Capítulo 39

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Ya era noche, pude ver la puesta de sol, se veía hermosa. Me ayudó con lo que acababa de pasar, no quise recurrir al alcohol por lo que opte por elegir un buen libro que me ayudara a olvidar mi realidad. Mañana comenzaría de nuevo a trabajar, a seguir mis proyectos adelante, a al fin poder continuar desde donde me había quedado.

Terminé de ducharme, me coloque lo necesario para que me sintiera cómoda y fresca, decidí quedarme un rato en bata, disfrutar de un buen café y una película de comedia romántica.

De seguro a esta hora se encontraban casándose, jurandose amor eterno y todas esas mentiras que en unos años ponen en duda. No es que este en contra del amor, ni siquiera del matrimonio, lo que me enfurece son los votos que hacen, sin pensarlo, sin ser honestos y realistas.

De acuerdo, estoy siendo pesimista. Roosevelt se coloca entre mis pies, lo miro y le sonrió. Veo cuanto extrañó estar en casa, yo también lo hice. Voy a la sala preparo todo lo que se necesita para una velada de románticos, de llanto y deseo. Coloco la primer película, me acuesto en el sofa, Roosevelt sobre mis piernas.

Suspiro, recordando mientras pasan los titulos, el hecho de que Aisha probablemente me hablé hasta dentro de un año y por una parte está bien porque hay tengo la espinita de que no fui una verdadera amiga, que destruí lo que teníamos desde el momento en que desee a su prometido. La película comienza, con el hecho de que Margaret está en una caminadora, amo esta película, tanto que me sé los diálogos, el hecho de como está establecido el final, el amor, la comedia, la vuelve fabulosa.

El momento en el que una de mis partes favoritas aparece, donde los personajes chocan desnudos, el timbre suena. La pauso, no espero visitas, ni siquiera sé quien puede ser en estos momentos. Andrew sigue de viaje y no le he avisado a nadie respecto a mí regreso.

Me levanto extrañada, algunas sospechas de que algún vecino chismoso sea, abro la puerta y al momento de ver quien está ahí mi corazón se hace añicos porque se lo que va a pasar.

Un nudo se forma en mi garganta lo que me obliga a tragar, el ver el estado en el que se encuentra solo hace que empeore todo lo que estoy sintiendo.

-¿Qué haces aquí?-le pregunto extrañada

-No te atrevas, Shailene. ¿Cómo pudiste?-lágrimas caían por su rostro, su voz se entrecortaba con cada palabra, los ojos hinchados me decían que probablemente lloro durante todo el vuelo. Su ropa, la misma con la que me había despedido por la mañana. Me hizo a un lado y paso a mi casa. Sin siquiera pedir permiso. Roosevelt al ver su estado subió las escaleras.

-¿Cómo supiste?-las palabras salían con demasiada debilidad que lo único que provocarían sería que cayera al instante.

-Shai, ¿Por qué no me dijiste?-mas lágrimas, la culpa me carcomio, comenzaron a descender gotas de agua salada por mis mejillas.

-Porque eres mi mejor amiga. Estabas feliz. El te ama y tu a el. Es pasado y eso no importa...

-Pero si tú lo seguías amando, porque no me dijiste Aisha es el- una combinación entre tristeza, dolor y enojo se podía ver en sus ojos.

-A ti te amaba que iba a cambiar...

-Nuestra amistad, nuestra amistad. Shailene, se supone que nos decíamos todo aún sabiendo que podría traer consecuencias malas porque rompiste eso...

-¿De verdad querías saber que lo seguía amando, que el hombre con el que te casarías, ese mismo es del cual tu amiga nunca pudo olvidar? El cual le rompió el corazón. Oh vamos, por supuesto que no

-Al menos me pude haber enterado por ti- tenía razón, lo mejor hubiera sido que yo le hubiera dicho, no que otra persona le dijera.

-¿Quién te dijo?

