The Original Family ⚰

Capítulo 21

Elijah, quien se encontraba casualmente pasando por ahí, pudo notar aquello; y su hermana menor le sorprendió por detrás poniendo una mano en su hombro.

- Realmente se ve feliz con él ¿no es así? - habló Rebekah con una ligera sonrisa.

- Me parece que sí, hermana - respondió el noble Elijah asintiendo con la cabeza.

- Deberían hacer un esfuerzo por dejar que experimente por sí sola.

- Yo no tengo problema con ello, Rebekah - le dejó en claro - sí, es mi sobrina y la quiero demasiado, pero tengo que dejar que crezca.

- Sabía que tenía un hermano inteligente - le besó la mejilla, y Elijah rió entre dientes.

- Tal vez no tienes hermano inteligente, solo tienes unos más estúpidos que otros.

Rebekah negó divertida y desapareció lentamente por el pasillo. Mientras tanto Shailene y Stefan caminaban por las alegres calles del barrio francés, disfrutando de cada segundo estando uno a lado del otro, sin sospechar que alguien les observaba a lo lejos. Quisieron apartarse de todo aquel escándalo de la ciudad, estaban acostumbrados pero preferían la tranquilidad, por eso se adentraron al bosque.

- Estoy segura de que por lo menos aquí podremos hablar sin gritarnos.

- No entiendo cómo la gente de ahí puede soportar tanto ruido.

- Bueno, Stefan, llevo viviendo diecisiete años aquí y ha sido el tiempo suficiente para acostumbrarme - elevó una ceja - tú llevas mucho más tiempo y...

- Yo... No soy de aquí, Shailene - le aclaró.

- ¿No eres de aquí? - cuestionó impresionada para que luego el chico negara otra vez.

- Soy de Mystic Falls, un pueblo no muy lejos de aquí.

- He escuchado de él - asintió con la cabeza - es solo que nunca he ido ahí.

- Creo que mi primera misión es hacer que lo conozcas.

- No, nuestra primera misión es divertirnos ¿recuerdas? - Stefan asintió.

- ¿Y cómo piensa divertirse, señorita Mikaelson? - preguntó usando un tono formal.

- Me parece que jugar a las escondidas sería una gran forma de hacerlo, señor Salvatore - dijo ella de la misma manera y Stefan soltó una risa.

- ¿Las escondidas, Shailene? - elevó una ceja.

- Oh, vamos... el juego es genial - le insistió y él terminó aceptando.

- Está bien, está bien.

- Que bueno, porque tú cuentas - dijo antes de salir a velocidad sobrenatural.

Stefan la llamó un par de veces, pero supo que sería imposible que le hiciera caso, así que solo se cubrió los ojos y comenzó a contar. Cuando terminó de hacerlo comenzó a caminar por el bosque buscando a Shailene, quien se encontraba huyendo con cuidado de no hacer algún ruido que la delatara. Caminaba lo más silencioso posible entre los árboles, y cuando consideró estar lo bastante lejos de Stefan se detuvo cerrando los ojos momentáneamente, no había jugado a esto desde que era una niña y ahora podía recordar la adrenalina que sentía cuando lo jugaba con sus tíos. Estaba tan distraída recordado todo aquello que ni siquiera se dio cuenta de que Stefan estaba ahí hasta que la sorprendió por detrás.

- Te encontré - exclamó victorioso abrazándola por detrás. Ella soltó un grito sorpresivo.

- ¡Stefan! - exclamó en un casi grito mientras reía - se suponía que debías tardar más tiempo en encontrarme - dijo mientras se giraba hacia él sin alejarse un centímetro.