En 1904 la pequeña Shailene estaba a dos meses de cumplir dos años, a este punto ya había aprendido a caminar con ayuda de Niklaus y Kol. En este momento se encontraban en el campo haciendo un picnic, los dos mencionados anteriormente se encontraban jugando con su sobrina, ambos la perseguían y la pequeña desde luego escapaba con sus cortos pasos mientras reía. Elijah y Rebekah se encontraban sentados contemplando aquella escena.
- Creo que Shailene ha sido la redención de Kol y Niklaus - habló Elijah.
- No, solamente la de Kol - aclaró su hermana.
- ¿Por qué piensas eso? - desvió su vista de aquella escena para verla a ella.
- Solo míralos, Elijah - lo miró igual - Niklaus sea como sea sigue haciendo el mal solo porque no quiere perder todo el poder que ha ganado aquí en New Orleans.
- Me parece que sí hermana - la apoyó.
- Ahora Kol - suspiro - Kol tiene dos años que ya no busca personas para alimentarse, y si en alguna ocasión lo hace ya no deja un pergamino de personas muertas.
Ambos regresaron sus vistas a sus hermanos y sobrina, quien se acercaba a ellos, la pequeña caminaba con un paso pequeño apresurado, y después de un momento se encontraba en los brazos de su tía Rebekah, la cual estaba encantada con hacer que se vea tan hermosa como en este momento, Niklaus y Kol se sentaron junto con ellos. Shailene había colocado sus ojos azules en los de su tía, Rebekah amaba cuando su sobrina la observaba así, la hacía sentir viva.
- Mamá - balbuceó la pequeña sorprendiéndolos a todos.
- ¿Qué? - dijo Rebekah sorprendida.
- Mamá - balbuceó de nuevo, ella estaba encantada pero las cosas no eran así.
- No pequeña - negó sonriente - yo soy tu tía Bekah - Shailene le sonrió de nuevo.
- Mamá - repitió nuevamente.
- Parece que eso serás ahora, Rebekah - habló Niklaus con una sonrisa.
- Pero, no puedo hacerlo Nik, sabes que no soy su madre - se negó.
- Ella te considera una, hermanita - intervino Kol.
- Y en verdad estoy encantada, pero cuando crezca hay que decirle la verdad.
- Y lo haremos - afirmó Elijah - por el momento hay que dejarlo así.
- Ven, darling - Kol extendió los brazos a su sobrina quien de inmediato fue con él - espero que a mí me digas que soy tu tío guapo.
- Ya basta con eso, Kol - dijo Niklaus fastidiado de lo mismo.
- ¿Qué? No es mi culpa que madre no los haya hecho tan guapos como yo - sonrió.
- Arruinas el momento con tu ego, hermano - le dijo Rebekah.
Y así los años pasaron hasta que Shailene cumplió los siete, ahora era una hermosa niña con cabello castaño ondulado hasta por debajo de los hombros, ojos azules y no tan alta, su piel era clara y su complexión delgada. Se encontraba en su habitación poniéndose un vestido que su tía Rebekah había comprado para ella, ese era su favorito porque parecía de princesa, en compañía de la pequeña tiara y zapatillas que su tío Niklaus le había regalado para su cumpleaños, era una niña y lo que más quería era jugar en ese momento, amaba hacerlo con sus tíos porque sin duda alguna los quería muchísimo. Su tío Elijah siempre le enseñaba cosas nuevas al igual que saber comportarse como una princesa, no sin dejar fuera los buenos modales que quería que ella tuviera. Su tío Niklaus la consentía con muchas cosas y la había enseñado a dibujar así como él lo hacía, le faltaba mucho pero él siempre la animaba. Su tía Rebekah le enseñaba a como siempre verse bonita, al igual que le enseñaba cosas que solamente una mujer podía enseñar a otra. Su tío Kol siempre jugaba con ella, en otras palabras era su príncipe azul, a él le encantaba ver feliz a su sobrina así que lo hacía. Por eso es que Shailene estaba buscándolo en toda la mansión pero no lo encontró así que fue donde su padre, sabía que a su padre era muy distante con ella por alguna razón pero aun así quería estar con él, por lo que entró a su habitación donde se encontraba sentado en su pequeño escritorio con papeles.
ESTÁS LEYENDO
The Original Family ⚰
VampirosTodos conocen a la familia original por el sufrimiento que se causan unos a otros, pero no siempre fue así, no cuando hubo alguien que en verdad los hizo feliz durante años. ¿Quién hubiera pensado que el primogénito de uno de los hermanos Mikaelson...