-Todos sabían menos yo, hasta María. Era la ciega del lugar, como crees que me sentí. Lo descubrí.

-¿Qué?

-El día en el que fui a dejar tu vestido de dama encontré una foto tuya donde salía el y una pequeña descripción. Comencé a entender todo y luego al ver como te miraba sentí que todo era una mentira, que viviría en una farsa donde las cosas no terminarían bien para ninguno de los dos. No me casé, sabes que fue lo peor que sólo pensaba en el hecho de que tú me habías defraudado. Habías desconfiado de mi, sentí como si nuestra amistad nunca hubiera existido. Eso fue lo que más me dolió.

-Yo...

-Shai, por una maldita vez-se acercó a mí, temí ante el hecho de que probablemente me fuera a matar- piensa en ti. No en los demás. ¿Qué iba a pasar, si te lo guardabas? Cuando pasarán los años, tal vez amarás a otra persona pero seguirías sintiendo un poco de rencor contra mi y eso te amargaría la vida. Si él no me ama en estos momentos, tal vez en el futuro tampoco, cuando me engañara con otra mujer y yo fuera a buscar consuelo, no me dirías que en realidad nunca me amo.

-Estas loca, no voy a obligar a nadie a amarme, Aisha él te ama a ti y me lo aguante porque lo sabía y sabía el resultado, sabía cómo iba a terminar todo lo que hemos hecho. Nuestra amistad se iría por el despeñadero.

-Shai, viste lo que querías ver. Theo se estaba tratando de convencer de que yo era la persona con la que el quería estar. Cuando eras tú a la que amaba, todos pensaron en mi sin embargo no pensaron en ustedes, está bien hacerlo por un tiempo.
Shai, te amo y quiero que seas feliz aún si es a lado de él. Tal vez no me toque a mi casarme ahorita y me parece bien. Me falta conocer lugares, cosas nuevas y personas nuevas. Shai, él te ama y tu a el. No dejes que sea impedimento para ambos.

-Aisha, no sé qué decirte.

-Nada, solo dame un abrazo-nos unimos y las lágrimas, los secretos y las emociones salieron a través de nuestros ojos, a través de nuestra alma- me di cuenta de que no quería hacerlo, Shai. De que no estaba preparada.

La mire, tenía razón, decía la verdad sino estaría en estos momentos golpeándome por haberle robado a su novio. Ya saben códigos de la amistad y todo lo que conlleva eso. Me di cuenta que lo importante era el perdón, la aceptación. Aisha me perdonaba y sabía que aún le costaría tiempo para aceptarlo pero que me apoyaría en cualquiera de mis decisiones.

-Me tengo que ir, deje el taxi. Me quedaré con mi hermana. Cualquier cosa me hablas-asenti, tomó uno de los pañuelos que se encontraban cerca del sillón se limpio las lágrimas y se despidió. Dándome a entender que era tiempo de arreglar las cosas. De pensar por una vez en mi. No era egoísmo, era no dejar a lado tus sueños y anhelos por otras personas.

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Hola.
Aclaraciones:
-Primer borrador, por lo que tal vez edite, no sé en cuanto tiempo pero se que no es el trabajo final. Incluyendo los demás capítulos
-Va a haber epílogo, tenemos que concluir bien esta historia. Ya lo tengo pero lo subiré en una semana junto con los agradecimientos.

Gracias por todo su apoyo, porque a pesar de mis pocas actualizaciones seguidas siguieron leyendo. Estoy muy emocionada porque es la primera que acabo. Tengo muchos proyectos más en los que me gustaría contar con su apoyo. Uno ya está en proceso, quisiera que lo leyeran y me dieran su opinión.

Amo Sheo, a pesar de que en la vida real no estén juntos, por el momento. Jajajajaja.

Gracias por todo. Les dejo el link de la nueva historia, nos leemos 😊

https://my.w.tt/rL8YBdOyoL

Sino los deja abrir, está en mi perfil. Se llama Imperio

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