CAPÍTULO 4: BOY DIVISION

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N/A:  La canción que acompaña a este capítulo es Boy Division de My Chemical Romance.

CAPÍTULO 4: BOY DIVISION

– ¿Qué? – El grito de Mercedes se podría haber escuchado en cualquier parte de la ciudad de Los Ángeles. Kurt acababa de contarles a sus dos mejores amigos y al novio de la morena lo ocurrido la noche anterior.

– Veamos, resumiendo. Un tío quiere violarte, Blaine te rescata de sus garras, te quedas dormido y no puede traerte al hotel por lo que te lleva a su casa, duermes en su cama con él y cuando despiertas lo acusas de haberse aprovechado de ti, sus amigos te creen y él los echa de su casa, después te invita a desayunar y te trae aquí... ¿De dónde ha salido ese tío? ¿Es un príncipe azul o algo? – Elliot quiso saber.

– La verdad es que fue muy amable. – Afirmó Kurt.

– ¿Y cuándo lo volverás a ver? – Preguntó la chica.

– ¿De qué hablas? – Cuestionó el castaño.

– Vamos... Es sexy, está más bueno que comer chocolate mientras te dan un masaje... Dime que le has pedido su número... – Suplicó el moreno.

– No... – El ojiazul se dio cuenta de que debía haberlo hecho, puede que no para tener algo con él porque desde luego que Anderson no es su tipo, pero tal vez podían ser amigos.

– Bueno, al menos sabes donde vive. Tal vez podríamos ir a visitarlo más tarde... – Propuso la joven.

– La verdad es que no conozco Los Angeles, había muchas casas iguales allí y no recuerdo el camino que seguimos. Creo que sería imposible para mí encontrar donde vive. – Hummel se sintió apenado.

– Por suerte yo tengo más cerebro que tú. Hablaremos con Ashley, seguro que ella puede localizar a su manager y pedir que le pasen tus datos. – Jones intervino.

En ese momento, llegaron Quinn y Rachel y se sentaron junto a ellos.

– ¿Habéis visto la última noticia de gossip.com?

***

Blaine se sentía aturdido. Después de dejar a Kurt en el hotel volvió a su casa. La noche anterior apenas había bebido antes de abandonar el local y se durmió pronto por lo que esa mañana no tenía ni sueño ni resaca. Eso era algo raro en él, ya que vivía de bar en bar, de copa en copa y de trasero en trasero y la noche anterior no había tenido nada de eso. Decidió que tal vez algo de ejercicio le ayudaría. Llevaba dos años sin pisar un gimnasio. Amaba el boxeo, pero abandonó tantas aficiones cuando su vida se volvió loca y pasó aquello... Hacía poco había comprado ropa nueva a ver si volvía a su antigua vida, pero no lo conseguía... Tampoco lo quería. Pensó que por una vez no habría problema, sólo necesitaba una afición que pudiera hacer por la mañana y no conocía muchas porque normalmente las ocupaba durmiendo o trabajando. Preparó una bolsa de deporte con todo lo necesario y buscó en Internet un local discreto para acudir porque no quería fotos de esa sesión en ningún sitio. Sería un secreto entre sus guantes de boxeo y él. Ni siquiera Sam o Sebastian debían saber eso porque no quería otra charla sobre lo que debía y no debía hacer.

Estuvo casi dos horas golpeando un saco y se sintió bien, aunque seguía prefiriendo noches de borrachera y sexo salvaje. Después se duchó y se preparó para ir a comer. Pensó en ir al sitio de siempre pero se dio cuenta de que el resto del grupo estaría allí y no le apetecía compartir conversación con sus mejores amigos porque aun le molestaba lo ocurrido por la mañana. Además, sólo había algo peor que Sam ganando una apuesta... Que la ganase Sebastian. Ninguno de los dos lo haría porque su “reconciliación” sería al día siguiente, un día de “castigo” no era gran cosa después de las acusaciones que le habían hecho. Al final pidió comida a domicilio y estuvo tranquilo en su casa.

I Wanna Rock (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora