treinta y ocho.

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  There's a light that shines on Persephone,
Always a fire in her eyes 

canción: persephone por wishbone ash

🔥🔥🔥

—NO ESTOY entendiendo nada —balbuceó Stiles, confundido. La expresión de Persephone se suavizó, caminando hacia él y tomándolo del rostro con cuidado, analizando sus heridas.

—Pobre niño —suspiró, su voz sonando melodiosa. Luego volteó a ver a dirección a Lia, frunciendo el ceño ligeramente—. Y tú, Lia, ¿por qué no has sanado?

—Yo... yo no sé si pueda sanar de esto —balbuceó Lia.

—Claro que puedes —respondió inmediatamente antes de mirar desaprobatoriamente a Kharón—.  ¿Acaso no le has dicho todo lo que una empusa puede hacer? Tú lo sabes tan bien como yo —Kharón estaba sin palabras. Aun parecía sorprendido, como si creyera que Persephone se desvanecería en cualquier instante como si se tratara de una ilusión. Persephone chasqueó la lengua—. Lia, claro que puedes curarte.

—No sano como los hombres lobo...

—No. Sanas aún más rápido. A uno le llevaría minutos, a ti simplemente segundos —Persephone caminó hacia Lia, tomándola de las manos—. Quiero que tomes aire, Lia. Y quiero que concentres el fuego en tu cuerpo. Siéntelo. No tengas miedo. Ahora, lleva ese fuego a la zona de tus ojos, a tu rostro. Dolerá, pero sanarás.

Lia asintió lentamente. Tomó aire e hizo lo que Persephone le indicó. Llevó su fuego interior a su rostro mentalmente y cuando menos lo esperó, su rostro se incendió. Iba a soltar un grito, si no fuera porque Persephone metió su mano en su boca, impidiéndole gritar. En un instante, el fuego se apagó, y Lia estaba como si nada.

Los ojos azules de Lia se abrieron de par en par, sorprendida. No tenía idea que pudiera hacer eso...

—Tú... tú no te quemaste —exclamó Stiles, sin poder creer lo que había visto.

—Claro que no. Soy una empusa, como Lia —musitó, señalándola—. Aprendí esos viejos trucos hace un par de años.

Finalmente, después de mucho tiempo en silencio, Kharón habló:

—No deberías estar aquí, Persephone.

Persephone volteó a verlo como si de un niño pequeño se tratara, y lentamente musitó:

—Claro que debo de estar aquí.

—¿Hades sabe que estás aquí?

—Esperen un momento —los interrumpió Stiles—. Kharón, Persephone, Hades... ¿A qué te refieres?

—Hace mucho tiempo, una mercenaria me salvó la vida y me acogió —musitó Persephone con su voz de terciopelo, antes de señalar a Kharón—. Él estaba con ella. Cuando decidimos aliarnos, los tres decidimos tomar el nombre de personajes del inframundo de la mitología griega para proteger nuestras identidades.

—Hades es nuestra líder —murmuró Kharón, con tono de advertencia—. Y no estará feliz cuando se entere que estás regalando nuestros secretos.

—Kharón, no estoy aquí para pelear contigo —suspiró Persephone, mirándolo suavemente—. Estoy aquí para pelear a tu lado. Vamos a librarnos de Gerard, para que no pueda hacerle daño a nadie más. Y entonces regresaremos con Hades, y estoy segura que te perdonará.

Kharón bufó.

—Hades nunca me perdonará y lo sabes.

—No seas tan pesimista —lo regañó Persephone—. Por favor, Kharón. Entiendo si ya no sientes nada por mí, pero...

Impossible /Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora