Noches de sheo-Capítulo 31

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Theo salió del vestidor que se encontraba en la esquina derecha de la habitación, llevaba puesto un traje azul marino, se estaba terminando de abotonar la camisa blanca, miró su reflejo en el espejo que tenía en frente, observe su espalda, los mov...

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Theo salió del vestidor que se encontraba en la esquina derecha de la habitación, llevaba puesto un traje azul marino, se estaba terminando de abotonar la camisa blanca, miró su reflejo en el espejo que tenía en frente, observe su espalda, los movimientos que estaba haciendo para que la camisa se ajustara perfectamente a su cuerpo, con una media sonrisa se giro.

-¿Admirándome?-pregunto con un tono arrogante.

-Me olvidaba de que llevas dentro de ese cuerpo al temible y popular Theo James de la secundarias.

-Esos días-dijo suspirando.

-Si, aquellos donde me parecías la persona más repugnante de todas-frunció el ceño saliendo de su ensimismamiento.

-Nunca lo mencionaste.

-No tenía que hacerlo-dije encogiéndome de hombros-. Oye no entiendo ¿por qué compras tu traje sí tienes una propia marca de ellos?

-Para no perder la tradición, pequeña.

-Deja de decirme así.

-Entonces cómo te digo, grandulona, jirafona; te recuerdo que no estás tan alta-se burló.

-Veo que hoy estas en esos días donde el arrogante Theo James florece.

-Sí, bueno. Fue un mal día en la oficina.

-Pero eso no te da derecho de tratarme así-me queje con un chillido.

-Tienes razón lo siento-me di cuenta que la faceta arrogante era para cubrir su verdadero sentimiento en este momento, estaba nervioso, lo note por como temblaba al tratar de ponerse la corbata.

-Déjame hacerlo-me levante de un salto, llegué donde él, le quite la corbata de las manos, sentí un escalofrío al sentir su contacto, su mirada quemaba mi cabeza, su respiración entrecortada estaba en mi sien; mis manos comenzaron a temblar, como pude le puse la corbata. 

-¿Cómo es que sabes hacerlo? No me digas que fue por otro de tus novios-entre sus palabras note un poco de celos pero todo se disipo con una sonrisa burlesca.

-No, papá me enseñó, se volvió una costumbre, siempre lo hacía. Después de que falleciera se lo enseñe a Gaby para que lo hiciera con Gabe pero era tan torpe-solté una risa triste, una lágrima resbalo por mis mejillas hasta aterrizar en mi zapato, la mire-que nunca lo supo hacer bien por lo que siempre terminaba haciéndolo yo-tomo mis manos, hizo que lo viera, sus ojos mostraban compasión y entendimiento. 

-Shai, lo siento de verdad. Yo también los quería aunque no me creas, siempre los veía como los hermanos de la chica que me gustaba-mi corazón se fracturó en segundos-. Ellos te amaban, muchos, eras la hermana que todos querían tener- las lágrimas resbalaron por mi rostro, con una de sus manos limpió torpemente mis mejillas. 

-Tus manos tiemblan-susurré, con una sonrisa nerviosa, bajo su mano.

-Lo sé, de seguro fue por la cafeína- que mala mentira, conocía que le encantaba el café, podía estar tomándolo toda la noche. Me separé y fui a la esquina donde una caja de pañuelos reposaba en una mesita de cristal con tazas de porcelana llenas de café que Theo había pedido para el transcurso del tiempo en el que estuviéramos aquí, no se me antojaba en este momento, para nada, lo único que quería hacer era limpiarme la nariz, no quería que James viera mis mocos, ¿se imaginan?

Volverte a encontrar- sheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora