13. El Tiempo Pasa

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Todos los que habían presenciado la extraña llegada aún estaban sorprendidos e inmóviles, nadie sabía qué hacer nisiquiera el Hada Madrina. Evie aún se sentía débil y apunto de desmayarse cuando notó que los ojos de Mal cada vez brillaban más y más, hasta el punto de dar más miedo que su madre.

- No sé que haces aquí pero no te permetire que dañes a alguien- de entre su mochila Mal sacó su libro de hechizos y busco entre las páginas.

- Tranquila, por favor solo tranquilizate, no he venido aquí para dañarlos, solo.......solo- el resien llegado se arrodilló frente a todos- quiero pedir su perdón, quiero comenzar de nuevo.

- Buen intento pero no te creemos nada.

- Mal, Evie...... Lamento averlas dejado hace dos años, no estuvo bien, me he arrepentido y quiero volver a Auradon.

- No creeremos tus mentiras Jay, serás enviado de regreso a la Isla- Mal había encontrado el hechizo que necesitaba y estaba lista para lanzarlo.

- ¡Mal! Detente, aquí nadie puede jusgarlo, además si lo regresas a la isla, no abra servido de nada lo que as aprendido en Auradon, sino sabes perdonar significa que no te he enseñado bien- el Hada Madrina trataba de convencer a Mal, sabía que la joven podía hacerlo mejor.

- Pero... Pero...  Pero él nos dejó, nos abandona y permitió que nos atraparán.

- Y gracias a eso eres la persona que está aquí hoy, gracias a que te "atrapamos" es que supiste dejar el pasado a trás y darte una oportunidad a ti misma.

- Está bien, pero será mejor que lo vigilen bien- Mal guardo su libro y salió corriendo con Evie tras ella.

Carlos estaba apunto de ir también pero el Hada Madrina se lo impidió.

- Gracias, gracias Hada Madrina- parecía como si el agradecimiento y alegría de Jay fuera genuina, posiblemente lo era.

- Aún no agradezcas nada, yo no soy quien decide si te quedas o no, esa será decisión de Ben,por ahora solo evite que Mal se desquitará contigo.

- Gracias Hada Madrina.

Carlos y Freddie esperaban ansiosos, parecía que el destino se empeñara en que el recorrido no se llevará acabó.

- Antes de que algo más pase, seré yo quién les dé el recorrido, vamos pronto antes de que otra sorpresa venga- todos comenzaron a reír y siguieron a la mujer a la puerta de la escuela.

Unos cuantos metros lejos de ahi la hija de Maléfica y la hija de la Reina Malvada seguían intentando lidiar con sus sentimientos.

- ¡Mal! ¡Mal!, Espera, tenemos que hablar.

- Déjame sola Evie, no quiero hablar con nadie- el hada estaba apunto de comenzar a llorar, podía parecer una chica nueva pero en el fondo seguía siendo la misma chica ruda que no toleraba mostrar sentimientos y debilidades.

- Por favor Mal escúchame, uir no servirá de nada.

- Por favor Evie, solo no quiero que nadie me vea así.

- Claro, aún eres la misma chica orgullosa de la isla, solo que mejor vestida- Mal no pudo evitar sonreír un poco con ese comentario- ¿Recuerdas cuando llegamos y casi vomitas al ver el dormitorio?- Mal recordó y no pudo evitar sonreír aún más.

- O cuando éramos niñas y mamá nos asía creer que podía convertirnos en sapos.

- Esa es la Mal que conozco- ahora ambas chicas estaban frente a frente recordando el pasado.

- Evie te extrañe tanto.

- Lo sé amiga- las chicas se abrasaron y fue como si los dos últimos años nunca hubieran pasado y como si nunca se hubieran separado. Cuando finalmente se separaron no pudieron evitar comenzar a reír y analizarse la una a la otra.

Once Upon A BenlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora