Epílogo

404 27 3
                                    

Mis caderas se movían al compás de la canción, mis oídos se deleitaban en cada acorde, cerré los ojos y el mundo se convirtió en magia, viaje a los lugares más recónditos de él en busca de la felicidad, de algo que me ayudará a deshacerme de este dolor y llenar el vacío que había provocado. Sabía que no dependía de nadie, sin embargo cuando esas personas que te hacen sonreír, que llenan tu día, que con ellas te sientes el rey del mundo; cuando desaparecen, algo en ti aunque muchos te podrán decir que es momentáneo, se apaga y no es fácil volver a llenar ese espacio. Porque solo con ellos te sientes tú misma.

Recordaba el mensaje de Aisha como si lo hubiera escrito ayer, el hecho de que decidiera alejarse por un momento y poder sanar sus heridas. De que durante un tiempo que no conocía, ella, la que me ayudo a levantarme, que me apoyo cuando más lo necesitaba, que me sostuvo en mi caída, no estaría en un tiempo indefinido me hacía sentir vacía. Me hacía recordar que hice algo malo, algo que aunque Aisha hubiera dicho que me perdonaba no era tan fácil para mí olvidar la culpa que sentía.

Me había propuesto concentrarme cien por ciento en mi trabajo pero en los momentos en los que me encontraba sola, sin nada en que pensar y que hacer, el vacío me recordaba que estaba ahí esperando para que poco a poco aquella culpa me tirara al suelo. La sentía, pero ¿qué se puede hacer en asuntos del corazón?, no es fácil olvidar. Lo que han estado enamorados lo sabrán, aun cuando sabes que no es lo correcto, que vas a salir lastimada, que aquella persona no podrá corresponder tus sentimientos, aun amas. Lo das todo, porque somos unos adictos al amor, amamos esa sensación que nos provoca.

Sí, Theo era un buen chico pero como saber que es el correcto, que valió la pena lo que paso. Aunque tuvo sus ventajas, no era justo que Aisha no se casará con un hombre que no la amaba totalmente y que ella hiciera lo mismo, porque en la sinceridad confesó que era un capricho, la misma tarde de la boda se dio cuenta de que no era el tiempo ni el hombre indicado. Que lo amaba pero de una forma totalmente diferente al amor que sientes cuando quieres compartir tu vida con otra persona, sufrir, luchar, llorar juntos y apoyarse en cada uno de los pasos que dé el otro.

El coro de la canción, la potente voz de aquella mujer me hizo estremecer, las gotas escurrían por mi cuerpo, por primera vez desde hace semanas deje que mi corazón liberara lo que sentía, que no importaba lo que pasaba, lo que quería era que por una vez la carga que he sostenido en alma respecto a todo desapareciera, llore, grite, me enoje conmigo por permitir que todo me consumiera, que me volviera una persona ajena a la que en verdad era. Era una mentira que es mejor guardar lo que sientes porque sin darte cuenta caes en un abismo que no tiene salida y cuando te das cuenta es tarde porque has herido a varios incluyéndote a ti misma.

Deje que el agua me limpiara, fue símbolo de la purificación que había hecho, me quede unos minutos ahí hasta que fue tarde, escuche a mi gato maullar, lo más seguro es que tenga hambre, me sequé, me sentí ligera. Tome mi bata, dispuesta a salir de la habitación cuando vi mi reflejo. Aquellos ojos que tenía cuando era una niña, que aún tenía a un padre al cual amar, regresaron. Volví a ser la Shai que me gustaba ser, la que miraba lo positivo de las cosas, que ante una caída siempre se levantaba.

Salí de la habitación de baño, di un brinco al ver a la persona que tenía en frente, lo mire con una fuerza que no supe de donde había salido. Me di cuenta que esa había sido la razón por la cual el gato había maullado. Roosevelt se acomodó en la cama. No supe descifrar su mirada, no me había preparado para esto, ni siquiera pensé que pasaría.

-¿Qué haces aquí?

-No es más que obvio-recordé que solo estaba en bata por lo que parte de esa fuerza se agrieto.

-No, ¿cómo entraste?

-Hable con tu hermana, tome el primer vuelo que vi para venir. Me dio las llaves de tu casa.

-Podrías haber tocado

-No me hubieras abierto-una parte de mi sabía que tenía razón- Aisha me dijo que vino a verte.

-Ah, te lo dijo. ¿Qué es lo que necesitas?

-Shai, trataré de ser breve. Me gustas y mucho, no te puedo decir por qué ni cuando volvió a suceder. Porque cuando te vi, sabía que mis sentimientos por ti seguían siendo los mismos, que te había perdonado pero que ahora amaba a otra persona pero poco a poco te fuiste metiendo en mí ser como si no te importara lo que podía suceder, no me di cuenta de que quería algo más contigo. Sé que te hice daño y más ante el hecho de evitar decir la verdad, de ver cómo me decías cuanto me amabas y no hacer nada que sabía que deseaba. En la mañana, al prepararme me di cuenta del error que estaba cometiendo porque sabía que no era justo para Aisha que me casará sabiendo y dudando de lo que sentía por ella, así que se lo dije. Una parte se alivió al ver que Aisha se encontraba bien y cuando lo anunciamos, su padre me golpeo.

Pensé en que decir y que hacer porque sabía que no ibas a aceptar nada de mi si Aisha no lo permitía, hable con ella, tratando de ver como estaba, termino diciendo lo que había pasado entre ustedes dos y me dijo que se quería alejar un tiempo para aclarar todo y poder sanar. Tarde bastante en venir, lo sé, pero tu hermana me recomendó que te diera tiempo para poder aclarar lo que sentías, para poder asimilarlo y respete eso, ambos lo necesitábamos. Shai te que me dejes conocerte de nuevo porque sé que las personas cambian, que puedas conocer al verdadero Theo, al nuevo y regenerado. Dame la oportunidad de amarte y ver qué pasa, que sucede, como terminamos. Dejar que el tiempo se haga cargo de ello. Shai ¿me la darías?

Me acerque a él, sabiendo lo que quería, lo bese porque no necesitaba palabras ni explicaciones, no podemos encapsular al amor porque es tan grande que en una palabra no cabe, no tiene que ser necesariamente a otra persona puede ser a ti mismo y cuando te amas realmente puedes dar amor hacia otra persona, inclusive a un animal. Porque valoraras la vida. Me estaba dando la oportunidad de amar, de entregarme, de dejar que el amor me guie por los caminos que no he descubierto.

-Solo una cosa-dijo con su cara a pocos centímetros de la mía-no prometo no hacerte daño porque sería como prometer que no morirás, solo te diré que evitare hacerlo y cuando lo haga, se sincera conmigo para poder solucionarlo. No te guardes las cosas, no más Shai-lo volví a besar.

No sé qué pasará en el futuro, no sé si lleguemos a la muerte juntos, no sé lo que pasará ni lo que vendrá, solo sabía mi presente, en el cual él estaba y lo que quería, amar y ser amada. Ser feliz y cuando ya no pueda ni tenga fuerzas para amar, me iré recordando las cosas buenas que el trajo a mi vida y lo que él me enseño en cada una de ellas.

_________

Bueno hasta aquí, les agradezco su apoyo, espero que les hay gustado y ya saben si quieren leer otra historia de amor pasen por mi perfil, estoy comenzando un nuevo proyecto se llama Imperio. 

Volverte a encontrar- sheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora