Impossible /Teen Wolf

dieciséis.

  So tell me darling what's it cost

When I'm lying to you cause I'm lost?  

canción: i'm lying to you cause i'm lost por the paper kites

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Según Stiles, actuando como mensajero entre Lia y Allison, Allison había visto a su abuelo con el libro que contenía todo lo sobrenatural, el bestiario, en su oficina del director. El problema era conseguir las llaves, que Gerard guardaba en su abrigo religiosamente. Pero para suerte suya, Allison había prometido que ella se encargaría de eso.

Lia se vio por última vez en el espejo de su auto, intentando sonreír. A pesar de que hubiera una especie de lagarto suelto, aún tenía que actuar como una adolescente normal y eso implicaba asistir al partido de lacrosse.

Caminó entre la multitud de estudiantes reunidos para ver el juego, sintiendo como si pudieran aplastarla en cualquier momento. Tomando aire, buscó entre las gradas un rostro familiar. Pronto encontró a la madre de Scott, la cual la saludó con la mano. Tímidamente, Lia se deslizó a su lado.

—Hola, Melissa —saludó, sonriéndole dulcemente. La madre de Scott rápidamente la envolvió en un breve abrazo, adorando a la chica a pesar de solo haberla visto un par de veces.

El juego comenzó pronto. Y era casi doloroso de ver porque el decir que les iba mal a su equipo era un eufemismo. Los miembros del equipo contrario eran más fuertes, más hábiles y sobre todo mucho más grandes. La tensión en las gradas estaba al máximo, eran las semifinales y la victoria.

Aun así, Lia era la más grande entusiasta de su equipo, o más bien, de su novio. Portaba la camiseta de Scott de la temporada pasada, aplaudiéndole para darle ánimos sintiéndose demasiado tímida como para gritar.

Sabía que Scott estaba haciendo su mejor esfuerzo, y aunque no ganasen, Lia se sentía orgullosa. Su novio no podía mostrar su mejor cara en el juego, pues Gerard Argent también estaba en las gradas con Allison admirando el juego.

Mientras más pasaba el tiempo más brutal se tornaba el juego. Había un jugador en particular que derribaba a los Ciclones como si de juguetes de trapo se trataran. En un parpadeo, más jugadores de los que deberían terminaron lesionados.

—¿Ese es tuyo? —preguntó una voz a su lado, señalando la camilla por la que un jugador era llevado. Lia negó con la cabeza, volteando con una leve sonrisa a ver a Matt.

—No, Scott es el mío —explicó Lia, orgullosa, mostrándole el McCall en su camiseta—. ¿Tú tomas las fotos para el anuario? —señaló la cámara que traía en sus manos.

—No, solo tomo fotografías —respondió distraído.

—¿De lacrosse únicamente?

—A todo lo que me llame la atención —Matt hizo una pausa—. ¿Sabes si Allison Argent está soltera?

Por alguna razón, a Lia no le gustó el tono en su voz.

—No lo sé —dijo, sin querer dar una respuestaque comprometiera a su amiga. Estaba soltera, sí, pero había algo en Matt queno le daba buena espina. Se sintió tonta poco después. Era Matt. Era inofensivo—. Deberías preguntárselo tú —lo animó, dándole una sonrisa infundiéndole confianza.

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Lia pensó que las cosas no se podían poner peor cuando el entrenador decidió meter a Boyd al juego. Claro, era lógico que lo hiciera cuando el chico media casi dos metros pero fue la peor decisión que pudo haber tomado al meter a un hombre lobo primerizo a un deporte violento con un cazador viéndolos. Empeorando las cosas, Kharón llegó a sentarse al lado de Argent con una sonrisa amistosa. A pesar de estar a metros de distancia, Lia pudo ver la frialdad en sus ojos demostrando que todo esto era un acto.