré que me siento mal haciendo las cosas de esta forma. Dejando a Karol, la chica que quiero, llorando en su camerino y dirigiéndome a ver a mi novia, por la que desde que conozco a Karol, siento un simple cariño.

Es doloroso, porque Cande es muy buena persona. Desearía de verdad amarla, quererla como antes lo hacía, pero, es imposible. Lo he intentado millones de veces, y sé que sueño como un capullo, pero Karol se ha ganado mi corazón.

Esto es malo. Lo sé. Juntos somos malos, siempre seremos malos juntos. No es mayor de edad, tengo novia, trabajamos juntos en Disney... Pero ella es condenadamente perfecta. Es preciosa, amable, gentil, risueña... Puedo seguir todo el día. Y es una mierda no poder estar con ella.

Me mordí ligeramente el labio al observarla bailar en su ensayo. Candelaria había salido de compras, y yo me había quedado ensayando, para intentar arreglar las cosas con cierta chica de ojos verdes.

Noté de repente que tenía unos ojos sobre mí. Mi mirada se deslizó un poco, hasta llegar al otro lado del escenario, la señorita regañona me observaba con seriedad y advertencia.

Ella lo sabe, pero, Karol no sabe que lo sabe.

Es difícil de explicar. Sé que esa mujer no me odia, de hecho, nos llevamos bien, estoy seguro de que en otras condiciones estaría perfectamente a favor de mí y de mis sentimientos por su hija. Ella hace lo posible para proteger a uno de sus seres más queridos, la entiendo.

Cuando le envié a la mexicana el audio erróneamente no fue la primera vez que tenía un percance con ese tema. Agustín y Gastón saben desde hace mucho que me gusta, y una vez conversando con ellos, la madre de mi chica nos escuchó.

Me dijo que lo esperaba, también que no me culpaba y que no me haría alejarme de ella. Pero, si me advirtió que no me acercara a ella de manera romántica o... Bueno, eso fue incómodo, prefiero no recordarlo.

¿Sabes lo difícil que es pasar todo los días al lado de la chica de la que estás enamorado y no poder plantarle un beso en los labios cuando te plazca?

Cada vez que la miro, lo tengo más claro, nunca he querido a nadie así. Eso, me asusta, y demasiado. Me ha hecho volver a sentirme adolescente, volver a sentirme como la primera vez que me enamoré, una sensación nueva, fresca, agradable y agobiante a la vez. Esta vez, es acompañada de algo de dolor.

Aparté la mirada hacia el suelo y suspiré. Soy perfectamente consciente de que le propuse una relación secreta, y por el momento no ha aceptado. Creo que se siente la mala de la historia, la segunda... Creo que no sabe lo mucho que me importa.

Estoy loco por ella. Cada vez que la miró quiero abrazarla y apretarla contra mi pecho para después besarla tiernamente, sin miedo a que nadie nos vea. Claro, que eso, no ocurrirá.

Termina la música, cosa que apenas llama mi atención, que se ha vuelto a enfocar en Karol de nuevo y nuestros ojos se encuentran, ella los aparta al instante y decido que debo hablar con ella. No me gusta que no hable, menos que me desprecie y piense cualquier cosa.

Suspiré y me mantuve inmóvil, esperando a que Karol pasara por mi lado y pudiera hablar con ella, como ocurrió. Su mano rozó ligeramente mi brazo al avanzar con excesiva rapidez y atrapé la parte de su cuerpo que había chocado contra el mío antes de que me pudiera llevar la contraria en cuanto mi acción.

El agarre era firme y la incitaba a sentarse a mi lado, para no levantar sospechas, sobretodo teniendo la mirada de su madre sobre nosotros, pero, decidió no hacerme caso, se mantuvo de pie aunque no solté su mano, y miré sus ojos verdes desde abajo. Estaban llenos de dolor, angustia y tristeza, justo lo que odio ver en ellos.

Juntos somos un error Donde viven las historias. Descúbrelo ahora