12. "Hay algo que no anda bien... "

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"Pensaba que no íbamos a bueno... Estar juntos tan rápido, la verdad"
- Karol

Me separé de Ruggero bastante sorprendida por el paso que acababa de dar. Sus ojos brillaban, la luz se reflejaba en ellos, pero no lucia muy feliz. Eso me hizo dudar, tal vez no le había gustado el beso, o ya no le gustaba yo. Tal vez realmente no quería dejar a Candelaria y por eso estaba así.

— ¿Estás seguro de que quieres empezar algo conmigo? — musité, apartando mis ojos de los suyos, que me observaban atentos y bien abiertos. Asintió sin apartar su mirada de mí, o por lo menos yo me sentía aún contemplada por él y cogió mis manos entre las suyas, acariciándolas con delicadeza y suavidad, como si fueran de porcelana. Ese gesto me enterneció.

— Segurísimo, ¿Y tú? — parecía decir la verdad, aunque no sabía que pensar. Había algo extraño, todo esto había sido muy fácil, rápido... Yo deseaba realmente estar con él, sí, lo quería, de eso no tenía ninguna duda. Pero esperaba que las cosas ocurrieran de una manera mucho más lenta. Y que él no estuviera tan apagado.

¿Y sí me estaba mintiendo? ¿Y sí no había roto con la que se suponía que ahora era su ex? No creía que Ruggero fuera capaz de hacer algo así, me dolería muchísimo saber que yo era como su amante, la segunda, la que se interponía en un noviazgo y Candelaria continuaba siendo su pareja. No quería sentirme utilizada u horriblemente mal y culpable. Quería que hiciera,os las cosas bien. Lo observé de nuevo, su semblante se había suavizado y cuando lo miré me volvió a sonreír. Tal vez solo tenía miedo de lo que podía pasar, él no era una persona que jugara con las demás. O por lo menos eso quería pensar.

Mordí mi labio. Yo temía que nos estuviéramos equivocando gravemente. Puede que en un mes hubiéramos discutido por cualquier cosa  y no pudiéramos volver a afrontar el trabajo que aún nos quedaba realizar para "Soy Luna" o a lo mejor al final no queríamos realmente estar juntos, había sido todo una confusión.

¿Afectaría esto a nuestra actuación o a nuestra química frente a las cámaras? ¿La gente lo iba a notar? Eran preguntas que no podía sacar de mi mente. Las dudas eran persistentes.

— ¿Estás tú segura? Pareces preocupada — dijo, rompiendo el silencio que había inundado la habitación. Asentí mintiendo, puesto que realmente no estaba nada segura de lo que estábamos haciendo y menos con todo lo que acababa de meditar rápidamente, pero me dejé guiar por su mirada y por lo que mi corazón hacía siempre que lo veía. Como comenzaba a latir cada vez más rápido y me ponía muy nerviosa cuando me tocaba o incluso cuando me rozaba.

— Pensaba que no íbamos a bueno... Estar juntos tan rápido, la verdad — dije una parte de lo que estaba pensando y Ruggero se encogió de hombros como respuesta. Además, me resultaba muy extraña la situación. Decir esas palabras, que estábamos juntos... Hace apenas unos días, si me hubieran dicho que íbamos a empezar algo, no lo habría creído. Pero él me había prácticamente convencido al romper con Candelaria.

Sabía que íbamos a tener que mantenernos en secreto, pero yo lo que nos estaba dispuesta a aceptar era estar con él mientras estaba con alguien más. Que nos tuviéramos que esconder, aunque sabía que iba a ser complicado y doloroso, me importaba bastante menos.

La situación me parecía muy extraña, siento franca.

— ¿Te resulta raro, no? — afirmé suspirando y el italiano se acercó más a mí, dejando nuestros rostros a milímetros. No pude evitar observar sus ojos de nuevo buscando algo de remordimiento o duda, pero no había nada de eso. Me finé una vez más en esa luz que se reflejaba en ellos dejando un bonito brillo en estos y mi rostro, el cual podía ver en sus pupilas, bastante grandes en esos instantes.

Juntos somos un error Donde viven las historias. Descúbrelo ahora