Embajador de Inglaterra [LS]

Capítulo uno.

Louis Tomlinson apretó los nudillos fuertemente bajo la mesa, la rabia se sentía caliente en su interior, si tan solo pudiera sacar su arma y dispararle a esa hija de puta en la cabeza... que dulce vista. Pero no podía. No debía.

—¿Me está escuchando, Embajador?

Por supuesto que la estaba escuchando, de lo contrario, no tendría las ganas insoportables de querer degollarla en ese instante.

—La escucho fuerte y claro, Primera Ministra.  

—Me parece lo contrario, Tomlinson —Theresa May, actual primera ministra lo veía con mirada fría, su delgada boca en una recta línea, diciéndole que no jugaba. La mujer ni siquiera era tan alta como él, su cabeza rubia y ojos azules que el monarca describía como tiernos, la hacían ver ante las cámaras como una mujer respetuosa, brillante, excelente y absoluta intelectual. Pero él sabía más que eso, Theresa no era mejor que ninguno de ellos, solo pretendía serlo para engañar a la Reina y gobernar al Reino Unido. Cómo logró engañar al parlamento, Louis aún no lo sabía, pero esa perra le estaba complicando las cosas, y en su agenda, ella era un problema. —Parece ser que intenta ignorar los crímenes de los que se le está acusando.

—Con todo respeto, primera ministra, usted no sabe absolutamente nada de lo que está hablando. Yo he trabajado para el parlamento durante toda mi vida diplomática, he servido a la embajada por seis años, he vivido en otros países por mi gobierno, he hablado públicamente sobre cosas que no me corresponden, he manejado cautelosamente bien mi parte política, ahora, si la suya no está funcionando, no depende de mí.

—Embajador, no estamos hablando de quien maneja mejor el parlamento, estamos aquí porque es el centro de un espectáculo de circo. Estoy al tanto de ser nueva en este rango, pero he trabajado para el parlamento por más de quince años, conozco bien las reglas y sus... manejos de sutileza. Ahora, se está especulando que usted escondió a su hermano Liam Tomlinson por el tiempo que estuvo fugitivo, no diré nada al respecto porque no estuve aquí, pero algunos fotógrafos captaron momentos de él entrando a su mansión en Doncaster. Hace cinco meses él desapareció con su amante, y aseguran que usted fue la última persona a quien él vio. La prensa está encima de nosotros, preguntando si sabíamos que ustedes dos tuvieron contacto durante el tiempo que estuvo aquí, preguntando si estamos involucrados, exponiéndonos a peligros públicos, sin mencionar el enfrentamiento en Blaxton con Frank, el hermano del amante de Liam, quien tengo entendido, también fue su pareja. Lo que estoy diciendo, embajador, es que la especulación tiene a la gente buscando pruebas, y hay mucha coincidencia como para pretender estar ciegos, por lo que la Cámara nos dio la orden de investigarlo. Ahora dígame, ¿Qué piensa hacer?

—¿Me está acusando? —Louis preguntó, su voz baja y calmada a pesar del violento tornado de emociones en su interior —En primer lugar, yo siempre he sido objetivo de acusaciones por parte de la presa, he sido un buen político, pero sigo siendo el hermano de uno de los criminales más buscados en Inglaterra, ¿Los culpa? Yo no, y he sabido como manejar el asunto. No voy a negar que él estuvo en mi casa, yo lo invité a quedarse el tiempo que quisiera, pero no lo ayudé a irse. ¿Por qué su partida debe ser tema de conversación? Es bien sabido que él siempre abandona los lugares. El gobierno sabía muy bien que mi hermano estaba bajo mi protección, ellos dieron la orden de mantenerlo de esa forma, ahora, si tiene algún problema con eso repórteselo a ellos, no a mí.

Louis miró a los demás en la mesa. Aparte de Theresa, cada uno de los hombres y mujeres en la habitación sabían que era embajador, traficante de drogas y un buen maldito hombre político. Le encantaba la política. Pero ninguno lo había cuestionado antes. Aparte de Cameron, ex ministro, pero ahora que tenía a esta mujer en su nariz, extrañaba al maldito hombre.