Capítulo catorce.

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—¡Inicia la sesión!

La voz de la tercera ministra que resonó a través del micrófono atravesó sus sentidos más agudos, sacándolo de cualquier desenfoque cognitivo. La sala parlamentaria se encontraba llena de políticos, comisionados y a la junta directiva del ministro británico, entre ellos, la primera ministra, Theresa May.

Un abogado parlamentario habló durante minutos en su contra, dando un discurso acerca de cómo el servicio secreto encontró evidencia de que él estuvo involucrado en crímenes mayores como narcotráfico, lavado de dinero y divulgación de información confidencial. El discurso en su contra duró tanto como fue posible, dónde sacaron a luz verdades que él preferiría negar.

Luego, su abogado se levantó elegantemente de su asiento y comenzó a actuar en su defensa. Para su sorpresa, lo que decía parecía tener mucho sentido, incluso si era una mentira.

—"Mi cliente fue estratégicamente manipulado para actuar en semejante juego..." —había dicho Jules, quien lanzaba palabras tras otras como el ensayo más elaborado de todos, con una confianza desbordante y sin flaquear en ningún momento, ni por error.

Louis barrió su mirada por la sala y tuvo la urgencia de voltear y ver a su espalda, sintiendo sin haber visto en lo absoluto, la penetrante e intensa mirada del Comisionado Jonathan Pierce poseyendo cada una de sus células epidérmicas.

Observó con mucha cautela a cada uno de los presentes, intentando leer sus minúsculas expresiones fáciles y su lenguaje corporal, intentando ver más allá de lo físico lo que todos estos hombres y mujeres no decían de él en voz alta.

La sesión involucró preguntas a ambos abogados y un segundo discurso. Jules se esmeró mucho en hacer creíbles las acusaciones falsas a un amable y exitoso diplomático que se había convertido en embajador de la nación, de no tener ninguna conexión con narcotráfico en lo absoluto.

Trataron los temas iniciales: crimen organizado y narcotráfico. La primera sesión se basó en ello. Al principio, Louis se había preguntado muy seriamente cómo Jules iba a hacer borrar todo lo que había sido muy cierto y obvio toda una vida, pero no fue necesario. Jules dejó claro que Louis sí había tenido en algún momento conexiones con el crimen organizado, pero nunca fue parte de él.

Cuando los diplomáticos intentaron presentar sus clubes, Jules objetó que era evidencia circunstancial. A pesar de que siempre fue visto en los clubes, nunca tuvo conexión directa con ellos. Nunca hubo propiedades a su nombre y ciertamente no tenían gran peso para el caso. La primera sesión terminó bien.

En la segunda, trataron narcotráfico y su relación con Frank Styles. Su abogado se esforzó mucho en esa sesión, pero luego de lanzar un discurso elaborado y bien ensayado que lo desvinculaba de una directa conexión con las drogas, la sesión terminó bien también.

En la tercera sesión tuvo problemas con los testigos. Muchos afirmaban hechos que Louis en el fondo sabía que no podía negar, pero Jules se las ingenió para sacarlo de ese abismo rápidamente. El ministro parecía estar de su lado, para su sorpresa.

¿Así que Jonathan realmente había arreglado las cosas? Aunque esto le salvara la vida, le dejaba un muy amargo sabor en la boca.

En otro juicio tocaron el tema de Harry. Louis sintió que su corazón saltó tan rápido como oyó el nombre, pero intentó con todas sus fuerzas no ser expresivo con ello. El ministro externo cuestionó su relación, preguntando y exponiendo detalles íntimos sobre la vida en el tiempo que estuvieron juntos. SIS entró en defensa y declaró que Harry Styles de hecho era parte de la agencia. Dieron evidencia sólida como documentación y un registro de su misión secreta, y luego ministró interno apoyó la declaración.

Embajador de Inglaterra [LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora