"No estoy a todas horas disponible. Tampoco estaré esperándote siempre"
- KarolKarol.
Y los días pasaban. Cada vez faltaba menos para que la gira terminara, para que no lo viera en un mes, para que él tuviera momentos únicos con su novia mientras yo no paraba de pensar en él... Suspiré.
Desde que se fue Candelaria, Ruggero ha estado intentando hablarme insistentemente, dedicándose a preguntarme sobre quién me contó lo de Lydia, que si le perdonaría y que si podíamos volver a recuperar lo que teníamos.
Pero no, no podíamos.
Me siento una estúpida por enamorarme de él. Es un imposible, seis años mayor que yo, mi compañero de trabajo, tiene una relación y demasiado imbécil.
¿Cuantas más fueron? No pude evitar preguntármelo.
El mensaje de ese número desconocido volvió a aparecer inconscientemente en mi mente.
"Ten cuidado, Karol. Él ya ha hecho esto varias veces, ya ha usado a muchas chicas y luego las ha dejado tiradas. Pregúntale por Lydia para creerme, ella es una de esas muchas"
¿Sería cierto? ¿Él habría estado con muchas más chicas mientras estaba con Cande? ¿Les habría dicho lo mismo que a mí?
— Karol... ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan distante? — la voz de mi mejor amigo inundó mis oídos y me giré hacia Lio, que estaba sentado en uno de los sillones de mi camerino, dejando su móvil sobre la mesa y ajustando insistentemente su pelo rubio, mientras sacaba la lengua, con desagrado, por no dejar su jopo como deseaba.
— No estoy distante. Me tienes a unos pocos metros de distancia — bromeé, intentando disimular mi lucha y revoltijo interior de esos últimos días. Él levantó una ceja, y sin reírse de mí pésima broma sin gracia, dejó caer sus manos con desdén a los lados de su cuerpo, suspirando. No me creía, estaba segura.
— Te voy a hacer irte de aquí por ese horroroso chiste. Aunque antes tienes que decirme que te pasa — suspiré, y miré hacia abajo, observando el frío suelo de color negro. Comencé a mover insistentemente entre mis dedos el cordón de la sudadera que vestía, nerviosa.
— No me pasa nada, Lio. En serio — repuse, sin apartar la mirada del suelo, deseando que su repentino interrogatorio terminara y que me dejara tranquila. Ya tenía suficiente con tener el tema en mi cabeza todo el tiempo como para ahora tener que hablar de ello.
No niego que desahogarse con alguien no estaría mal. Y Lionel lo entendería, estaría segura. Pero... Tampoco quería que pensara que estaba intentando interponerme entre la relación de Ruggero y Candelaria, o que era una cualquiera. Él era mi mejor amigo, no quería perderlo.
— ¿Es por Ruggero? — preguntó, provocando que esta vez, si que despegara mi mirada de el suelo, para fijarla en sus ojos, atónita, con la boca entreabierta y sin palabras.
¿Cómo es que sabía eso?
— ¿Por qué lo dices? — susurré, sin despegar mi mirada de sus ojos de color verde, a lo que el, recargándose en el sillón, respondió encogiéndose de hombros y de manera simple:
— Porque no es un secreto que estas enamorada de él. Karol, soy tu mejor amigo, te conozco muy bien, además, la tensión que ha habido entre vosotros últimamente la notan todos. Y es incómodo, muy incómodo — me froté las sienes con la yema de mis dedos para intentar calmarme al notar que mi corazón había comenzado a acelerar notablemente el ritmo al que latía. Si él ya lo había notado, no faltaría mucho para que todos los demás se enteraran.
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Juntos somos un error
Fanfiction"Fue un error enviarte ese audio. Fue un error alejarme de ti. Fue un error acercarme a ti. Fue un error amarte. Y juntos somos un error". Soy Luna, el fenómeno infantil y adolescente en los últimos años de Disney. Millones de espectadores, de fans...