Capítulo 25

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Los hermanos Mikaelson supieron que por su expresión no estaba bien, y pensaron lo peor cuando la vieron salir de la habitación del mayor de ellos.

- Amor, no removiste la daga ¿verdad? - preguntó Niklaus preocupado.

- No... - negó con lo que le quedaba de voz.

- ¿Qué sucede entonces, cielo? - preguntó ahora Rebekah.

Shailene bajó la mirada y apretó los labios antes de responder, no sabía si iba a ser capaz de decirlo, pero tenía que hacerlo.

- Lo vi todo... - se limpió una de las lágrimas que bajaba por su mejilla.

- Darling... - iba a comenzar Kol pero ella lo interrumpió.

- Angelique Butler era su nombre - comenzó a hablar - vi a mi padre feliz con mi madre... vi el día de su boda, vi el día en que mi madre dio la noticia de su embarazo, y vi el día de mi nacimiento - soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo - y los vi a todos ustedes.

- Mi niña... - dijo Elijah - no debiste haberlo hecho.

- Tenía que - sonrió como pudo - y tenías razón, tío Klaus.

- ¿Sobre qué? - estaba confundido, por lo que se acercó a ella.

- Soy idéntica a ella - se aferró en un abrazo a él.

Niklaus recordó a la perfección el día en que le había dicho aquello, había sido meses atrás, cuando su hermano había intentado sacar el corazón de su sobrina. Shailene se separó del abrazo un momento más tarde.

- Shailene - habló Elijah - sabes que si pudiéramos hacer algo por regresar a tu madre a la vida lo haríamos, desgraciadamente no podemos hacerlo.

- Lo sé - pasó una mano por sus cabellos - pero no estoy triste en realidad. Por supuesto que me hubiera gustado conocerla y haber vivido como la familia que siempre quise con ella y mi padre, pero no cambiaría jamás el hecho de que hubiesen sido ustedes quienes cuidaron de mí - volvió a sonreír -. Después de la muerte de mi madre no les correspondía a ustedes cuidarme, y aún así lo hicieron; estuvieron en todo momento conmigo, desde el día de mi nacimiento hasta el día de hoy.

Y aquellas palabras fueron lo suficientemente convincentes para que los hermanos Mikaelson se sintieran enternecidos. Creían que el hecho de que Shailene estuviera entre los recuerdos de Finn le afectaría y le haría añorar a Angelique de vuelta, pero no era así, su sobrina se lo había tomado mejor de lo que pudieron haberse imaginado.

El sol comenzaba a esconderse, y una vez que lo hizo podían escucharse gritos a lo lejos provenientes del bosque, cualquier persona que pasaba por ahí simplemente decidía continuar su camino de manera rápida. Ahora, entre las sombras del oscuro bosque se encontraba Stefan bebiendo la sangre de su víctima sin piedad alguna, dejó el cuerpo sin vida junto a la pila de los otros que había drenado anteriormente. Nuevamente el sentimiento de culpabilidad se apoderó de él, y no solo por el simple hecho de haber matado a aquellas personas, sino porque había mirado a Shailene directamente a los ojos y le había prometido que se iría a descansar; no lo hizo, cuando caminó por las calles se aturdió al solamente escuchar el corazón de las personas bombeando sangre sin parar, la tentación continuaba ahí, y no hizo nada porque desapareciera, solo se dejó llevar. No quería continuar sintiéndose de esa forma, cada persona que mataba significaba años de tortura para sí mismo, así que como última opción cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia abajo. En el momento en el que levantó la cabeza y la mirada al mismo tiempo una sonrisa cínica se formó en su rostro, el sentimiento se había ido, no sentía nada, y no lo haría hasta que su humanidad regresara con él.

The Original Family ⚰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora