Segunda parte de Invisible
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Después de ser mordida por Derek Hale, la vida de Lia da un giro imposible. Su cuerpo ha rechazado la mordedura, pero sólo para que sus verdaderos poderes salgan a la luz en el momento más oportuno, cuando Beacon Hills...
All the rage inside me subsides The way is wide and wiser we rise
canción: crow por sasha siem
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Por un momento, Lia pensó absurdamente que el corazón saldría volando de su pecho. Jackson la miraba como un depredador a su presa, recordándole a un documental que había visto de un león justo un segundo antes de abalanzarse a su presa.
—Lia, vámonos —urgió Allison, apretando la mano de su amiga, probablemente notando lo mismo que Lia en la expresión de Jackson: peligro.
—Pensé que querían hablar.
—No tengo miedo de ti —dijo Lia, odiando que su voz sonara tan insegura como se encontraba.
—¿En serio? Pareces un poco estresada, Lia —Jackson se acercó a ella peligrosamente, haciéndola retroceder—. ¿Acaso es por tu novio? ¿Scott? Aun no puedo creer que verdaderamente pienses que le gustas a alguien. Incluso a alguien tan patético como McCall. Deberías advertirle que se aleje, o terminara muerto como todas las personas que se acercan a ti.
—Basta —jadeó Lia, sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos.
—¿O qué? ¿Vas a matarme como mataste a tus padres adoptivos? —Lia sollozó—. Eso creí. Eres patética, Lia. Ojalá un día te des cuenta de eso y dejes de intentar ser alguien. ¿Crees que Allison es tu amiga? Te dejará para matar a tu novio. ¿Y tu novio? Te dejará para encontrar a alguien más. Si no lo asesinas tú primero. ¿A cuántas personas necesitas acabar para ver que tú eres el maldito problema? Siempre lo has sido. Siempre lo serás. ¿Qué es lo que te dices a ti misma? ¿"Scott es distinto y por eso funcionará"? No seas estúpida, Lia. Estando contigo ya está muerto.
—¡Basta! —gritó Lia, poniendo una mano en el pecho de Jackson mientras todo su cuerpo se encendía en llamas.
Su cabello danzaba en el aire, transformándose en hebras de fuego puro. Su piel adquirió ese tono vibrante de rojo y naranja, decorando cada rincón de él. Los ojos de Lia se volvieron azul intenso. Un azul intenso hipnótico que incluso Jackson no pudo resistirse.
Excepto que ese no era Jackson. Era el kanima.
Un grito se estancó en la garganta de Lia cuando entró a su mente. Era demasiado. Demasiado oscuro. Quería sangre. Quería destrucción. Quería venganza. Era maldad pura.
Cuando Scott entró a los vestidores, Allison había jalado a Lia, preocupada por ella, sin importarle quemarse. La había asustado la expresión de horror puro en los ojos de Lia, la manera en que temblaba... Estaba en trance, llorando. Allison supo que podía perder el control y tenía que sacarla del estado en el que estaba.
