Capítulo 8: The Night of the Storm.

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|| The Night of the Storm.

Allison.



Me encuentro sentada en las gradas de la cancha de fútbol, observando a Scott mientras sigue cada una de las instrucciones que da el entrenador Finstock. Mis ojos lo siguen a donde sea que corra, atenta a sus movimientos y a la manera en que alienta a los demás jugadores, en especial a Liam pues ahora que se ha decidido a dejar su puesto de capitán del equipo para concentrarse en sus estudios, quiere que el pequeño rubio ocupe su lugar.

El que Liam se convierta en capitán del equipo de lacrosse es más que nada una forma de ayudarlo a entender que después de este verano, ya no estaremos aquí para hacernos cargo de los futuros problemas que lleguen a la ciudad, como un empujón a tener más confianza en sí mismo y sus decisiones. Aunque el pequeño beta de mi novio no estará realmente solo, ya que Isaac se quedará en la ciudad pues asistirá a la universidad comunitaria, y además también estarán aquí mi padre, Parrish, la mamá de Scott y el sheriff Stilinski.

Sin mi permiso, mi mente vuelve a desviarse hacia los acontecimientos de esta tarde. Me parece demasiado extraño que solo Stiles y yo viéramos al sujeto del arma, pero me parece todavía muchísimo más extraño que ni Scott, Liam o Mason hayan escuchado los disparos o el crujir de la madera bajo el peso del caballo. Sacudo la cabeza, esforzándome por alejar esos pensamientos puesto que, si no lo hago, me dará de nuevo una horrible jaqueca.

Siento mi teléfono vibrando dentro del bolsillo de mi chaqueta, así que lo saco para ver de que se trata. Son dos mensajes, uno de papá preguntándome si quiero cenar comida tailandesa y el otro es de Meredith, preguntándome si mañana puedo llegar temprano a la escuela para volver a tomarme mi foto del anuario.

Le respondo primero a papá, aceptando la propuesta de comida y preguntándole si puedo invitar a Scott. Esta noche le daremos la gran noticia: cuando vayamos a la universidad, también nos mudaremos juntos. Ya sé que todavía falta la graduación y recibir las cartas de aceptación de la escuela a la que iremos, pero de este modo les daremos tiempo a nuestros padres para hacerse a la idea. El viernes que la señora McCall descansa, se lo diremos a ella. Cuando el mensaje ha sido enviado, me dispongo a contestarle a mi amiga-barra-cuñada con un "depende, ¿qué tan temprano?" y un emoji sacando la lengua.

Guardo el teléfono de nuevo, para volver a concentrarme en la práctica de los Ciclones, pero por los gritos del entrenador y la efusividad con la que hace sonar su silbato, me parece que ésta ha llegado a su fin.

Me levanto para bajar al campo y encontrarme con mi novio.

Antes de llegar a donde se encuentra Scott, lo veo sacarse el jersey blanco con el número once plasmado tanto por el frente como en su espalda, para colocarse el suéter que le regalé esta navidad pasada.

Mi celular suena cuando me encuentro bajando los últimos peldaños. Me detengo para sacarlo y ver quién está llamándome. Es mi mejor amigo, Stiles, así que atiendo sin dudarlo.

—¿Qué pasó? —inquiero al tener el aparato junto a mi oreja.

¿Dónde estás? ¿Estás con Scott? ¿Dónde están? —pide saber, suena agitado, demasiado.

—En el campo de fútbol —le informo, reemprendiendo mi andar; él suelta una maldición por lo bajo—. ¿Por qué?

Estoy al otro lado de la escuela, espérenme ahí. ¡No se muevan! —zanja y la llamada se corta.

Un poquito ceñuda, pero para nada confundida por lo cortísima que fue esa conversación telefónica o lo alterado que Stiles sonaba, guardo mi teléfono una vez más y alargo mis pasos hacia el área donde el equipo de lacrosse se halla recogiendo sus cosas. En la lejanía, el entrenador le grita a Greenberg y alguien tiene el valor de recordarle que después de lo horrible que fue el semestre pasado renunció a su trabajo en la escuela. No estoy segura de haberme enterado nunca de cuál, exactamente, era el trabajo de Greenberg.

About The Wild Hunt | AW&W: 5 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora