Capítulo doce.

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Capítulo doce.

—¿Liam? —la sorpresa en su voz era evidente. Louis sacudió la cabeza hacia su guardaespaldas —¿Mi hermano?

—Sí, Señor. —bueno, saber que Gus tenía la misma expresión pálida que él le daba un poco de consuelo.

—¿Está contigo en la línea?

—No, pero uno de mis hombres está con él. Están en la planta baja. —Gus preguntó algo al teléfono y luego lo volvió a ver —Tiene escolta policial, pero dice que se verán en privado.

Louis parpadeó desorientado. No esperaba que Liam realmente estuviera allí. —Diles que lo dejen subir.

Gus asintió y siguió al teléfono. Por mientras, Louis se tomó un momento para respirar profundamente y sentarse en la mesa, desabotonando su saco y aflojando un poco la corbata.

No había visto a su hermano desde más de medio año, antes de la muerte de Frank. A ese punto, se había resignado a volver a verlo. Siendo franco, no estaba seguro de sentirse aliviado de volver a ver a Liam o estar decepcionado.

Este era un movimiento que sinceramente, no esperó venir.

Su corazón palpitó duro cuando la puerta se abrió, pero se calmó cuando vio a Theresa May. ¿Qué? ¿Acaso estaba realmente esperando a Liam? Quiso bufar.

—Me han informado que Liam Tomlinson está aquí, en el Parlamento. —ella dijo, viéndolo directamente a los ojos, esperando una respuesta. Pero Louis se encogió de hombros.

—A mi también me lo acaban de informar, ¿qué se supone que le tengo que decir, ministra?

—No esperaba que su amante dijera la verdad —ella comentó —¿Significa que estará en nuestras manos a partir de ahora? ¿Cómo si quiera consiguió traerlo a Inglaterra de nuevo? Me quiero reír, ¿ya lo vio por las cámaras?, el hombre está tan relajado que me creo capaz de ofrecerle una taza de té.

Louis chasqueó los dientes y se volvió a encoger de hombros sin importancia —Si quiere las respuestas a sus preguntas contacte a Harry mismo, pero le advierto ministra, que el hombre está siendo un infierno difícil de contactar.

—Ya lo he intentado. Al parecer está siendo protegido por el Servicio Secreto. Pero no puede esconderse para siempre, no cuando nosotros damos ordenes a ellos. Voy a arreglar eso pronto, Tomlinson.

—¿Por qué me lo dice? Yo ya no tengo nada qué ver con él. Haga lo que quiera.

Ella lo vio en silencio por un momento. Le dio un rápido vistazo a Gus y luego volvió a él, relamiéndose los labios dijo —Tomlinson pidió que lo dejáramos verlo, esa fue su única condición para entregarse libremente a nosotros. —ella achinó sus ojos —Está siendo sorpresivamente sumiso.

Ella seguramente esperaba que él respondiera, pero no contestó; no tenía nada qué decir. Asintiendo, Theresa entendió su silencio.

—Les dejaré esta habitación. Tenga por seguro que estaremos vigilando las cámaras que están aquí y las de todo el edificio. Tienen solo unos cuantos minutos. —sin decir más, ella se retiró.

A Louis no le podía importar menos, la verdad. Las cámaras no tenían sonido, y para ser sincero, no creía que no hubiera nadie ya del Parlamento que no supiera que este circo que estaba sucediendo era actuado. A excepción de Theresa y sus nuevos lameculos, por supuesto. Pero esta mierda ya no le afectaba. Después de lo que hizo Harry, ya no, francamente.

Cuando la puerta volvió a abrirse, él no alzó la mirada porque sabía quién era. Solo se quedó viendo al suelo mientras despachaba a Gus de la habitación. Cuando Gus se fue, escuchó las pisadas de unos zapatos pesados caminar por la habitación y alejarse. El ambiente estuvo no exactamente incómodo, pero sí tenso por un momento.

Embajador de Inglaterra [LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora