Madrugones de sheo-Capítulo 36

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Etapa final...

10 Años Antes

-Tienes que decirle, Shai-era la quinta vez que me lo decía aquel día de verano.

-Ya te dije que se lo diré cuando sea el momento correcto, mamá- le reproche mientras secaba los pocos trastes que teníamos.

-Ya es mañana, dime cuando es el momento oportuno, Diann-menciono con la mirada en la libreta, mientras terminaba de hacer unas cuentas.

-Se lo diré hoy.

-Eso dijiste ayer.

-Mamá, me acabo de enterar a penas el miércoles, ¿cómo quieres que le diga sí ni siquiera puedo asimilarlo?

-Lo sé, pero en mi defensa sabías que iba a pasar.

-Sí, siempre pasa. Pero no pensé que después de once años pasaría.

-Es por nuestro bien y el de ellos.

-Lo sé, pero ¿por qué justo cuando todo está bien?

-Es necesario, Shailene.

-Mamá sí yo pudiera me quedaría con Alice.

-Si pero no, entiendo lo que pasa, Shai. De verdad pero no puedo dejarte con tu hermana, no ahora, apenas está empezando a independizarse como para lanzarle la responsabilidad de cuidar a otra persona.

-Aghhh. Me gusta mucho.

-Lo he notado, de verdad que me duele mucho que los separe pero...

-Llamaron y tenemos que estar allá el lunes.

-No, jovencita. Me acaban de avisar que el lunes nos tenemos que presentar para empezar a investigar y crear estrategias de trabajo pero debemos llegar mañana para habitar la nueva casa.

-Mamá, ¿por qué no elegiste Europa o Asia? Esta relativamente cerca ¿por qué América?

-Shai, debemos ir. Sé que es tu primer amor pero es necesario y obligatorio, nos necesitan allá. Pero te diré un secreto, sí de verdad es el destino que ustedes estén juntos en algún futuro se van a reencontrar. Además irnos no significa que se vayan a dejar de hablar, existen las llamadas a larga distancia, los mensajes, las redes sociales, las cartas...

-Sí, mamá pero no es lo mismo.

-Claro que no lo es pero debemos ir. Hazlo por todos, Shai. No quiero irme y sentirme culpable por separarlos justo cuando están empezando. Eres mi hija y no te quiero dejar si de por si se me está haciendo difícil dejar a Alice más si las dejo a las dos, incluso si es con tu tía. Entiéndeme, debemos estar unidos más que nunca. No quiero separarte de mí, no ahora.

-Está bien, mami pero prométeme que volveremos.

-Te lo prometo, anda yo término, tienes que ir a decirle.

(...)

Mis manos temblaban, tenía que hacerlo, limpie una lágrima rebelde, toque una vez más, esperando que me abrieran. Respire, suspire, mis piernas se tambaleaban, iba a perder el equilibrio si seguía así. ¿Por qué tenía que dejar a la única persona que me hablaba? ¿Por qué?

La hermana menor de Theo, Natalie, me abrió con una amplia sonrisa, debo reconocer que de los hermanos de Theo ella es la que más se parece a él, tiene sus ojos, cabello, sonrisa, tono de piel pero en cuanto a carácter cambian totalmente pero a la vez son complementarios.

-Ho...la-debo dejar de estar nerviosa, vamos Shai puedes hacerlo-. Disculpa, ¿Esta tu hermano?

-Lo siento, Shai, acaba de salir, se fue con Henry a visitar a los abuelos y regresarán hasta mañana por la noche.

-Oh-la decepción corría por mis venas.

-¿Quieres que le dé algo?-dijo refiriéndose al sobre blanco que llevaba en las manos.

-No, gracias. Solo podría dejárselo en su habitación, prometo no tardar.

-Sí-dijo dejándome pasar- solo que ten cuidado están trapeando.

-Gracias, Natalie-comencé a subir las escaleras, efectivamente estaban trapeando la parte superior, con cuidado me dirigí al cuarto de Theo, cerré la puerta tras de mí. Cerré los ojos, estaba siendo muy cobarde pero nunca fui buena desahogándome a través de palabras, soy mejor con papel y pluma. Abrí los ojos de golpe recordando que todavía no terminaba de empacar. Fui a su escritorio, vi una foto de él y mía en nuestra segunda cita, me había llevado a ver una película del asco, sin ofender pero no estaba realmente buena, aunque eso no es lo importante, lo bueno fue que me compensó con unas ricas golosinas, otra lágrima cayó sobre una hoja, la mire y no entendí lo que significaba. La tome y la leí, habían aceptado a Theo en una preparatoria muy prestigiosa de Inglaterra. Miré la fecha en la que se la habían mandado, fue dos días después de que empezamos a salir, vi otra hoja por curiosidad la tome. Han escuchado la famosa frase "La curiosidad mato al gato" pues prácticamente lo hizo, era una carta de rechazo por parte de Theo, no estaba segura de sí el rechazo se debiera a mi presencia, lo descarte porque sería una tontería, estamos hablando de que tenemos solo quince años, perder una oportunidad así por amor sería una completa tontería pero sí Theo lo estaba haciendo por mí, no debía, tenía que ir, como fuera de lugar. Sonreí porque me dije a mi misma que estaba bien, porque sabía que ambos estaríamos felices, porque sabía que me perdonaría. Deje la carta y las hojas junto al escritorio, más tarde le hablaría para ver cómo estaba y todo eso. Salí del cuarto, con nudo en la garganta pero con una sonrisa en el rostro, había hecho lo correcto. 

Volverte a encontrar- sheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora